Portada » Biología » Fisiología y Estructura de los Riñones: Componentes y Funcionamiento
Corpúsculo renal o de Malpighi
Túbulo contorneado proximal (TCP)
Asa de Henle (AH)
Túbulo contorneado distal (TCD)
Túbulos colectores
Los riñones desempeñan varias funciones cruciales para el mantenimiento de la homeostasis:
Los glomérulos funcionan como filtros de sangre. El agua, los desechos metabólicos y algunas sales minerales abandonan los capilares glomerulares y se dirigen hacia el espacio de la cápsula de Bowman, para luego llegar a los túbulos renales.
Debido a la disposición en ovillo de los capilares glomerulares, la sangre que ingresa al corpúsculo renal a través de la arteriola aferente experimenta una gran resistencia, lo que provoca su filtración.
Sustancias de bajo peso molecular, como agua, aminoácidos, glucosa, sales minerales y sustancias nitrogenadas de desecho (urea, creatinina, ácido úrico y amoníaco), abandonan pasivamente los capilares arteriales y se depositan en la cápsula de Bowman. También se filtran sustancias necesarias para el organismo, como sales, glucosa y aminoácidos.
Las moléculas pesadas, como proteínas, lípidos y células sanguíneas, no son filtradas. Los riñones filtran alrededor de 125 mililitros por minuto, lo que suma un total de 180 litros diarios.
Las células del epitelio tubular recuperan las sustancias útiles que se filtraron en el glomérulo.
La reabsorción tubular ocurre en todo el sistema tubular: túbulos contorneados proximal y distal, asa de Henle y túbulos colectores. Este proceso se realiza por transporte activo o por difusión simple (transporte pasivo). Si las sustancias a reabsorber sobrepasan la capacidad de reabsorción de los túbulos, son eliminadas por la orina.
Además de recuperar sustancias, las células del epitelio tubular también secretan sustancias hacia la luz de los túbulos.
La secreción tubular implica el paso de componentes desde los capilares peritubulares hacia los túbulos.
La secreción tubular se realiza tanto por transporte activo como por difusión simple. Las sustancias secretadas incluyen hidrogeniones (H+), amoníaco (NH3) y amonio (NH4+).
Túbulo Contorneado Proximal (TCP):
Se reabsorben a la circulación sanguínea alrededor del 50-60% del agua filtrada, iones de sodio, cloro, calcio, bicarbonato y magnesio, toda la glucosa y la mayoría de los aminoácidos. Si algunas proteínas se filtraron, son reabsorbidas aquí.
Asa de Henle (AH):
Se recupera alrededor del 20% del agua filtrada y el 25% de los iones de cloro y sodio. La rama descendente es impermeable al sodio pero permeable al agua. La rama ascendente es permeable al sodio e impermeable al agua.
Túbulo Contorneado Distal (TCD):
Se reabsorbe hasta un 10% del sodio y cloro filtrados que no fueron absorbidos en el túbulo proximal. El cloro se absorbe por difusión simple, mientras que el sodio se reabsorbe mediante la bomba de sodio y potasio. Hay secreción de H+ (transporte activo) y K+ (pasiva).
Túbulo Colector:
Alrededor del 20% del agua filtrada se reabsorbe en el túbulo contorneado distal y en el túbulo colector, gracias a la hormona antidiurética (ADH), que aumenta la permeabilidad al agua. La ADH se secreta en respuesta a situaciones como hemorragias, estrés o emociones profundas. El alcohol inhibe la ADH, aumentando la producción de orina. La falta de ADH causa diabetes insípida (poliuria).
Las vías urinarias son conductos que transportan la orina desde los riñones hacia el exterior.
De adentro hacia afuera, presentan las siguientes capas:
Cálices Renales:
Pelvis Renales:
Uréteres:
Vejiga:
Uretra: