Portada » Griego » Filósofos Griegos y Cristianos: Platón, Aristóteles, San Agustín y Santo Tomás de Aquino
Contexto: El marco histórico en el que se desenvuelve el pensamiento de Platón (427-347 a. C.) es el de la Atenas de los siglos V y IV a. C., una Atenas que pasa del esplendor a la decadencia. En primer lugar, los atenienses (y Grecia en general) se ven obligados a hacer frente a la invasión de los persas, hechos que se conocen con el nombre de Guerras Médicas (500-479 a. C.). Las Guerras Médicas tienen dos consecuencias para Grecia: por un lado, Atenas se convierte en la primera potencia económica; por otro, el fin de la guerra resucita las viejas rivalidades existentes entre Atenas y Esparta. Tiene lugar la elección de Pericles como estratega de Atenas, iniciando la época más gloriosa de la polis. Las Guerras del Peloponeso (431-404 a. C.) serán el punto de partida de la “decadencia” ateniense. Tras la derrota de Atenas, los vencedores instauran el gobierno de los Treinta Tiranos (404 a. C.): un grupo de aristócratas atenienses escogidos por Esparta entre los más antidemocráticos. Unos años después, en el 399 a. C., un gobierno democrático condena a muerte a Sócrates, bajo la acusación de pervertir a la juventud e introducir nuevos dioses en la ciudad.
Contexto: La labor intelectual de Aristóteles se desarrolla durante el siglo IV a. C. Durante el siglo V, Grecia había vivido su momento de máximo esplendor con la victoria sobre Persia en las guerras médicas. Sin embargo, ya a finales de ese siglo, 431-404 a. C., en la guerra del Peloponeso, Atenas había sufrido una dura derrota frente a Esparta y la unión de las polis griegas había quedado rota. Nos encontramos, pues, en una época turbulenta, de crisis del ideal griego y de la polis, la forma básica de organización política. Además, una nueva potencia emerge en el norte de Grecia: Macedonia, gobernada por Filipo, que irá conquistando toda Grecia y acabando con la independencia de las polis y con el modelo político tradicional griego. El mismo Filipo, conocedor del prestigio de Aristóteles, le hará tutor de su hijo Alejandro Magno. Este continuará la labor expansionista de su padre conquistando el Imperio Persa, Egipto y llegando hasta la India. Pero, con su muerte, el Imperio se dividirá entre sus generales, fraccionándose. Asimismo, Aristóteles, con la muerte de Alejandro, deberá abandonar Atenas y con ella su obra intelectual, como fue el Liceo que fundó allí, muriendo al poco tiempo después.
Contexto: La labor filosófica de San Agustín se desarrolla durante el final del siglo IV d. C. y la primera mitad del siglo V. Se trata de una época convulsa, marcada primero por la definitiva división entre el Imperio Romano de Occidente y el de Oriente, a la muerte del emperador Teodosio a finales del siglo IV, y el declive definitivo del Imperio Romano de Occidente con su invasión por los bárbaros. Efectivamente, los pueblos bárbaros se lanzaron a la conquista del imperio, llegando el visigodo Alarico hasta su capital, Roma, que saqueó en el 410. Las ciudades comenzarán así, acompañando a Roma, una lenta decadencia que iniciará un periodo de importancia del mundo rural que llegará a su apogeo con el feudalismo posterior. Es, pues, una época marcada por una profunda crisis del mundo clásico y el inicio de la Edad Media. Entre estos elementos novedosos destaca sobre todo el triunfo definitivo de una religión: el cristianismo.
Contexto: La labor intelectual de Santo Tomás de Aquino se desarrolla durante el siglo XIII, dentro de la denominada Baja Edad Media (s. XI-XV). Esta época comparte con la Alta Edad Media (s. V-XI) el Orden Feudal y los estamentos que dividen la sociedad, pero en ella se desarrollarán acontecimientos que supondrán la crisis del orden típico medieval y la aparición de la época moderna. El hecho principal que cabe destacar es la aparición de los burgos o ciudades, gracias al desarrollo económico propiciado por los numerosos avances técnicos. Frente al mundo anterior, que giraba en torno al Castillo o Monasterio, comenzarán a tener mayor protagonismo las ciudades y, con ellas, una nueva clase social: la burguesía, que irá poco a poco adquiriendo cada vez mayor importancia. En esta época se comienzan a esbozar los estados nacionales a través de la aparición de las nuevas monarquías, que irán aglutinando paulatinamente mayor poder frente a los señores feudales. La Iglesia, y en concreto el Papado, se independizará del poder político del Sacro Imperio Romano-Germánico, constituyéndose en un poder independiente (lucha de las investiduras).