1. Introducción

La Generación del 27 surge para designar a un grupo de escritores nacidos en torno a 1900 que, en 1927, se unieron en el Ateneo de Sevilla para homenajear a Góngora en el tricentenario de su muerte.

El interés por Góngora también fue recogido por Federico García Lorca en su conferencia “La imagen poética de Góngora”, donde negó la oposición entre lo popular y lo culto en la poesía del poeta cordobés y reclamó una lírica libre de las amarras realistas, basada en la metáfora y la creación sin ataduras.

Los autores del 27 se incluyen dentro del movimiento vanguardista, aunque con el tiempo abandonaron las posturas más intelectuales y deshumanizadas, entre otras razones, por la conflictividad político-social de la España de los años 30.

Si bien no forman una generación independiente, los autores del 27 sí constituyen un grupo bastante compacto, ya que comparten rasgos como influencias literarias comunes (Juan Ramón Jiménez, Góngora, Bécquer, etc.), presentan una evolución conjunta y se ocupan de los mismos temas en sus obras.

Otro factor relevante es la colaboración de estos autores en las mismas revistas literarias. Alrededor de 1927, algunas de estas revistas eran: Mediodía, Litoral, Papel de Aleluyas, Carmen, Verso y Prosa, y La Gaceta Literaria.

El núcleo central lo forman seis escritores: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Federico García Lorca y Rafael Alberti, quienes realizaron el acto del Ateneo de Sevilla en 1927. A este grupo se suman Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, conformando así la nómina habitual del grupo.

2. Características comunes

2.1 Equilibrio

Gerardo Diego, en la introducción a la Antología de poetas del 27 (1930), afirmó que la principal característica del grupo era el equilibrio entre posturas estéticas tradicionalmente contradictorias. Señaló siete equilibrios presentes en la poesía de estos autores:

• Intelectual y sentimental
• Pureza y revolución
• Minoritario y mayoritario
• Culto y popular
• Universal y español
• Tradición y renovación

2.2 Los modelos literarios

Los poetas del 27 aceptan la tradición literaria, pero también buscan la innovación. Sobre esa tradición, seleccionan a los autores que mejor encajan en sus nuevas perspectivas artísticas.

2.2.1 Modelos clásicos

• Góngora: Influye sobre todo en la primera etapa, como ejemplo de artista que busca crear una realidad artística autónoma.
• Poesía popular: Esencial en forma y contenido por su sencillez y franqueza.
• Bécquer: Modelo para el planteamiento del problema amoroso y ejemplo de que la sencillez formal puede exigir mucho trabajo.

2.2.2 Modelos contemporáneos

• Juan Ramón Jiménez: Les enseñó el ideal de pureza poética, de deshumanización de la “poesía desnuda”: depuración formal, eliminación de la anécdota, precisión expresiva, brevedad y tendencia a la intelectualización. Influyó en todos, especialmente en Guillén, Salinas y Gerardo Diego. Cuando estos autores comienzan a “rehumanizarse”, se distancian de Juan Ramón.
• Ortega y Gasset: Importante por su labor editorial en revistas que difundieron la obra de los autores del 27 y por su ensayo “La deshumanización del arte”, donde expone el arte de vanguardia.
• Ramón Gómez de la Serna: Gran innovador, ofreció ejemplos de metáforas sorprendentes e introdujo en España los avances literarios europeos.
• Vanguardismo: Se perciben huellas del Ultraísmo, Futurismo y Surrealismo. Gerardo Diego comienza siendo ultraísta y creacionista; la huella surrealista se advierte en Lorca, Alberti, Cernuda y Aleixandre. También hay ecos futuristas en Gerardo Diego (poemas dedicados al fútbol), Alberti (al ciclismo) y Salinas (coches, aviones y máquinas de escribir). El poema de Alberti a Buster Keaton muestra su interés por el cine. El surrealismo les aporta la rehumanización de la literatura, la libertad creativa, la preocupación por el ser humano y las agresiones que recibe de la sociedad, y el contacto con la política.