Portada » Biología » Fisiología de las Plantas en Condiciones Adversas
El estrés en las plantas es una situación provocada por cualquier factor externo que ejerce una influencia negativa en su desarrollo, generando una respuesta de crecimiento cualitativamente distinta. La capacidad de una planta para sobrevivir al estrés depende de la capacidad adaptativa de su genoma (plasticidad genotípica).
El crecimiento de una planta depende de la disponibilidad de agua. En cuanto a sus necesidades hídricas, las plantas se clasifican en:
Las áreas áridas o semiáridas se definen como aquellas en que las plantas transpiran menos o igual al 50% que en zonas donde el agua no es un factor limitante. El defecto de agua limita todas las funciones vitales de las plantas, afectando la expansión foliar, la fotosíntesis, la respiración, la nutrición, etc.
Los márgenes de temperatura en que se desarrollan las plantas son amplísimos:
Lo soportan mejor los tejidos deshidratados (semillas, yemas, polen, musgos, líquenes,…) y la resistencia al frío varía durante el ciclo vital (floración, estado más sensible). La aclimatación ocurre en presencia de luz (fotosíntesis).
Las heladas episódicas son muy dañinas, pero las periódicas y graduales permiten la aclimatación.
Las bacterias y los hongos son termófilos. Las menos resistentes al calor son las plantas alpinas y acuáticas. Hay distinta tolerancia por hábitat, estación y momento del día. Los órganos durmientes y deshidratados son muy resistentes (semillas y esporas soportan desde -70º hasta 150ºC). Aclimatación: Exposición a altas temperaturas subletales o choques térmicos.
Como en la sequía (pérdida de agua, desnaturalización de proteínas…).
Los tejidos deshidratados (semillas, esporas) soportan heladas.
El agua al congelarse forma cristales que dañan las membranas. Además, como en la sequía, hay poca agua disponible.
Como en el déficit de agua.
Frecuente en zonas costeras, estuarios, en terrenos de regadío por acumulación de sales del agua y, en general, en zonas donde la evaporación sea muy alta. Una alta concentración de sales en la rizosfera provoca déficit de agua y toxicidad iónica.
Como en la sequía (las sales en el suelo disminuyen Ψs). Toxicidad por acumulación de iones Na+ (que desplaza Ca++), Cl– (que disminuye la fotosíntesis) o SO42-.