Las Fases de la Guerra Civil Española

Los primeros meses de la guerra

-El primer objetivo militar de los insurrectos era Madrid. Mola envió allí columnas desde Pamplona. Mientras, el ejército de África había conseguido atravesar el estrecho de Gibraltar con la ayuda de la aviación de Mussolini. Una vez en la Península, Franco, se dirigió a Madrid por Extremadura, que ocupó a pesar de la defensa que opusieron los republicanos en Badajoz. Cerca de Madrid, la eficaz defensa de la capital les obligó a detenerse. No obstante, el gobierno de la República se trasladó a Valencia por seguridad. Así, Mola ocupó Irún y Donostia – San Sebastián, y las tropas concentradas en Galicia que triunfaron en el alzamiento, llegaron a Oviedo y acabaron con la resistencia republicana.

Las milicias catalanas que se dirigieron al Frente de Aragón, fueron frenadas en Huesca, Zaragoza y Teruel. La desorganización, la falta de preparación, de jerarquía militar y disciplina de estas columnas republicanas explica su debilidad como la expedición catalana a Mallorca de voluntarios dirigidos por el capitán Alberto Bayo, que tenía como objetivo conquistar las islas en poder de los militares insurrectos.

La segunda fase: de la batalla del Jarama a la batalla del Ebro

Las tropas insurrectas intentaron de nuevo conquistar Madrid, por la carretera de A Coruña, por el valle del rio Jarama y por el norte de la provincia de Guadalajara, pero no lo consiguieron. Ante esto, Franco decidió acabar con la resistencia en Asturias y el País Vasco.

Mola, con la colaboración del ejército italiano y de la aviación alemana, la Legión Condor, inició una decisiva campaña militar en el frente norte. Tras el bombardeo de Guernika, Bilbao cayó en manos del ejército nacional, continuando con Asturias y toda la cornisa cantábrica con sus recursos energéticos e industriales quedó en manos de los franquistas.

Nuevamente, los republicanos lanzaron una ofensiva contra Teruel. Después de una batalla sangrienta, las tropas franquistas volvieron a recuperar el control de la ciudad. Poco antes el gobierno de la República se había trasladado de Valencia a Barcelona. El ejército de Franco comenzó una ofensiva contra el frente de Aragón, ocupó las primeras plazas catalanas y derogó el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Después las tropas franquistas llegaron a Vinarós, al norte de la Comunidad Valenciana, con lo que la zona republicana quedó dividida. El ejército republicano con Vicente Rojo, preparó una ofensiva para volver a unir el territorio republicano.

En la batalla del Ebro

se produjeron muchas bajas en ambos bandos. Se disputó palmo a palmo el terreno en ofensivas y contraofensivas de los dos ejércitos. Franco rompió el frente republicano y tuvo libre acceso a Cataluña. La República perdió la posibilidad de cambiar el curso de la guerra.

La última fase: ocupación de Cataluña, la rendición de Madrid y la rendición final

En diciembre de 1938, Franco ordenó iniciar una ofensiva final contra Cataluña y la fue ocupando: entró en Tarragona, en Barcelona y en Gerona.

En febrero llegaba a la frontera francesa. El gobierno republicano, el vasco y el catalán la atravesaron junto a miles de personas que huían. Manuel Azaña dimitió como presidente de la República. Juan Negrín, jefe de gobierno, volvió a Valencia para dirigir la resistencia de la zona republicana. Ya no había nada que hacer, en parte por el golpe de Estado del jefe de Defensa de Madrid, que pretendía una paz negociada con los golpistas. Pero Franco únicamente admitía la rendición sin condiciones. El 28 de marzo, las tropas franquistas ocuparon Madrid. Otras ciudades, se entregaron sin resistencia y la última que ocupó el ejército franquista fue Alicante. El 1 de abril de 1939 la guerra había acabado.