Portada » Economía » Fundamentos de la Administración Estratégica: Proceso, Beneficios y Ética
La administración estratégica se define como el proceso que se sigue para asegurarse de que una organización posea una estrategia organizacional apropiada y se beneficie de su uso.
De igual forma, la importancia de implementar esta disciplina en las organizaciones se debe a que, por medio de esta en forma de secuencia, se incluye la definición de una misión, la transformación de dicha misión en objetivos y metas claras que permitan definir e instrumentar una estructura organizacional congruente.
La implementación de esta disciplina trae consigo ciertos beneficios, los cuales se pueden presentar en financieros y no financieros, entre los que se destaca el hecho de ofrecer una mayor alerta ante las amenazas externas, mayor comprensión de las estrategias de los externos, es decir, permite detectar oportunidades, clasificadas por orden de prioridad y explotarlas. Además, ofrece una visión objetiva de los problemas administrativos y representa un marco para coordinar y controlar mejor las actividades.
Para llevar a cabo el proceso de administración estratégica, es importante tomar en cuenta ciertos planteamientos, tales como la comunicación en la empresa, pues es un elemento clave para que la empresa funcione. Es por medio de esta que se lleva a cabo la interacción entre los individuos de las empresas. De igual forma, es importante tomar en cuenta el ambiente en el que se desarrolla la compañía, pues es un elemento cambiante y se tiene que estar al pendiente de este por el gran lazo que existe entre ambos, puesto que la capacidad de adaptación a los nuevos cambios que exige el entorno repercute en adoptar adecuadas decisiones estratégicas dentro de las empresas.
De igual forma, la administración estratégica cuenta con ciertos elementos los cuales plantean que la planeación estratégica deberá ser evolutiva más que directiva y debe proveer una estructura organizacional dentro de la cual una amplia variedad de individuos pueden identificar y resolver sus propios problemas, además de enfocar la dirección en el desempeño y la mejora continua.
La actividad emprendedora e innovación corporativa va ligada con la administración estratégica y algunos conceptos se manejan en esta área como la inversión, innovación y la imitación.
Existen ciertas características con las que un emprendedor tiene que contar, tales como agresividad, proactividad e innovación.
La actitud empresarial corporativa es vital en las empresas, ya que es el conjunto de capacidades que posee una compañía para producir o adquirir productos y servicios nuevos y dirigir el proceso de innovación. Esto es hoy en día algo muy esencial en las organizaciones, ya que el papel de los líderes consiste en inspirar a los miembros de la organización para que trabajen en equipos para obtener resultados significativos y así crear una actitud corporativa favorable para el desempeño de sus actividades.
Aunque es común que existan ciertos casos en los que se presentan barreras de integración en donde cada empleado tiene diferente orientación de las funciones, lo que causa el desacuerdo y la mala integración de los equipos, esto se puede resolver con las intervenciones pertinentes por parte de los directivos o la gerencia.
La integración de las funciones facilita la reducción del tiempo que tardan los procesos en realizarse o los productos en llegar al mercado.
En resumen, la formación de una alianza estratégica exitosa requiere un enfoque centrado en el conocimiento y la identificación de las aptitudes.
La administración estratégica establece cinco pasos fundamentales para llevarla a cabo:
Todos y cada uno de estos pasos establecen lo que es el proceso de la AE y en estos se explica detalladamente el procedimiento a seguir y es de vital importancia que se lleve a cabo al pie de la letra para así esperar buenos resultados.
Como punto final, cabe mencionar que en cualquier empresa y cualquier disciplina es importante la ética y en la administración estratégica no es la excepción. Es por ello que al momento de implementar estrategias dentro de las organizaciones, estas deben ser éticas. Tienen que implicar acciones justas, pues de lo contrario no pasará la prueba de lo moral. Esto significa algo más que conformarse con lo que es legal. Los estándares éticos y morales van más allá de las prohibiciones de la ley y del lenguaje de «no deberás», hasta los aspectos del deber y el lenguaje de «lo debes hacer y no lo debes hacer». La ética concierne al deber humano, y a los principios en los cuales se basa este deber.