Portada » Biología » Fenómeno de El Niño, Calidad del Agua Potable, Contaminación Física y Biomas
El fenómeno de El Niño consiste en perturbaciones en las corrientes atmosféricas y oceánicas en la zona del Pacífico Sur tropical. En condiciones normales, hay una gran diferencia de presión entre el anticiclón subtropical en la Isla de Pascua y las borrascas ecuatoriales. Esto da lugar a los vientos alisios que llevan, después de pasar por el océano, abundantes lluvias al sureste asiático, mantienen la corriente ecuatorial del sur y la zona de afloramiento de la costa de Perú. En estas condiciones, las aguas que limitan con la costa peruana son muy frías, las precipitaciones en la zona son escasas y la pesca, abundante.
Cada cierto tiempo, de 2 a 5 años, las condiciones cambian: las aguas cálidas ecuatoriales invaden el Pacífico este, los alisios se debilitan dificultando el ascenso de aguas frías a lo largo de la costa; las lluvias del sureste asiático no se producen y sí en las costas americanas, provocando importantes sequías en el sureste de Asia. El fenómeno consiste en una variación de las constantes atmosféricas. No se sabe cuál es el desencadenante. Algunas hipótesis se relacionan con el ciclo del carbono y la concentración de CO2; otras tienen que ver con el calor emitido por la actividad volcánica de la dorsal del Pacífico. Algunas personas defienden que pequeñísimas modificaciones en la dinámica de la atmósfera podrían desencadenar fenómenos como el que estamos tratando, que implican a grandes extensiones del planeta.
El fenómeno disminuye la producción del ecosistema marino del Pacífico oriental tropical y también influye en las condiciones climáticas de zonas muy alejadas del Pacífico.
El agua puede contener sustancias que la hacen inadecuada para su uso y puede ser vehículo de enfermedades. Cada país adopta unos criterios sanitarios, que son de obligado cumplimiento, ya que tratan de garantizar a la población un suministro de agua de calidad adecuada. Se marcan unos valores en dos categorías: nivel de guía o nivel máximo admisible.
No deben infravalorarse, ya que pueden ser indicadores de una mala o ausente desinfección.
Los nitratos, nitritos, amoniaco, cloruros y materia orgánica son indicadores indirectos de contaminación fecal.
Se pueden medir: CO2, O2, metano, NH3, H2S, oxígeno disuelto.
El agua se comporta como vehículo de infección. Los microorganismos que puede haber en el agua son virus, bacterias, hongos, algas y protozoos. El control se centra en las especies patógenas para el hombre. Dado que buscar todo tipo de microorganismos patógenos, por su diversidad, es costoso y complicado, se realiza el control del agua a través de indicadores microbiológicos de contaminación.
Liberación de calor al medio. No es un problema inmediato a escala global. Se calcula que en 100 años podría aumentar la temperatura terrestre en 1 °C, pero a escala local, ciudades, centrales térmicas o nucleares, sí cambia la circulación atmosférica.
Tienen energía suficiente para provocar cambios en los átomos: rayos X e Y, alfa y beta. Proceden de actividades médicas y militares, y explosiones nucleares. Al ser absorbidas por la materia orgánica, dependen de la cantidad y tipo de radiación y del tejido afectado, pudiendo provocar mutaciones.
Se está inmerso en un campo electromagnético por la gran cantidad de sistemas de comunicación: tendidos de alta y media tensión, receptores y transmisores de telefonía móvil. No se ha demostrado su peligrosidad. Los efectos son cefaleas, insomnio, ansiedad, depresión, cáncer, leucemia. Hay controversia respecto a la sensibilidad de las personas a la electricidad atmosférica.
Se produce cuando la intensidad o combinación resulta molesta, como ruido. Fuentes: medios de transporte, vivienda, lugares de ocio, actividades industriales. Los efectos son subjetivos: frecuencia e intensidad, el tiempo de exposición. Efectos fisiológicos: fatiga auditiva, encubrimiento, sordera profesional, traumatismos acústicos.
Diferentes ecosistemas que hay en la Tierra.