Portada » Historia » Factores Clave del Fascismo: Causas y Contexto Histórico
El fascismo se explica por una serie de factores interrelacionados que actuaron de manera conjunta:
El fascismo es producto de dos crisis económicas: la crisis de posguerra (1920-21) y la del 29. Ambas provocan paro, inflación, caos y agitación laboral y tensión psicológica (miedo). El fascismo italiano es producto de la crisis de posguerra, mientras que el alemán triunfa a raíz de la crisis del 29.
a) Frustración y resentimiento nacionalista ocasionado por el resultado de la Primera Guerra Mundial. En el caso italiano (aunque Italia se encontraba en el bando de los vencedores) el fascismo se apoyó en la frustración provocada por no obtener en los tratados de paz satisfacción a sus reivindicaciones territoriales, por las que entró en la guerra a favor de los aliados (“victoria mutilada”). En el caso alemán, el fascismo se nutre de la protesta contra el Tratado de Versalles (“paz impuesta”), cuyas condiciones son consideradas por los alemanes como una humillación. El fascismo canaliza estos sentimientos a su favor, prometiendo restaurar el prestigio perdido de las naciones.
b) Reacción frente al movimiento obrero revolucionario (“peligro bolchevique”). La Revolución rusa había demostrado que las tesis socialistas podían llevarse a la práctica y esto da esperanza a los obreros. Al terminar la guerra, en casi todos los países europeos se producen huelgas, manifestaciones, ocupaciones de tierras y fábricas, que aterrorizan a las clases medias y altas. La clase media, que sufre mucho las crisis económicas y teme proletarizarse apoyará a los partidos fascistas, que prometen acabar con el desorden social. La clase alta, especialmente los empresarios financian las milicias fascistas que utilizarán la violencia contra obreros, campesinos, líderes proletarios, sedes de partidos y sindicatos, etc.
c) Inmadurez democrática y desconfianza en el sistema democrático. Los países europeos en los que triunfa el fascismo tienen falta de tradición democrática. La población ha vivido poco tiempo en democracia y no tiene asumidos los valores democráticos, lo que provoca que todos los problemas se achaquen al sistema de partidos y a los políticos, a los que se acusa de corrupción, de ineptitud y de debilidad. El fascismo aprovechará estos sentimientos, ofreciendo un poder autoritario para acabar con la crisis.
d) Desunión de la izquierda. Durante los años 20 en toda Europa tiene lugar la división entre socialistas y comunistas y es cuando se forman los partidos comunistas que se desgajan de los ya existentes partidos socialistas. Esta desunión de la izquierda va a contribuir a facilitar el triunfo de los fascismos que no encuentran una oposición fuerte y contundente por parte del movimiento obrero. La desunión de la izquierda queda claramente de manifiesto en el caso de Alemania, donde los comunistas no perdonarán a los socialdemócratas de la República de Weimar la represión de la revolución espartaquista y el asesinato de sus principales líderes.
a) El problema de los excombatientes. La Primera Guerra Mundial forjó una mentalidad militarista que se mantuvo en tiempos de paz: al finalizar la contienda una gran masa de ex soldados tuvieron serias dificultades para reinsertarse en la vida civil, al tiempo que sentían nostalgia de la vida que llevaban en el frente donde predominaban valores como el heroísmo, la camaradería, los hábitos de dar y recibir órdenes, de llevar uniforme y organizar desfiles, etc. Estos contingentes de excombatientes, desclasados y marginados, en paro, resentidos por el resultado de la guerra y hostiles al comunismo, van a ser los primeros combatientes del fascismo, encuadrándose en las milicias fascistas. (la mayoría de ellos procedía de la clase media)
b) El apoyo de las clases medias. El principal sostén a nivel social del fascismo lo constituyeron las clases medias urbanas y rurales (comerciantes, artesanos, pequeños empresarios, pequeños propietarios rurales), que fueron las más afectadas por las crisis económicas de entreguerras y sintieron de cerca el peligro de la proletarización (sentían un profundo desprecio hacia el proletariado y les aterraba empobrecerse y verse obligados a convertirse en obreros). Desde el fin de la guerra han perdido seguridad y estabilidad: se sienten amenazadas tanto por el avance de los monopolios industriales -con los que no pueden competir- como por el creciente poder de los partidos obreros -carecen de medios organizativos propios a través de los que hacer valer sus reivindicaciones-. Mantienen ideas tradicionales y no ven bien la liberalidad de costumbres introducida por la democracia. Son además nacionalistas y comienzan a desconfiar del parlamentarismo y la democracia. El fascismo les ofrece orden, seguridad, respeto a las tradiciones, restaurar el prestigio nacional, devolverles su estabilidad económica y poner fin al peligro comunista.
c) Otros grupos sociales que apoyan al fascismo son: campesinos ricos, algunos obreros (pocos) desilusionados con sus organizaciones de clase y la alta burguesía.
d) El problema étnico. Los judíos constituían un sector importante de la población, sobre todo en el este de Europa. Con el ascenso del nacionalismo surge con fuerza un sentimiento antisemita y se ven sometidos a un fuerte rechazo por parte de la población.