Portada » Economía » Función de Producción en la Empresa: Relevancia Estratégica y Decisiones Clave
En las últimas décadas, el interés por los temas relacionados con la función de producción en general y la estrategia de producción se han desarrollado, desde una perspectiva teórica como empírica, habiéndose reconocido su contribución a la mejora de la posición competitiva de la empresa y de la industria.
La empresa es consciente de que para obtener ventajas competitivas, no solamente tiene que conocer y usar los nuevos métodos y técnicas de fabricación, sino que ha de otorgar la misma importancia a las actividades estructurales como a las de infraestructura.
Miller y Rogers consideraron la función de producción como un arma competitiva al tener en cuenta que las decisiones relativas al área de producción formaban una parte esencial de la estrategia de negocio.
Durante el periodo comprendido entre el inicio de la industrialización y la primera mitad del siglo XX, se desarrolla el modelo tradicional de la gestión de la producción, recibiendo una atención privilegiada. Sin embargo, esto cambió después de la Segunda Guerra Mundial, tomando como importantes las decisiones de comercialización y de financiación.
La crisis de los años 70 produjo una serie de cambios en el entorno empresarial, modificando la organización de los procesos productivos consiguiendo adaptarse a esta situación. Por lo tanto, la función de producción vuelve a retomar la importancia, comenzando a observarse una progresiva atención y preocupación por la búsqueda de nuevos enfoques en relación con el diseño, la planificación, funcionamiento, dirección y control de la función de producción.
Es necesario destacar la figura de Skinner, quien dio el primer paso para otorgar a la función de producción un papel estratégico.
En consecuencia, se pone de manifiesto la participación activa de la función de producción en el proceso estratégico de cada unidad de negocio.
Para ello, es necesario formular explícitamente unos objetivos de producción e implantar las políticas y decisiones que permitan su consecución.
Así se pone de manifiesto la existencia de una relación entre la estrategia de producción y la estrategia competitiva del negocio.
Independientemente del enfoque que usemos para estudiar la función de producción de una empresa, en cualquiera de sus áreas de actividad se han de tomar decisiones, y este proceso decisorio es una realidad omnipresente en todos los niveles de dirección y gestión.
En relación con el área de producción, la dirección ha de tomar un conjunto de decisiones, no sólo con su alcance e importancia, sino también con el nivel directivo al que competen. Pueden establecerse 3 categorías:
a) Decisiones estratégicas. Suponen importantes inversiones de capital. Su impacto es a largo plazo y una vez iniciada su implantación es muy difícil su reversibilidad. Las decisiones de este tipo más comunes son relativas a:
b) Decisiones tácticas. Son decisiones de carácter operativo, afectan al gasto corriente y repercuten en el beneficio a corto y medio plazo. Afectan a la mano de obra de producción y repercuten en las políticas de operaciones, abarcan los sistemas de apoyo a los procesos de fabricación como son los sistemas de planificación y control de la producción, organización, gestión del personal, gestión de calidad. Las decisiones más comunes son las siguientes:
c) Decisiones operativas. Decisiones que afectan a la regulación directa del flujo de operaciones del área de producción. Son estandarizables, a corto plazo y comprometen pocos recursos materiales.