Portada » Griego » Filosofía Antigua: Un Recorrido por sus Orígenes y Evolución
La filosofía, como la ciencia encargada de estudiar el origen de las cosas desde un punto de vista desmitificado, metódico y racional, ha tenido un profundo impacto en la historia del pensamiento humano.
El mito, un relato legendario y fantástico que trata de explicar el origen de un pueblo o de la humanidad, buscando respuestas a partir de los sucesos de la naturaleza y de las creencias religiosas, abrió las primeras fuentes de pensamiento filosófico en busca de algo unitario, que sea origen y principio de las cosas reales.
En un comienzo se veía a los dioses como los que infundían el alma, es decir, la vida a las cosas (teogonía). Con la desmitificación a través del tiempo, se asumió a la naturaleza como la manifestación de los dioses (cosmogonía). Luego, Tales de Mileto marcaría profundamente el pensamiento filosófico al plantear que las cosas no serían generadas por dioses, sino por un principio denominador común entre las cosas creadas (cosmología).
El etos se refiere a las normas culturales y morales que regían los pueblos de la antigüedad griega. Estos se encuentran contenidos en los poemas, doctrinas religiosas y en sentencias de poetas y sabios griegos. Los sabios gnomos = máximas que escribían frases: “conocete a ti mismo”, “todo con medida”. Entre los exponentes del etos podemos mencionar a Homero y a Hesíodo.
Religión de origen persa fundada por Zoroastro (siglo VI a.C.) que influyó en varios filósofos (pitagóricos y Platón). En la Edad Media influyen en el neopitagórico, neoplatonismo manifestando en los gnósticos. Explican el principio del bien, el alma, el mal y el cuerpo, por medio de una leyenda.
El auge económico, político, artístico y cultural cercano a los siglos VII y VI a.C. propiciaron un ambiente en donde se pudo desarrollar la filosofía de una forma sistemática. La filosofía a su vez influyó en las diferentes actividades propias de las polis, integrando formas de pensamiento que ayudaban a un mejoramiento en la forma de enfrentar las actividades ciudadanas.
La delimitación de la historia de la filosofía antigua abarca aproximadamente desde el siglo VI a.C. al año 529 d.C. Estos siglos de historia se pueden dividir en los siguientes períodos:
Se puede definir como un período cosmológico, que trata de responder a las siguientes preguntas: ¿cuál es el principio de todas las cosas? ¿Cómo surge y se genera el universo? Entre los pensadores más destacados podemos mencionar: Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes, Pitágoras, Heráclito y Parménides, entre otros.
El problema del cosmos pasa a un segundo plano, pasando a ser el hombre y la sociedad el centro de toda la especulación filosófica. Entre los pensadores más destacados podemos señalar: Sócrates y a los sofistas.
Se caracteriza por una gran profundidad especulativa y temática de la filosofía, con ellos se van formando diversos ámbitos específicos del saber.
Encontramos en este periodo tres grandes posturas, las cuales se encuentran muy influenciadas por una postura ecléctica, caracterizada por renunciar a la especulación racional, limitándose a seleccionar de los diversos sistemas existentes aquellas teorías que el ecléctico considera como verdaderas. Estas corrientes son: Estoicismo, Epicureismo y Escepticismo. También podemos considerar al Eclecticismo como una de las últimas posturas filosóficas del periodo helenístico.
Se le conoce por estar influenciado por un pensamiento religioso que experimentará en Alejandría. La posición fundamental de la doctrina neoplatónica es el antiguo dualismo pitagórico, que separa el mundo de acá y el más allá, la carne y el espíritu, pureza e impureza. Para ellos Dios está totalmente alejado del mundo, que es el absolutamente otro, al que no podemos acercarnos, sin embargo, es dado encontrar un lazo de unión entre Dios y el mundo, y que actúa bajo la idea de razones seminales en el mundo y en las cosas dándoles formas.
El principio cualitativo: El problema en torno al cual giró toda la Filosofía Jónica, fue la búsqueda del principio (arche) de todas las cosas, de la sustancia primordial que se halla en todos los seres naturales y que se conserva a pesar de todos los cambios. Para los presocráticos la realidad es material. Pero, como primer principio, buscan un cuerpo que sea lo más inmaterial posible; señalando elementos ligeros, sutiles, móviles, plásticos, capaces de transformarse fácilmente y de revestir las formas más diversas. Le asignan caracteres como el ser, es decir, eterno, ilimitado, movilísimo, penetrante, inextinguible, transformable y casi incorpóreo. Los griegos conciben el primer principio como intrínseco a las cosas, generador del movimiento y de la vida de todos los seres. Posteriormente se van introduciendo otros elementos extrínsecos y en cierto modo independiente de la materia, como el logos de Heráclito, y el nous de Anaxágoras.
Para los presocráticos los mismos principios que rigen el mundo físico explican también al hombre. Su tarea fue rastrear y reconocer más allá de las apariencias múltiples y continuamente mudables de la naturaleza la unidad que hace de estas un mundo.
Tuvo fama de poseer una cultura profunda: astrónomo, matemático notable, legislador. No dejó nada escrito. Es uno de los siete sabios de Grecia.
«Tales fue el iniciador de la filosofía de la physis». Sostuvo que el principio originario de todas las cosas es el agua. Tales elige este elemento al observar, que en la naturaleza «todas las cosas se nutren de lo húmedo y que la sequedad provoca la muerte. De este hecho sacó su noción, así como del hecho de que las simientes de todas las cosas tienen una naturaleza húmeda, y el agua es el origen de esta naturaleza en las cosas.»