Portada » Español » Figuras retóricas y modalizadores en el lenguaje
La metáfora. Igualación entre dos términos semejantes: la vida es un carnaval; Internet es un caballo desbocado; se convirtió en un mago de las finanzas.
El símil. Comparación entre elementos parecidos. (como, parece…): el acusado se defendió como gato panza arriba; su rostro es como un libro abierto; desde el avión, la ciudad parece un mar de luces.
La ironía. Afirmar algo mediante su contrario puede implicar sarcasmo, crítica o burla: ¿Quién podría poner en duda la limpieza de sus «negocios»?; tiene la «sana» costumbre de no comer nunca ni fruta ni verdura.
La hipérbole. Exageración evidente: ganaremos el partido sin bajarnos del autobús; buscaré hasta debajo de las piedras para encontrarlo; te regalaré la luna y las estrellas.
La reticencia. Los puntos suspensivos se utilizan para dejar abierta la enumeración o una idea y que sea el receptor quien la continúe
El asíndeton. Supresión de conjunciones (da sensación de rapidez, viveza…): busca, encuentra, elige.
El polisíndeton. Unión innecesaria de varias oraciones o palabras con conjunciones (es lo contrario al asíndeton): y se levanta, y le saluda, y le abraza.
La personificación. Atribución de cualidades humanas a seres animados o inanimados: Ese proyecto sufrió un duro castigo; el Sol me saluda por las mañanas.
La antítesis. Presentación de contenidos contrarios por medio de oraciones o palabras aisladas:“Es tan corto el amor y tan largo el olvido” (Neruda);
a) La modalidad oracional y comunicativa.
– Enunciativa o asertiva: el emisor presenta su enunciado afirmando o negando su contenido. (Modo indicativo). Por ejemplo: Los políticos son los responsables de esa grosera simplificación de las conversaciones.
– Interrogativa: el emisor llama la atención del receptor y lo conduce a buscar una respuesta. (Función apelativa) apelativa. Las oraciones interrogativas pueden ser totales o parciales, directas o indirectas, afirmativas o negativas. También existen las interrogaciones retóricas, que son aquellas cuya respuesta ya conoce el emisor pero que sirven para hacernos reflexionar o preguntarnos por alguna cuestión. Por ejemplo:
– Exclamativa: el emisor manifiesta sus sentimientos y los hace explícitos para el receptor. (Función emotiva). Pueden presentarse como interjecciones, frases interjectivas, o como oraciones completas. Por ejemplo: (¡hola!)(¡a buenas horas mangas verdes!) (¡Nadie está ahí para defender a las futuras generaciones!).
– Dubitativa: el emisor presenta el enunciado como posible, de manera que es el receptor quien debe darle validez mediante la reflexión. Destaca en las mismas la (Función emotiva). Por ejemplo: Quizá llega un momento en que uno se cansa de querer…
– Desiderativa: el emisor expresa el contenido como un deseo alcanzable, de forma que involucra en el mismo sentimiento al receptor. (Función emotiva). Por ejemplo: Un gran rey español sería el que supiera hablar todas las lenguas de España.
– Imperativa: el emisor influye directamente en el receptor mediante su enunciado. Las formas verbales más usuales son el (Imperativo, el subjuntivo, el presente y el futuro de mandato). Por ejemplo: Basta de chapurrear un spanglish vergonzante
Otros modalizadores
El modo verbal (el indicativo indica objetividad, realidad; el subjuntivo, subjetividad, deseo, duda o temor; y el imperativo, mandato).
Las perífrasis verbales modales, tanto de obligación como de probabilidad o posibilidad.
El uso de la primera persona gramatical.
El uso intencionado de conjunciones ilativas al comienzo de párrafo: Que trabajen o no, parece darnos igual a los españoles…
El cambio de registro, que otorga mayor subjetividad a lo dicho para acercarse al receptor.
La focalización, mediante la que el emisor subraya una palabra o sintagma que quiere señalar específicamente (uso de cursivas, negrita, letras mayúsculas, tipografía variada, etc.).
b) El léxico valorativo.
– Adjetivos valorativos: tienen un valor connotativo, a los que se pueden unir, además, morfemas derivativos; por ejemplo: idealizada meta; profundísima insatisfacción. Muchas veces son usados en parejas o en enumeraciones. Por ejemplo: por ejemplo: seres humanos olvidados, perdidos y condenados…
– Sustantivos: Los sustantivos utilizados por el emisor Impactan en el receptor, puede aparecer el uso de los morfemas derivativos para expresar gusto o disgusto, afecto o desafecto. por ejemplo: ¡Angelicos míos!; esos personajillos. También se da el caso en el que aparezcan parejas o enumeraciones. Por ejemplo: tan importantes son una nutria, un lobo o una ballena como un ser humano…
– Adverbios y locuciones adverbiales: Expresar certeza, duda, implicación, posibilidad. Por ejemplo: posiblemente, sin duda, angustiosamente
– Verbos: Pensamiento, dicción y sentimiento. Por ejemplo: pensar, creer, sentir...