Portada » Educación Artística » Explorando el Arte de la Fotografía: Historia, Técnicas y Composición
La luz afecta a los materiales, pudiendo cambiar su color. Para conseguir imágenes más definidas, es necesario recoger más luz y converger los rayos con una lente. La luz entra en la cámara por el objetivo y se graba en una película fotosensible.
Actualmente, se emplean sensores digitales que miden la luz como carga eléctrica y la convierten en píxeles (unidades base con las que se construyen imágenes digitales). En la fotografía digital, los datos se almacenan en una tarjeta.
Para revelar el negativo, la película se saca de la cámara en una habitación oscura y se coloca en un recipiente. Se añade el líquido revelador y el fijador. Después de 15 minutos, se saca la película y se deja secar.
Ahora se verán las fotos en la película en negativo. El positivado consiste en sacar copias en positivo en papel fotográfico.
La fotografía digital ha transformado este proceso. Las fotos se almacenan en formatos como JPEG, TIFF o RAW.
El funcionamiento básico es que la luz impresiona la película y forma una imagen sobre ella. Las cámaras estándar solo tienen disparador, visor y, opcionalmente, un flash. Las cámaras digitales permiten ver el espacio delimitado por el encuadre, además de poder borrar y copiar las fotos en el ordenador para retocarlas.
Aspectos clave a tener en cuenta:
Para hacer una foto, hay varios factores que intervienen en su composición:
Nos permite ver la imagen a través del visor, por lo que se ve con exactitud. Además, permite controlar la luz que entra por el objetivo y la velocidad de obturación del diafragma.
Enfoque: La posibilidad de enfocar tiene las ventajas de que se pueden fotografiar objetos lejanos y cercanos y se puede centrar la atención en una zona determinada.