Portada » Español » Fonética, Fonología y Lírica Medieval: Un Recorrido Completo
La fonética es la disciplina lingüística que estudia la naturaleza de los sonidos lingüísticos analizados en su carácter físico.
La fonología estudia los aspectos mentales o abstractos de los sonidos de la lengua.
Asocia lengua y habla a la fonología y fonética.
La unidad mínima de estudio de la fonética es el sonido lingüístico; la unidad mínima de estudio de la fonología es el fonema.
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La disciplina lingüística que se encarga de su estilo: se pronuncian superpuestos y de forma simultánea con los fonemas o segmentos.
El sonido lingüístico:
Éste parte de una decisión consciente que origina un impulso nervioso neuromotriz; por medio del nervio recurrente, este impulso llega hasta el diafragma y las cuerdas vocales. Después el diafragma se comprime contra los pulmones y se expulsa el aire para la fonación.
Alófono: cuando tenemos un conjunto de sonidos que constituyen versiones de un mismo fonema, hablamos de alófonos. Si en una palabra sustituimos un fonema por otro se produce un cambio de significado, mientras si lo sustituimos por un alófono solo se da una pronunciación diferente pero el significado no varía.
Mudéjar: musulmán que vive en territorio cristiano pero no renunciaba a su lengua ni a sus creencias.
Morisco: musulmán que vive en territorio cristiano y que es convertido al catolicismo.
Muladíes: hispanogodos, islamizados e incorporados al mundo musulmán.
Mozárabe: hispanogodo que mantenía su lengua y sus creencias religiosas.
En el siglo XII en Provenza, la poesía trovadoresca, cuyo centro de gravedad se desplazó a la vecina Cataluña en el siglo XIII. Cultivada por trovadores. Sus composiciones eran destinadas al canto, fueron divulgadas por músicos-cantores: los juglares. Los trovadores crearon un arte refinado difícil y sometido a leyes rígidas. Géneros:
Esta poesía tenía un amor cortés que era el arte de amar de la cortesía y fue entendido como un servicio a la dama, considerada un ser superior. El representante de este amor era Guillermo de Poitiers, duque de Aquitania. Etapas del amor cortés:
Sobresalen las cantigas de amor, cultivadas en el oeste peninsular durante los siglos XIII y XIV. Éstas son herederas de la cansó provenzal, pero se transforma en tristeza y tormento, y amar y morir se equiparan. No hay presencia de la naturaleza: el entorno es urbano, más bien palatino. Métrica variada y artificiosas y una división estrófica compleja. Cancionero de burlas: hay dos tipos de composiciones.
Cancionero religioso: constituido por las cantigas de Santa María, obra del rey Alfonso X el Sabio.
El tema de las composiciones de esta lírica es el amor, de tipo homosexual. El escenario es urbano y aparecen referencias a la flora y la fauna. En los siglos X y XI surgieron en Al-Ándalus dos tipos de poemas estróficos: el zéjel y la moaxaja.
Son las jarchas andalusíes, las cantigas de amigo gallego-portuguesas y los villancicos castellanos.
La nobleza se dedicaba a las ceremonias cortesanas y al cultivo de la poesía para evadirse del desorden sociopolítico imperante, así surgió la poesía cancioneril.
La poesía cancioneril castellana tiene su base en la poesía trovadoresca.
El nombre de la poesía cancioneril se debe a que se encuentra recopilada en cancioneros se recogen dos tipos de composiciones:
En cuanto a la métrica, en la poesía cancioneril se usa el octosílabo grave, acompañado a veces del quebrado y el verso de arte mayor, dividido en dos hemistiquios, con dos fuertes acentos en cada uno, separados por dos sílabas átonas.
El tema principal de la lírica cancioneril es el amor y su ideología la del amor cortés.
El amor es una fuerza sobrecogedora que aumenta con la resistencia de la amada: se acepta el sufrimiento por amor y hasta se halla placentero.
El léxico expresa metafóricamente el sometimiento del caballero a la dama y también se relaciona con la guerra: las armas del amor, la herida causada por la amada y con la religión. En muchos casos se percibe una corriente de erotismo que incluso llega a ser obscena.
La poesía cancioneril aborda también cuestiones relacionadas con la inestabilidad socioeconómica del siglo XV. Algunos poemas critican los abusos de grupos o individuos; otros condenan al mundo; y un tercer grupo propugna una actitud estoica.
La poesía religiosa critica la corrupción y relajación de las costumbres. Incluye gozos, pesares y loores de la virgen y en el último cuarto de siglo se incorpora la figura de Cristo.
Destacan dos autores: Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana y Juan de Mena. En la segunda mitad de la centuria sobresale la figura de Jorge Manrique.
Formado en la corte de Alfonso V de Aragón, el marqués de Santillana cultivó la poesía moral, política y alegórico-narrativa.
En su producción sobresalen las serranillas, que narran el encuentro entre un caballero y una pastora en un entorno real y concreto.
El marqués de Santillana intentó también aclimatar al castellano el soneto italiano; a esta forma estrófica corresponden cuarenta y dos de sus poemas.
Autor de cantigas y decires amorosos de tono intelectual y estilo artificioso la obra más destacada de Juan de Mena es Laberinto de Fortuna, dedicada al rey Juan II. En este extenso poema emplea el dodecasílabo, complica la sintaxis y el léxico, e introduce múltiples topónimos y listas de autores.
Es el máximo representante de la lírica castellana en el siglo XV.
Como poeta cancioneril, cultivó la poesía amorosa y burlesca; pero su obra cumbre es el poema elegíaco Coplas a la muerte de su padre.
Constan de cuarenta estrofas denominadas coplas manriqueñas de pie quebrado.
Las coplas manriqueñas están constituidas por doce versos que siguen esquema métrico 8a 8b 4c 8a 8b 8e 4f 8d 8e 4f.
En la obra se distinguen dos partes: la primera de carácter general 24 estrofas, en la segunda dieciséis coplas restantes, se exalta la figura del padre del autor.
Caracterizado por su naturalidad, es profundamente innovador en relación con la tradición literaria anterior. El poeta sustituye el estilo elevado de la gran poesía del siglo XV por un estilo humilde, en el que adquiere relevancia el uso de sentencias.
Manrique deja los recursos eruditos y otros característicos de la poesía de su época para centrarse en el empleo de metáforas e imágenes, es habitual también el uso de interrogaciones retóricas.
El uso de un estilo sencillo debe contemplarse a la luz de la finalidad de la predicación.
El tema de la muerte como personaje vengador y despiadado, poseedora de un poder igualatorio y contra la cual es imposible oponer resistencia.
En las coplas, Manrique no describe la muerte con rasgos macabros, sino que la presenta como ministra de Dios.
Aunque el tema de la fama se halla en otros escritores del siglo XV en las coplas se utiliza con el sentido en que se empleaba en Italia en esta centuria: la fama por los actos realizados en esta vida repercute favorablemente en el goce que los bienaventurados tendrán en la otra.
Rodrigo consigue vencer a la muerte y alcanzar de esta forma la vida eterna.