Portada » Historia » Franco unifica las dos únicas fuerzas políticas permitidas en «territorio nacional», Falange Española, y los carlistas, dando lugar a un nuevo partido llamado:
b) La guerra en la primera mitad de 1938: de Teruel al Mediterráneo. (mapa 4)Durante un año crucial, 1938, uno y otro bando se esfuerzan en conseguir la iniciativa. Tomado el Norte, Franco preparaba una nueva ofensiva sobre Madrid.
La operación no se llevó a cabo ante el ataque republicano sobre Teruel diseñado por el Estado Mayor del Ejército republicano que tiene ahora a su frente al general Vicente Rojo que toma la ciudad el 7 de Enero de 1938.
Franco ordenaba la contraofensiva y reconquista la ciudad.Tras la toma de Teruel, el plan de Franco consistíó en penetrar por el valle del Ebro con el objetivo de alcanzar las costas del Mediterráneo y dividir en dos el territorio republicano. Así se conquistaba Lérida y se llegaba al Mediterráneo por Vinaroz.
Entonces, Franco orienta su ofensiva en la regíón levantina hacia el Sur, con la intención de llegar hasta Valencia. El 14 de Junio se ocupa Castellón. Se sigue hacia Valencia, pero la República responde con una gran ofensiva. Es la batalla del Ebro, desarrollada entre Julio y Noviembre de 1938. c) La batalla del Ebro (25 de Julio de 1938-15 de Noviembre de 1938)
.La última gran batalla de la guerra comienza el 25 de Julio con el paso del río Ebro por Mequinenza. El avance republicano sigue hasta el día 30, pero entonces se detiene con resultados mediocres. Las batallas más duras se producen en Septiembre. La lenta recuperación de territorio continúa en Octubre y la definitiva contraofensiva franquista comienza el día 28 de Octubre, el mismo en que las Brigadas Internacionales se despedían de España en Barcelona. El día 15 de Noviembre, las últimas fuerzas republicanas repasaban el Ebro. Concluía la batalla más encarnizada de la guerra (30.000 bajas franquistas y el doble republicanas), un ejemplo de batalla de desgaste que terminó con buena parte de las reservas republicanas3. La última etapa de la guerra (Noviembre del 38 a Marzo del 39).Se entraba, pues, en el último ciclo de la guerra, breve y de escasa actividad bélica, que culminaría con la descomposición política interna de la República, hasta concluir con el Golpe de Estado del coronel Casado en Madrid, a primeros de Marzo, rebelándose contra el gobierno de Negrín. El 23 de Diciembre de 1938 inició Franco su ofensiva final en Cataluña. Ocupada ya Lérida (antes de la batalla del Ebro), Tarragona cae el 15 de Enero y Picasso pintó para el pabellón de la República Española en la Expo de París este cuadro, impactado por el bombardeo del día 26 de Abril de 1937 de esa población vasca.
Barcelona, sin luchar, el día 26. Después, el 4 de Febrero caía Gerona. Al día siguiente, Azaña y Negrín cruzaban la frontera, sin embargo, Negrín decidíó regresar para ponerse al frente de la zona republicana (CentroEste-Sureste), con el objetivo de continuar la resistencia: “¡Resistir es vencer!”, pero en la zona republicana el cansancio de la guerra estaba extendido entre la población. Así, Febrero fue un mes dramático, por la sorda lucha entre los partidarios de continuarla guerra a todo trance, como defendía Negrín con apoyo de los comunistas, con la esperanza de contar con un conflicto generalizado en Europa que se prevéía inminente, y los que querían pactar con Franco una paz, al menos, humanitaria. Ahora bien, Franco ya había promulgado la Ley de Responsabilidades Políticas, a comienzos de Febrero de 1939, que no daba pie a la esperanza precisamente. En la regíón Centro, por tanto, ya no se combatíó. El coronel Casado, jefe del Ejército del Centro, el 5 de Marzo, creaba un Consejo de Defensa (compuesto de socialistas, anarquistas y republicanos) contra el gobierno de Negrín, al que acusan de estar al servicio de los comunistas, siendo éstos perseguidos en Madrid. Viendo todo perdido, Negrín y su gobierno abandonaban España el 6 de Marzo. Casado, naturalmente, fracasó en su negociación con el gobierno de Franco, que solo admitía la rendición incondicional. Estos hombres cometían la ingenuidad de pensar que Franco podía pactar con ellos. No sucedíó así, y las tropas de Franco entraban en Madrid el 28 de Marzo. El 1 de Abril de 1939 Franco comunicaba a todo el país la finalización de la guerra.
III. EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LAS DOS ZONAS Y CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO.1. La evolución política.a) Evolución política de la España republicana.
La sublevación había provocado la inmediata dimisión del gobierno, dirigido por Santiago Casares Quiroga, y el encargo del presidente Manuel Azaña a Diego Martínez Barrio para formar nuevo gobierno (18 de Julio). El fracaso de éste en sus gestiones, con el mismo Mola, para paralizar el movimiento insurgente le llevó a dimitir. El 19 de Julio Azaña confió a José Giral la formación de un nuevo gobierno, integrado por republicanos de izquierda, que tomó el acuerdo de entregar armas a las milicias de las organizaciones obreras.
Largo Caballero, líder de la izquierda del PSOE, formó un primer gabinete de amplísima coalición que integraba a nacionalistas vascos y catalanes, a los partidos republicanos, al PSOE y al Partido Comunista y posteriormente anarquistas. El gobierno de Largo Caballero acometíó las principales reformas políticas (continuó la reforma agraria, nacionalizó industrias…) y militares (creación del Ejército Popular). Sin embargo, nuevos factores vinieron a complicar la situación. Largo Caballero, en efecto, tuvo problemas con los comunistas (aumentan su protagonismo con los suministros rusos) y los anarquistas. Éstos no renunciaron a su propia política, insistían en las colectivizaciones y ponían resistencia a integrar sus milicias en el Ejército Popular.
Al final, las diferencias en cuanto a la política a seguir terminaron afectando al mismo gobierno
. Para unos (una parte de la CNT, la FAI y el POUM) lo esencial era la revolución proletaria que haría ganar la guerra contra el fascismo; para otros (la mayor parte del PSOE, comunistas y la UGT) lo prioritario era fortalecer el Estado para poder ganar la guerra.
Los enfrentamientos llegaron a su culminación en Mayo de 1937, con combates en Barcelona entre partidarios de ambos grupos. En esa lucha fue detenido y asesinado el líder más prestigioso del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista. Aunque Marxistas, sus ideales casaban más con planteamientos anarquistas y libertarios, no aceptaban la autoridad del PCE), Andreu Nin. Como consecuencia de los sucesos de Barcelona cayó el gobierno de Largo Caballero formándose uno nuevo dirigido por el socialista Juan Negrín (Mayo de 1937).
Juan Negrín trasladó la sede del gobierno de Valencia a Barcelona (Octubre de 1937), buscando el control de las industrias bélicas catalanas. En un intento de lograr un acuerdo con los nacionales y pactar una paz negociada, el gobierno aprobó un documento, que se hizo público el 1 de Mayo de 1938, conocido por “Los Trece Puntos de Negrín”. Eran una oferta de paz como marco para parar la guerra, pero fueron rechazados de manera categórica por Franco, que no estaba por negociar.
b) Evolución política de la España sublevada.Los sublevados se definían como “nacionales”, por su defensa de la unidad de España, y terminaron construyendo un Estado autoritario donde el poder recaía en una persona. La muerte del general Sanjurjo en accidente de aviación cuando se dirigía a Burgos para encabezar la rebelión, puso en primer plano la figura de Franco, a quien solamente podían hacer sombra figuras como Mola, quien también fallecería el 3 de Junio de1937 en otro accidente de aviación.
