Portada » Español » Formalismo Ruso y Nueva Crítica: Un Análisis Comparativo de la Teoría Literaria
En 1915 se forma el Círculo Lingüístico de Moscú, liderado por Roman Jakobson. En 1916, surge la Asociación Opojaz para el estudio del lenguaje poético, con miembros como V. Shklovsky y B. Eichenbaum. La Revolución rusa de 1917 inicialmente no afecta al formalismo, pero con el tiempo, los formalistas enfrentan críticas de los marxistas. Esta tensión aumenta, y muchos formalistas se exilian, formando un círculo en Praga. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias llevan a la disolución del grupo. A pesar de su oscuridad inicial, el formalismo ruso gana reconocimiento internacional gracias a la difusión de sus ideas en idiomas como el inglés y el francés.
El valor de la teoría del formalismo reside en que avanza en 3 aspectos:
Surge como reacción a la crítica literaria del momento, tanto impresionista como positivista, que carecía de rigor y objetividad. Los formalistas buscan evitar la subjetividad y superficialidad, centrándose en una reflexión estética y teórica de la literatura y la crítica. Su objetivo principal es definir el objeto de estudio y desarrollar métodos adecuados para estudiarlo. Consideran que la literariedad radica en el lenguaje mismo, y que los textos literarios tienen un lenguaje propio y diferente al cotidiano. Para ellos, es crucial estudiar el texto en sí mismo, sin tener en cuenta factores históricos o psicológicos, lo que los lleva a adoptar un enfoque inmanente, ahistoricista y anti psicologista.
La diferencia entre el lenguaje poético y el cotidiano es la diferencia entre perceptibilidad (lenguaje poético) y automatización (lenguaje cotidiano, por cuestión de ahorro de energía).
Lo que debe conseguir el poeta es la desautomatización y la perceptibilidad, que el texto se perciba, que la idea no sea comunicada directamente. Hay que conseguir que el lector se fije en la forma en que el poeta está diciendo las cosas. Se trata de romper la rutina y buscar nuevas formas, y eso es lo que los formalistas rusos llaman desvío o extrañamiento o cualidad de divergencia.
La manera de desautomatizar el mensaje de la que dispone el poeta es empleando el desvío o extrañamiento o cualidad de divergencia.
Desvío o cualidad de divergencia: algo que diverge, que se separa del camino habitual, tiene que evitar la forma previsible. Extrañamiento nos da la clave para hacer eso, buscando las claves extrañas, que sorprendan. Para entender todo esto ponemos varios ejemplos: el de la perceptibilidad, la percepción funciona tomando como referencia lo que conocemos y lo que no. Otra comparación al hablar del lenguaje poético: el poeta busca la dificultad, al formalismo ruso le interesa el terreno fangoso porque busca la reflexión y la pausa en su obra.
Surge en el contexto del formalismo ruso. Este concepto, aunque creado en los años 20, fue revivido en los años 80-90 y ganó popularidad en los años 50-60.
Se define de varias maneras:
Jakobson también distingue entre la función poética y emotiva, y señala que las funciones del lenguaje pueden combinarse. Además, los formalistas analizan la diferencia entre verso y prosa, dando importancia al ritmo en la creación poética.
Estudian la narración, diferenciando entre trama y argumento:
También habla de motivo como la unidad mínima de la acción y distingue dos tipos: libres (pueden pasar o no) y determinados (necesarios para que la trama evolucione).
Rechazan la dicotomía fondo-forma, afirmando que son inseparables y que todo tiene significado estético. El poema nace con forma y contenido, ambas cosas, la corporeidad es importante. De hecho, dijeron que todo lo que tiene que ver con el contenido en realidad son una excusa para poder decir algo, que haya una forma. Al final la forma es lo que hace que un poema sea poema.
También hablan de la técnica del realismo, dicen que no hay más realidad ahí que en una novela de fantasía; sino que es una técnica que hace que parezcan más reales. De hecho, hay novelas de fantasía cuya técnica puede ser realista; por ejemplo, El Señor de los Anillos.
