Portada » Historia » Fundamentos y Evolución del Régimen Franquista: Pilares, Institucionalización y Desarrollo Económico
El régimen de Franco se basó en tres pilares fundamentales:
Anticomunismo: Durante el régimen de Franco, se definía como comunista a todo aquel que se oponía al régimen, incluyendo desde la extrema izquierda hasta el centro democrático.
Tradicionalismo: Fue empleado para explicar conceptos como la unidad de España, la organización social o el modelo político. Debía mantenerse porque, gracias a esta tradición, España se había consolidado y estaba unida desde el siglo XV.
Catolicismo: Se definía como nacional-católico porque mantuvo un modelo legal basado en la moral católica, de manera que todas las leyes aprobadas debían estar de acuerdo con la moral de la Iglesia Católica.
El régimen de Franco tuvo un amplio apoyo social que quedó agrupado en lo que se denominan las familias del régimen:
Los falangistas: Tuvieron mucha importancia durante los primeros años del franquismo. De ellos tomó el régimen su simbología, los lemas y las figuras claves. A partir de los años 50 perdieron importancia y quedaron al frente solo de la organización sindical y del Frente de Juventudes.
El ejército: Apoyo constante de Franco hasta su muerte. El ejército fue el principal instrumento del régimen para garantizar el orden público y frenar el separatismo.
Los católicos: Franco contó con el apoyo de los católicos, y una vez terminada la guerra civil, el apoyo aumentó al saberse que el bando republicano había asesinado a 10.000 religiosos.
Los monárquicos: Un amplio sector de los monárquicos apoyó al régimen de Franco. Se encontraban divididos desde la Guerra Civil entre carlistas, partidarios de Alfonso XIII y partidarios de Don Juan de Borbón. Franco acabó apoyándose en los carlistas.
El proceso de institucionalización del régimen fue progresivo y, aunque no tuvo una constitución formal, se desarrolló un conjunto de leyes que se conocen como Leyes Fundamentales del Régimen:
El Fuero del Trabajo: Fue la primera ley franquista y se promulgó en plena Guerra Civil. Introdujo derechos que todavía hoy se mantienen, como la jornada de 8 horas, un mes de vacaciones pagadas y la paga extraordinaria del verano.
La Ley de Cortes: Creaba las Cortes Españolas con una sola cámara de representantes que eran elegidos por tercios entre ayuntamientos, sindicatos y agrupaciones familiares.
El Fuero de los Españoles: Establecía los derechos y deberes de los ciudadanos.
La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado: Proclamaba que España era una monarquía y que el trono lo ocuparía el rey Juan Carlos a la muerte de Franco.
La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional: Era una síntesis de todas las leyes anteriores que se unieron en un solo texto y que debían jurar todos los funcionarios.
Tras la Guerra Civil, la situación económica en España era muy complicada:
Para afrontar esta situación, se crea un modelo económico basado en la autarquía. En política exterior, los años 40 estuvieron marcados por la Segunda Guerra Mundial. Esta última medida no sirvió para evitar que, durante el resto de los años 40 y principios de los 50, España sufriera un bloqueo económico internacional. Esta situación acabó con la firma de los acuerdos de colaboración con Estados Unidos. A partir de ese momento, se inició un período de lenta y continuada recuperación económica que llevó al fin de la autarquía y a la apertura económica. Todo ello fue posible gracias a los planes de estabilización económica que liberaron la economía y consiguieron su apertura al exterior.