La Junta de Defensa Nacional, creada por los rebeldes en Burgos, en Julio de 1936, funciónó como embrión de un nuevo gobierno opuesto al régimen republicano: proclamó el estado de guerra, suprimíó todos los partidos políticos del Frente Popular, restituyó las tierras a sus antiguos propietarios…. A finales de Septiembre, desaparecía la Junta de Defensa Nacional y Franco era elegido “Jefe del Gobierno del Estado español” y “Generalísimo”, es decir, jefe supremo de todos los ejércitos sublevados. Franco reunía la jefatura política y militar del nuevo Estado, la España nacional. La inexistencia de una dirección clara en la Falange -preso en Alicante su líder, José Antonio Primo de Rivera-, que sería juzgado y fusilado en Noviembre, le permitíó a Franco ponerse a la cabeza de la Falange, objetivo conseguido a través del Decreto de Unificación obra de Serrano Súñer, en Abril de 1937, por el que Franco se constituyó en jefe nacional del partido único que, con el nombre de Falange Española Tradicionalista y de las JONS,
(Posteriormente conocido como Movimiento Nacional o “El Movimiento”) fusión de falangistas y carlistas, bajo la jefatura de Franco, surgía para agrupar las fuerzas políticas que se habían unido a la sublevación. En pocos meses, Franco reunía en su persona todo el poder: el Ejército, el gobierno del Estado y el partido único. En Enero de 1938 se constituyó el primer gobierno del nuevo Estado. A partir de ese momento, el poder en todos sus aspectos radicaría en el Generalísimo, que concentraba la jefatura del Estado y la presidencia del gobierno. El primer gobierno de Franco constituía un agregado de las fuerzas conservadoras, compuestas por tradicionalistas, falangistas y, sobre todo, militares. Como remate del proceso de legitimación de la guerra, el episcopado español se dirigía en Julio de 1937 a los católicos del mundo con una carta colectiva, escrita por el cardenal Gomá, en la que explicaba la naturaleza religiosa de la guerra y se daba el respaldo al bando sublevado.
Todavía sigue siendo objeto de debate las pérdidas humanas causadas por la Guerra Civil. Se calcula que la cifra de muertos estaría en torno a unos 450.000, donde se incluyen las muertes ocasionadas por la guerra y por las actividades represivas, o sea, los asesinatos en la retaguardia de ambos bandos donde se desarrolló el “terror rojo” y el “terror blanco”. Otra cifra que debe valorarse es la de los emigrados políticos, el exilio republicano. Entre Enero y Febrero de 1939 se calcula que salieron por la frontera francesa alrededor de 400.000 personas desde Cataluña. Aunque una parte retornaría en los primeros meses de la posguerra (unos 100.000 hasta 1945), se calcula que la emigración política alcanzaría a unos 300.000 hombres. En cuanto a los prisioneros de guerra, las cárceles franquistas se llenaron de personas acusadas por delitos políticos. Al acabar el conflicto, más de 250.000 personas ingresaron en prisiones o en campos de trabajo forzado. El gobierno de Franco también introdujo la depuración entre los sectores de la administración o del funcionariado: burocracia, ejército, policía, profesores, maestros y jueces. El avance cultural y educativo conseguido a lo largo de la llamada Edad de Plata de la cultura española entró en quiebra. Las consecuencias en el terreno económico fueron desastrosas para el país: la pérdida de reservas, la disminución de la población activa, la destrucción de infraestructuras viarias y fabriles, así como de viviendas -todo lo cual provocó una disminución de la producción- y la caída del nivel de renta. Las consecuencias políticas fueron el final de la experiencia modernizadora y democratizadora que España había decidido iniciar en 1931 y el inicio de un larguísimo período de represión, de falta de libertades políticas y la supresión de derechos fundamentales de las personas