Portada » Arte » Explorando Maestros del Arte Gótico: Mateo, Siloé, Eyck, Weyden y El Bosco
Maestro Mateo desarrolla su obra en el románico tardío, anunciando el gótico temprano, entre finales del siglo XII y principios del XIII. En su obra vamos a ver una gran influencia del románico francés. Su estilo se caracteriza por la monumentalidad de sus figuras, y su gran movimiento, con rostros que transmiten emociones humanas, algo que nos muestra la transición hacia el gótico. Muestra un dominio de la técnica escultórica, con un detallismo minucioso en las vestimentas, mucho menos geometrizadas, y en los gestos, más naturales. Trabaja principalmente en la Catedral de Santiago, siendo su obra más importante el Pórtico de la Gloria (1168-1188).
Gil de Siloé es un escultor del gótico, cuyas obras fueron realizadas a finales del siglo XV (concretamente entre 1483 y 1500), por lo que podemos encuadrarlo en el estilo gótico isabelino que antecede al Renacimiento. Gil de Siloé utiliza materiales como la madera, el alabastro y la piedra, siendo su técnica detallista y minuciosa, otorgando especial atención a los detalles, especialmente en los pliegues de los ropajes y las expresiones faciales. Destaca por su profusión decorativa, con motivos vegetales, animales y escenas bíblicas talladas con precisión. Sus obras más representativas son el Retablo Mayor de la Cartuja de Miraflores (Burgos), los Sepulcros de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal en la Cartuja de Miraflores (mausoleos extraordinarios que combinan arquitectura, escultura y ornamentación) y el Retablo de San Jerónimo. Gil de Siloé va a recibir influencias del gótico flamenco, especialmente de artistas como Jan van Eyck y Roger van der Weyden, visible en su atención al detalle y el realismo expresivo, e influirá mucho en el desarrollo del plateresco.
Se dice que Jan van Eyck es el iniciador de la escuela flamenca, es el pintor más innovador del Gótico Flamenco del siglo XV. Fue nombrado pintor de corte por El Duque de Borgoña. Utiliza la técnica del óleo, la cual perfecciona y difunde, lo cual le permite ser muy detallista en sus representaciones, aportando luz, volumen y una gran minuciosidad que va a influir en las pinturas de Van Der Weyden. La gran mayoría de sus trabajos son retratos o escenas sacras. Una de sus obras es El Políptico del Cordero, realizado junto a su hermano, compuesto por 12 tablas, algunas pintadas por detrás ya que se puede cerrar. Otras de sus obras son El Matrimonio Arnolfini, cuya escena tiene lugar en el interior de una vivienda burguesa, y La Virgen del Canciller Rolin, en la que se observa un paisaje de fondo y se dejan atrás las distinciones de tamaño entre la Virgen y el canciller (donante), propio de etapas anteriores.
Es considerado fundador del retrato en la época moderna, con gran influencia en otros autores flamencos como Van der Weyden. También tiene relación con la pintura italiana del siglo XV, ya que Jan van Eyck viajó a Roma y Florencia.
Van der Weyden es pintor del gótico flamenco, que desarrolla su obra en el siglo XV en los Países Bajos, en auge en este momento como centro artístico y económico de Europa. El estilo de Van der Weyden se caracteriza por la intensidad emocional, ya que plasma a la perfección los sentimientos humanos, debido a que otorga a las figuras una gran expresividad en sus gestos y en sus rostros. Destaca por la meticulosidad con la que aborda los pequeños detalles (en tejidos, joyas, fondos, rostros…), lo que traduce la maestría técnica del pintor. Su obra refleja una fuerte espiritualidad, al representar escenas religiosas llenas de simbolismo. Su obra más importante es El Descendimiento de la Cruz (1435), con una composición novedosa y un fuerte dramatismo emocional.
El Bosco, conocido como Hieronymus Bosch, es un pintor gótico tardío, activo entre 1470 y 1516. Su producción se sitúa en el tránsito entre la Baja Edad Media y el Renacimiento, en un periodo de profundas transformaciones religiosas, culturales y sociales en Europa. Su temática es casi exclusivamente religiosa, pero se interesó sobre todo por la debilidad humana, con frecuentes alusiones al pecado y a sus consecuencias, la transitoriedad de la vida y la locura del hombre. Sus obras están saturadas de figuras humanas, animales y criaturas fantásticas, así como detalles minuciosos, con un fuerte y complejo simbolismo. Destaca por el uso de colores vibrantes y el interés por el paisaje. Su obra tiene una gran influencia del gótico flamenco en la técnica y el detallismo, especialmente de Jan van Eyck y Rogier van der Weyden. Sus obras más importantes son El jardín de las Delicias (principios del siglo XVI), un tríptico que representa el paraíso, la humanidad pecadora y el infierno con una gran riqueza simbólica y visual; y El Carro de Heno (1512-1516), alegoría del materialismo humano y su camino hacia la condena.