Portada » Geología » Geodinámica: Deriva Continental, Tectónica de Placas, Riesgo Volcánico y Sísmico
Las pruebas que apoyan la teoría de la deriva continental son variadas y provienen de diferentes campos de la geología y la paleontología:
La coincidencia de las costas atlánticas sugiere que los continentes estuvieron unidos en el pasado y se separaron posteriormente.
El hallazgo de fósiles de los mismos organismos en diferentes continentes indica que estos debieron estar unidos en el pasado.
La evolución divergente de algunos organismos tras la separación de los continentes ha dado lugar a especies actuales distintas, aunque con un origen común.
La presencia de estructuras geológicas antiguas en regiones separadas por el mar, como restos de grandes cordilleras en Gran Bretaña y el norte de Europa, sugiere que estas regiones estuvieron unidas anteriormente.
La teoría de la tectónica de placas se apoya en diversas evidencias:
Las inversiones de la polaridad terrestre se manifiestan en las rocas del fondo oceánico. Estas rocas se forman en las dorsales y adquieren la polaridad magnética del momento de su creación.
Las rocas más recientes se encuentran en las zonas centrales de los océanos, mientras que las más antiguas están cerca de los continentes. Esto apoya la expansión del fondo oceánico desde las dorsales.
La ubicación de volcanes y terremotos coincide con los límites de las placas tectónicas.
Existen regiones que tuvieron climas tropicales en el pasado y que ahora se encuentran en latitudes más boreales.
En las dorsales se encuentran señales de magmatismo, como erupciones volcánicas submarinas. Las fracturas perpendiculares a las dorsales se deben a la expansión no uniforme del fondo oceánico.
El riesgo volcánico se evalúa considerando tres factores:
Depende del tipo de erupción volcánica. Las erupciones más explosivas son las más peligrosas. El magmatismo varía entre bordes constructivos y destructivos.
Depende de la presencia humana en las zonas de influencia de los volcanes.
Está relacionada con la calidad de las construcciones e infraestructuras.
El riesgo volcánico es escaso, ya que las erupciones se dan principalmente en las dorsales. La exposición es casi nula. Las erupciones son de tipo estromboliano, con explosividad baja o media y peligrosidad moderada.
El riesgo volcánico solo existe en las zonas de subducción, donde las erupciones son muy explosivas. El riesgo volcánico es más alto. Las nubes ardientes y la lluvia de cenizas pueden arrasar poblaciones. Las erupciones son de tipo plinianas o peleanas.
Las erupciones son de tipo estromboliano, como en el Etna o el Stromboli. El riesgo es medio.
El vulcanismo consiste en la emisión de lavas fluidas, sin explosiones, con peligrosidad mínima. Estas erupciones se denominan hawaianas o efusivas.
La prevención del riesgo volcánico se basa en la monitorización de:
Los terremotos se producen por el movimiento de fallas en las zonas de contacto entre placas litosféricas, como en zonas de subducción, colisión continental y fallas transformantes. El hipocentro es el foco del terremoto, y el epicentro es el punto más cercano en la superficie.
Depende de la energía liberada y se mide con el sismógrafo. Se expresa en la escala de Richter, donde un grado de aumento implica una energía 32 veces mayor. La magnitud es un valor único para cada terremoto.
Depende de factores como la proximidad al epicentro. Los terremotos con epicentro en el mar pueden generar tsunamis.