Portada » Lengua y literatura » Formulario de prestamo bancario
La cuenta de ahorro vivienda tiene por objeto la constitución de un fondo de ahorro con la finalidad de adquirir, ampliar, rehabilitar o construir la vivienda habitual del titular o titulares. Su formalización es mediante libreta y la remuneración en tipo de interés es superior a la de las cuentas de ahorro a la vista. El atractivo de esta cuenta reside, además de en tipo de interés, principalmente en la desgravación fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) La duración de la cuneta tiene un tope máximo de cuatro años, pues las normas fiscales obligan a destinar el fondo de ahorro, a las finalidades mencionadas de vivienda dentro de los cuatro años siguientes a su apertura. Se pierden en su totalidad los beneficios fiscales si se incumple dicho plazo o se destina el fondo a fines distintos de los citados. Imposiciones a plazo fijo y certificados de depósitos: Las imposiciones a plazo fijo son contratos de depósitos de dinero, mediante los cuales los clientes se comprometen a mantener en la entidad bancaria, hasta sus vencimientos, los importes de los depósitos. Se documentan en libretas. La libreta es siempre nominativa e intransferible. Los plazos de las imposiciones varían desde un mes a cualquier tiempo pactado. Los tiempos de interés son más altos que los de las cuentas de ahorro, debido a su reducida disponibilidad. Los intereses devengados se abonan en la cuenta corriente o de ahorro a la vista que tenga abierta el titular en la entidad. En los vencimientos de las imposiciones, el cliente puede prorrogarlas por otro plazo igual al inicial, o bien cancelarlas. Los certificados de depósito son documentos o resguardos (no libretas) acreditativos de imposiciones a plazo fijo, emitidos por las entidades bancarias, y transmisibles por endoso en cualquier momento. Los certificados por la entidad bancaria, expresando el importe, vencimiento, tipo de interés y forma del pago. Operaciones activas: Las operaciones de activo más habituales son: Las operaciones de descuento de efectos comerciales. Los prestamos. Los créditos. El aval bancario. Desde el punto de vista financiero, las operaciones de activo de las entidades de crédito las clasificamos, en función de su plazo de vencimiento, en: Operaciones a corto plazo, como las operaciones de descuento de efectos, pólizas de crédito, anticipos, tarjetas, etc. Operaciones a largo plazo, como las operaciones de préstamos en general (préstamos de financiación, préstamos hipotecarios, etc.) El descuento de efectos comerciales: Los aplazamientos están documentados, normalmente, en letras de cambio, recibos, etc. Debido a que la causa de emisión de la letra o del recibo es una operación comercial (compraventa, servicio, etc.), estos documentos reciben el nombre efectos comerciales. Las empresas emiten o libran letras y recibos contra sus clientes-deudores (otras empresas) por varias causas: Es una práctica comercial habitual de aplazamiento de los pagos-cobros. Representan un compromiso de pago de la deuda y una garantí de cobro en el vencimiento. En caso de impago, pueden reclamarse judicialmente y llegar al embargo de los bienes del deudor para resarcirse de la deuda y de los perjuicios ocasionados. La facilidad para transformarse en dinero líquido o efectivo en cualquier momento, mediante el mecanismo del descuento comercial. El descuento comercial de letras es la operación activa mediante la cual una entidad bancaria anticipa el importe de las letras menos los intereses, comisiones y otros gastos derivados de la operación. Liquidación de efectos descontados: La liquidación de efectos descontados consiste en calcular el total de los gastos de las operaciones de descuento. El total de gastos de la liquidación comprende tres conceptos: El descuento propiamente dicho o los intereses de descuento. La comisión bancaria. Los gastos de correo.Dc= Cnx n x i/360 Préstamos personales: Los préstamos personales son aquellos que se conceden a partir de la garantía de solvencia económica del cliente (ingresos periódicos suficientes) y/o la solvencia de otras personas que actúan como avalistas de la operación. Los avalistas o fiadores contraen la obligación de pago del préstamo en caso de que no lo haga el prestatario. Las personas físicas destinan estos préstamos al consumo; compra de un coche, equipamiento y arreglo de la vivienda, etc. Las personas jurídicas los utilizan normalmente para financiar su activo circulante (banco, caja). En este tipo de préstamos el periodo de amortización suele estar comprendido entre uno y cinco años. Las entidades bancarias siguen unas reglas de actuación: Comprobar los ingresos del solicitante, así como sus compromisos de pago actuales y futuros. Para las personas: nóminas, balances. Para las empresas: cuentas de pérdidas y ganancias. Analizar la historia del solicitante si es cliente de la entidad. Recabar informes de las fuentes oportunas. Informarse de la antigüedad en el trabajo o de la empresa, su presente y perspectivas de futuro. Establecer una correlación lógica entre el importe del préstamo y los plazos de amortización. Determinar, en algunos casos, el patrimonio del solicitante y de las personas avalistas. El préstamo personal se formaliza en un documento denominado póliza de préstamo. En el momento de la firma del contrato, interviene un corredor de comercio quien da fe de la operación y así convierte la póliza en un documento público. Préstamos hipotecarios Las garantías exigidas a los clientes son bienes inmuebles o muebles. Los préstamos hipotecarios son los concedidos con garantía de hipoteca mobiliaria sobre los bienes inmuebles (edificios y terrenos) propiedad del cliente. La entidad bancaria, en caso de que el cliente no cumpla sus obligaciones de pago, puede embargar los bienes inmuebles y posteriormente venderlos en pública subasta para resarcirse de la cantidad adeudada. La formalidad de los préstamos hipotecarios exige escritura pública, redactada por un notario y firmada por éste, la entidad bancaria y el cliente. Además, la escritura debe inscribirse en el Registro de la Propiedad. Los préstamos hipotecarios son concedidos a personas físicas o jurídicas. Su devolución o amortización es a largo plazo, entre 10 y 40 años. Los intereses cobrados por las entidades de crédito dependen del tipo de préstamo, de la duración del mismo y de las garantías aportadas por el prestatario. En la actualidad, los préstamos personales pagan un tipo de interés entre el 8 y el 10%, los préstamos hipotecarios a interés fijo alrededor del 6% y los préstamos hipotecarios a interés variable entorno al 3,5%. Los descubiertos: Son situaciones con saldo deudor en una cuenta corriente o en una cuenta de ahorro. En consecuencia, se entiende legalmente por descubierto toda la cantidad activa que las entidades bancarias a sus clientes, cuyo límite no esté respaldado por una póliza de crédito. Nc=saldo · días /100 Intereses= n/364/i Irpf de Comisión % de