La Nueva Crítica angloamericana no es exactamente una escuela debido a la variedad que hay entre estos críticos, por lo que más bien se habla de tendencia o movimiento crítico angloamericano, especialmente norteamericano, que tiene vigencia desde 1930 a 1950. Aunque dentro del New Criticism sí hay una escuela, la del Sur, en la que están John C. Ransom, Cleanth Brooks, Allen Tate y Robert Penn Warren; y otros como Yvor Winters, Kenneth Burke y William K. Wimsatt. A todos los une el rechazo por la crítica anterior: a la impresionista al querer convertir su impresión en ley y contra la crítica erudita de tipo positivista porque no analizaba en profundidad las obras. Al igual que el formalismo ruso, pues aunque no tenían contacto entre sí, ambos partían de la misma situación y son inmanentistas. De modo que coinciden en algunas ideas, aunque hay diferencias, ya que los rusos eran más teóricos y los norteamericanos más críticos.
Algunas de esas características comunes son:
Era poeta también pero se le conoce más por ser un crítico muy conservador, tradicionalista y ortodoxo que opinaba que el ser humano por naturaleza está muy limitado necesitando la guía de la tradición, el orden y la disciplina. Ello responde a un pensamiento de carácter neoclásico y una estética objetiva, siendo un ataque a la poética romántica (individualistas que reivindicaban libertad, no aceptaban reglas). Por lo que ve la poesía como un oficio riguroso y exacto que se aprende con trabajo y esfuerzo. El poeta no debe simplemente expresar el ego.
Se le incluye entre los nuevos críticos, pero Richards era psicologista, dándole mucha importancia en la literatura y lectura; mientras que los nuevos críticos son inmanentistas. Consideraba que la poesía serviría para armonizar, ordenar los impulsos del ser humano, proporcionando un valor terapéutico y una manera de canalizar las emociones. Los nuevos críticos tienen en cuenta su distinción entre dos tipos de significado: meaning (significado objetivo o denotativo) vs significance (significado subjetivo o connotativo). [Ej.: Mar: cantidad ingente de agua sujeta a mareas // angustia vital; muerte; plenitud]. También aceptaron su idea sobre que el lenguaje poético es ambiguo, sugerente y plurisignificativo [Jakobson ya lo decía, pero lo conocieron más tarde]. Otra idea que influyó bastante en los nuevos críticos es la importancia del contexto, pues el significado literario sólo se capta en su contexto lingüístico dentro del propio texto.
Destacado poeta del grupo Bloomsbury y crítico influyente para los nuevos críticos, aboga por la despersonalización de la poesía, rechazando la expresión directa de los sentimientos del poeta en favor de un enfoque más objetivo. Propone que las emociones se transmitan de manera indirecta a través de técnicas como el correlato objetivo, donde un personaje en el poema experimenta las emociones en lugar del poeta, creando una voz poética impersonal. Para Eliot, el texto es autónomo y debe estudiarse por sí mismo, sin recurrir a la biografía del autor o al contexto histórico. Rechaza la noción de historicismo, argumentando que todas las obras literarias existen simultáneamente y son independientes de su época o contexto.
Destacado líder de los Nuevos Críticos, promueve una visión de la crítica literaria que rechaza la influencia de las emociones personales. Su enfoque se centra en el análisis objetivo de la obra, distanciándose de la crítica impresionista y del subjetivismo. Para Ransom, la obra literaria es un todo autónomo con sus propias normas, donde cada elemento interactúa para generar tensiones. Considera que el juicio literario es perfectible y nunca está terminado, ya que siempre se pueden añadir nuevos datos o rectificar los existentes. Además, sostiene que la crítica no debe limitarse a la sinopsis o la paráfrasis, ya que estas desvirtúan la complejidad y el valor estético de la obra.
Los Nuevos Críticos distinguen entre prosa y poesía, considerando la prosa como un lenguaje no literario y la poesía como literaria. Según Wimsatt, la poesía es antilógica mientras que la prosa es lógica. Ransom coincide en que la poesía es más compleja que la prosa, ya que además de la lógica, incorpora elementos como el ritmo y la retórica. Brooks añade que la poesía es indirecta y sugestiva, utilizando metáforas y símbolos para transmitir significados más imprecisos que el lenguaje natural. Los Nuevos críticos rechazan la paráfrasis como una reducción del lenguaje poético, ya que este no puede convertirse completamente en afirmaciones lógicas. Consideran crucial el contexto, ya que los elementos del texto se comprenden dentro de él, y defienden la inseparabilidad entre forma y contenido. A diferencia de la estilística, valoran la formación lingüística y literaria del crítico, y promueven el método del close reading para un análisis detallado de los elementos del texto sin recurrir a fuentes externas.