Portada » Lengua y literatura » Explorando la Narrativa Romántica: Novelas, Costumbres y Pasiones
Durante el Romanticismo proliferan las novelas ambientadas en épocas pasadas, situándose a medio camino entre la verdad histórica y la pura ficción. Los autores no buscan la reconstrucción fiel del pasado, sino que lo utilizan como marco de sus narraciones y mecanismo de evasión. El creador del género es el inglés Walter Scott, con novelas que se rigen por los siguientes caracteres:
Además de Walter Scott, otros autores cultivaron el género histórico en la primera mitad del siglo XIX: Victor Hugo con Nuestra Señora de París (1831), Alexander Pushkin con La hija del capitán (1836) o Alessandro Manzoni con Los novios (1840).
La prensa del siglo incluye la publicación de obras literarias, especialmente narrativas. Son novelas dirigidas al gran público con características comunes:
Destacan Los tres mosqueteros (1844) y El conde de Montecristo (1845) de Alejandro Dumas, padre. Victor Hugo, con obras como Los miserables (1862), trasciende el entretenimiento para testimoniar los problemas del siglo: revoluciones, burocracia, libertades, mecanización del trabajo, justicia, etc. Aborda la existencia del mal y el poder del ser humano para vencerlo. Nuestra Señora de París, ambientada en el siglo XV, refleja los problemas sociales del XIX.
Muestra lo raro e inexplicable, la fantasía y la violencia. Explora el terror y las tensiones espirituales, reflejando pasiones en una escenografía nocturna, tormentosa y macabra. Surge en la Inglaterra del siglo XVIII con El castillo de Otranto (1764) de Horace Walpole, como reacción a los ideales ilustrados. Frankenstein (1818) de Mary Shelley es el ejemplo más vivo de novela gótica, abordando temas como la rebeldía, la obsesión por el saber y la corrupción de la bondad innata.
Relata las experiencias que forman la personalidad del protagonista. Destacan Las aventuras de Wilhelm Meister (1796) de Goethe, sobre la aceptación de la vida burguesa, y Enrique de Ofterdingen (1799-1801) de Novalis, sobre la formación de un poeta.
También llamada novela del yo, relata las tensiones del alma del protagonista por una historia amorosa. Se centra en los sentimientos, con narración en primera persona y lenguaje emotivo. Destacan Las desventuras del joven Werther de Goethe, Adolfo de Benjamin Constant y La confesión de un hijo del siglo de Alfred de Musset.
Continúa la tradición de obras con protagonistas femeninas de clase media. Jane Austen (1775-1817) es la autora más destacada, con novelas sobre el conflicto entre sentimientos y razón, personajes de clase media y finales felices. Se divide en dos grupos: protagonistas con razón y protagonistas que cambian de opinión.
Refleja la contradicción romántica: disgusto con la sociedad burguesa y simpatía por lo popular. Busca la identidad nacional y la huida al pasado. Muestra la vida cotidiana de clases bajas, como en Carmen (1845) de Prosper Mérimée.