Portada » Geografía » Geografía Rural: Transformaciones, Desafíos y Sostenibilidad
El campo y las actividades rurales conforman un contexto geográfico y espacial. Lo rural, a diferencia de lo urbano, se caracteriza por:
Lo agrícola y lo agrario están relacionados. Ambos se refieren a una actividad económica. Lo agrícola se basa en la reproducción de vegetales, es decir, cultivar plantas. Lo agrario suele usarse como sinónimo, pero incluye actividades pesqueras, ganaderas, etc. Ambas son actividades económicas y productivas.
Lo rural es un concepto más difuso, complejo y polimórfico. Es un concepto más territorial. El turismo rural, por ejemplo, es una actividad terciaria, no primaria. También hablamos de artesanías, actividades mineras, etc. (un cartero de un pequeño pueblo de Salamanca es rural, pero no agrario).
La superficie agrícola mundial es del 37,1%. De esta, un 28,7% son tierras cultivables (arables), un 3,8% son zonas de cultivos permanentes y un 67,5% son pastos y praderas permanentes. A partir de la Revolución Industrial, el mundo y la manera de producir alimentos cambiaron. La capacidad de producir alimentos se ha multiplicado por 3, pero la superficie arable solo un 1%. El incremento se debe al rendimiento.
Factores del crecimiento de la producción mundial de cereal (desde 1950): INCREMENTO DEL RENDIMIENTO MEDIO POR SUPERFICIE.
Los avances tecnológicos en España permiten cultivos en zonas que naturalmente no estarían preparadas para ello. Europa es muy fértil, lo que ha permitido históricamente mantener una buena población. El incremento en la capacidad de producir en un mismo espacio ha llevado a un incremento de rendimiento. En India, el país con mayor incremento de población, este ha superado al incremento de producción.
Producto-procedencia:
El olivar, un cultivo social principalmente en el sur de España, especialmente en Andalucía, genera 19 millones de jornales en una campaña media y más de 100.000 unidades de trabajo agrario anuales (40% de la mano de obra agropecuaria).
La vid se da en la zona del Ebro y sur de Francia. Italia y Francia son los principales productores. Sus paisajes, transformados por el hombre, son reconocidos por su alto valor patrimonial. Existe una estrecha relación entre cultivo – cultura – paisaje – patrimonio.
Cerca del 15% del valor de la producción agrícola en la UE procede del sector hortofrutícola. España e Italia concentran la mayor parte de esta producción. España produce el 60% de la naranja en Europa. Gran parte de la producción hortofrutícola española se encuentra en Andalucía.
En España, la ganadería es principalmente porcina. A mayor nivel de renta, mayor consumo de carne (aumento de proteínas y calorías en la dieta). El consumo per cápita en España en 2020 fue de 100 a 121 kg por persona al año, similar al de Argentina y EEUU. El consumo es muy desigual en el mundo. La ganadería “se come” más de ⅔ de la tierra de cultivo en Europa.
El ganado contribuye a la disponibilidad de alimentos cuando se cría en zonas marginales, se alimenta de desechos o aporta estiércol/tracción animal para la producción de cultivos. En sistemas intensivos, el ganado convierte carbohidratos y proteínas (consumibles por humanos) en cantidades menores, reduciendo el balance alimentario.
Los caladeros europeos se encuentran principalmente en el Atlántico Norte, Mediterráneo, Índico, Atlántico Central y Atlántico Sur. El pescado aporta el 17% de la proteína animal y el 7% de todas las proteínas consumidas a nivel mundial.
En Andalucía, la producción minera ha experimentado un notable repunte.
Otras nuevas actividades económicas rurales: esquí, producción de energía renovable (eólica, solar).
En Europa, el 70% de la población es urbana y el 30% rural. En países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, el porcentaje de población rural es mayor.
¿Cómo se alimenta la producción en el mundo?
La creciente financiación de la agricultura genera conflictos con los trabajadores propietarios. Se trata de una explotación agrícola, en una región tropical o subtropical, que cultiva un único producto (monocultivo) con fines comerciales, mediante mano de obra asalariada. Tiene altos rendimientos, uso intensivo de inputs (maquinaria, fertilizantes) y desarrollo tecnológico.
El monocultivo, los altos rendimientos, la mano de obra asalariada y la capitalización dan lugar a explotaciones agrarias complementarias y de subsistencia (policultivo), con trabajadores propietarios, tierras marginales y abastecimiento propio/mercados locales.
La agricultura de plantación proporciona alimentos baratos, pero no satisface la demanda de los países de origen (déficit alimentario), sino la de los países ricos. Se convierte así en una causa de la crisis estructural del mundo intertropical.
Procesos relevantes en el desarrollo agrario/regadío:
Existe una estructura social y un modelo productivo polarizado y desigual, con una concentración de información y poder de decisión acusada y creciente.
Según el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria, la crisis alimentaria actual se relaciona con la asequibilidad. Incluso con disponibilidad de alimentos, su costo es inaccesible para millones de personas.
Posibles impactos de la actividad agrícola en el medio ambiente:
Las actividades agrícolas convencionales generan impactos ambientales directos (pesticidas, herbicidas, insumos químicos). Estos compuestos se encuentran en alimentos importados y en la atmósfera africana.
Entre 1974 y 2014, se esparcieron 8.600 millones de kg. La OMS lo clasificó como probablemente cancerígeno para humanos. Está vetado o restringido en 18 países.
La ganadería emite el 14,5% de los GEI, el transporte un 14% y los seres vivos un 5%.
Deforestación: las actividades agrícolas comerciales son la principal causa, especialmente en áreas intertropicales.
(Sustitución de superficie forestal, 2000-2010)
En Brasil, el 80% de la pérdida forestal se debe a pastos; en Argentina, el 45%. En Indonesia, el 40% de la superficie forestal ha sido talada para plantaciones de madera. En el Sudeste Asiático, el 45% de la superficie de plantaciones en 2016 era bosque en 1989; en Sudamérica, el 31% (aceite de palma en ambos casos).
Pérdida de suelo y desertificación en Andalucía.
Consumo de agua en España:
Esto implica 3,7 millones de hectáreas de regadío (18% de la superficie cultivada). El ganado aumenta la huella hídrica.
Definición estricta: Sistemas de producción de alimentos libres de contaminantes químicos de síntesis, con alto valor nutricional y organoléptico, que contribuyen a la protección del medio ambiente, la reducción de costos y una renta digna para los agricultores.
Definición abierta: Método de producción que busca sistemas ecológicamente equilibrados y estables, económicamente productivos y eficientes en el uso de recursos naturales, con alimentos saludables, nutritivos y libres de residuos tóxicos.
España lideraba la producción ecológica en Europa en 2018 (en área orgánica total) y la exportación: el 35% de los alimentos ecológicos consumidos en Europa proceden de España, y el 75% de la producción ecológica española se exporta (85% a la UE).
España lidera la producción, pero no el consumo. En 2018, el gasto medio por habitante/año fue de 46,5€. En 2012, EEUU lideraba el consumo mundial (44%), Suiza el consumo per cápita (177€/hab) y Austria el porcentaje de gasto ecológico/total en alimentación. España: 2% del mercado mundial, 20,9€/hab y 1% del gasto ecológico/total.
Perfil del consumidor español de productos ecológicos: Mayoría de mujeres y jóvenes, predominio en el noroeste y grandes urbes, clases medias-altas y altas, población ocupada con alto nivel educativo, familias con hijos menores de 12 años.