Portada » Filosofía » Filosofía de Aristóteles: Naturaleza, Alma y Ética
Lo que causa el movimiento es el principio interno del movimiento. El movimiento se realiza cuando hacemos lo que es natural, y todo tiene como fin llegar a la perfección.
La teoría platónica supone una especie de síntesis de dos concepciones opuestas, entre el mundo sensible y el mundo perfecto de las ideas. Aristóteles le da valor al mundo sensible, pues solo en él está la realidad. La cuestión es encontrar ahí qué es. Intenta dar lógica al hecho sensible del movimiento. El no-ser absoluto es imposible, por lo que el movimiento es imposible. No ser relativo, ser en potencia algo que no es pero que puede llegar a ser. Ser lo que es actualmente, es decir, ser en acto. De este modo, tendremos que entender el movimiento como el paso de la potencia al acto, el paso del no-ser al ser. La naturaleza es algo que tiene una fuerza interna que hace que crezca, se desarrolle, cambie y se transforme. La potencia es el movimiento y cuando ya ha realizado el movimiento decimos que ese ser ya está en acto. Si no hubiera potencialidad, el movimiento sería imposible. Es necesario ese modo de ser intermedio entre el no-ser y el ser, el ser en potencia. Para que se pueda dar el movimiento, son necesarias estas tres realidades:
Asimismo, hay varias clases de cambios:
Es la doctrina que contempla la realidad física, natural y concreta como compuesta de materia (hyle) y forma (morfe). Ni la materia sola ni la forma sola constituyen al ser, sino que este es el compuesto de las dos realidades. Este compuesto se llama sinolon. Lo que permanece es la materia prima, mientras que lo que hace que cada cosa sea lo que es es la forma sustancial, es el eidos, es por lo que se preocupó Platón, pero que Aristóteles lo sitúa en la misma realidad de forma intrínseca.
Todas las sustancias naturales se componen de materia y forma. La materia es pasiva y la forma activa. Las causas intrínsecas son la materia y la forma. Otras dos causas extrínsecas son:
La sustancia de ese ser tan cambiante que es el hombre, su esencia. Cuerpo y alma: a diferencia de Platón, es un conjunto sustancial, hilemórfico. El cuerpo funcionaría como materia y el alma como forma. En Platón, cuerpo y alma eran una unión accidental y antinatural. Para Aristóteles, alma y cuerpo son una sustancia llamada hombre, que marchan juntos en una unidad de movimiento, de acciones y de operaciones.
Es la forma del cuerpo. Como forma, el alma es el principio vital. Pero distingue tres clases de alma o funciones del alma:
La esencia del hombre, lo que el hombre debe ser, su finalidad, es el bien. Su ética es finalista, al cual van unidos el placer y la felicidad. Ese bien supremo que no está subordinado a ningún otro fin es la felicidad. Lo primero de todo es vivir (animales y plantas), lo segundo es sentir (animales), y lo tercero es propio solo del hombre: pensar, razonar. Será feliz si realiza la actividad intelectual. El bien supremo consiste en una actividad, siempre movimiento hacia el fin.
El ser humano es por naturaleza un ser esencialmente político, social. Su esencia es pertenecer y convivir en sociedad. La naturaleza de una sociedad es ser feliz.
Cada comunidad deberá encontrar la organización que se adapte mejor a sus necesidades y recursos. El estado es también un ser dinámico que tiende a un fin, la felicidad. No solo se trata de sobrevivir, sino de vivir bien. Así, el objetivo de la política será dar las condiciones para que se dé una vida buena y perfecta, satisfacer las necesidades primarias y materiales, velando para que el individuo y el estado alcancen la felicidad.