Portada » Geografía » Examen de oferta y demanda
La diferencia entre el número de inmigrantes y emigrantes determina el saldo migratorio, necesario para calcular el crecimiento real de una población.
Migraciones exteriores, si tienen como destino otro país, y migraciones interiores, dentro del propio país. Las migraciones exteriores.Hasta los años 50, el destino preferente fue Latinoamérica. La mayoría de emigrantes procedían de Galicia, Asturias o Canarias y eran varones no cualificados. A partir de los 60, la emigración hacia América perdíó intensidad a favor de Europa. Emigraron varones poco cualificados de Andalucía y Galicia a Francia, Alemania y Suiza. La crisis mundial de 1973 hace que se frenen las emigraciones. Desde mediados de los 90, empieza a producirse una entrada significativa de emigrantes extranjeros (Latinoamérica, norte de África….). Pero tras la crisis de 2008,el saldo migratorio vuelve a ser negativo. Esta vez, los españoles emigrantes son jóvenes cualificados. Las migraciones interiores Desde finales del Siglo XIX se produce en España el éxodo rural: la población abandona el campo buscando oportunidades en las ciudades industriales. Las principales regiones emisoras fueron Galicia, las dos Castillas. Cantabria, Navarra, Andalucía y el litoral levantino. Las regiones receptoras eran las zonas industriales de Cataluña, País Vasco y Madrid, a las que se añadirán las principales zonas mineras (Asturias, Vizcaya y parte de Sierra Morena). La Guerra Civil y la posguerra pararon este proceso que volvíó a tomar impulso en los años 60, siendo las principales regiones emisoras Andalucía y Extremadura hacia los destinos tradicionales y nuevos núcleos turísticos del Mediterráneo y Baleares. Desde finales del Siglo XX el éxodo rural se reduce y los motivos de los desplazamientos se diversifican (laborales, de estudio, etc).
La estructura biológica de la población se representa mediante las pirámides de población, quedando dividida por sexos y edades. Estructura por sexo. Existe mayor número de mujeres que de hombres debido a la mayor resistencia biológica de la mujer, siendo su esperanza de vida mayor. Los movimientos migratorios también pueden descompensar la proporción entre ambos. Estructura por edad La principal carácterística es el progresivo envejecimiento y la falta de relevo generacional por el descenso de la natalidad y fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. La población adulta, (15-64 años) ocupa aproximadamente el 66%. La estructura económica de la población. La población activa es aquella que se encuentra en condiciones de trabajar (16 a 65 años) y trabajan o han trabajado y están buscando empleo (población ocupada y desempleada). La población inactiva es la que, estando en edad laboral, no trabajan (estudiantes, prejubilados, rentistas, etc) La tasa de paro expresa el porcentaje de población desempleada con relación a la población activa de un lugar. Actualmente, esta supone un gran problema, especialmente preocupante el paro juvenil. También es problema el aumento de la tasa de dependencia, proporción de personas dependientes sobre la población activa. En cuanto los sectores económicos, desde el Siglo XX España ha seguido el mismo proceso que los países desarrollados: caída del sector primario, aumento de la población ocupada en el sector secundario y progresivo crecimiento del sector servicios (terciarización de la economía). El futuro de la población española En la proyección demográfica realizada por la INE para el período 2015-2064, se prevé una pérdida de población y un mayor envejecimiento, a la vez que la natalidad seguirá disminuyendo. Esto traerá un aumento del gasto público y un cambio en la oferta y la demanda. Ante estas previsiones, habrá que tomarse políticas demográficas: medidas pronatalistas, más conciliación laboral y apoyo a las familias
La diferencia entre el número de inmigrantes y emigrantes determina el saldo migratorio, necesario para calcular el crecimiento real de una población. Migraciones exteriores, si tienen como destino otro país, y migraciones interiores, dentro del propio país. Las migraciones exteriores.Hasta los años 50, el destino preferente fue Latinoamérica. La mayoría de emigrantes procedían de Galicia, Asturias o Canarias y eran varones no cualificados. A partir de los 60, la emigración hacia América perdíó intensidad a favor de Europa. Emigraron varones poco cualificados de Andalucía y Galicia a Francia, Alemania y Suiza. La crisis mundial de 1973 hace que se frenen las emigraciones. Desde mediados de los 90, empieza a producirse una entrada significativa de emigrantes extranjeros (Latinoamérica, norte de África….). Pero tras la crisis de 2008,el saldo migratorio vuelve a ser negativo. Esta vez, los españoles emigrantes son jóvenes cualificados. Las migraciones interiores Desde finales del Siglo XIX se produce en España el éxodo rural: la población abandona el campo buscando oportunidades en las ciudades industriales. Las principales regiones emisoras fueron Galicia, las dos Castillas. Cantabria, Navarra, Andalucía y el litoral levantino. Las regiones receptoras eran las zonas industriales de Cataluña, País Vasco y Madrid, a las que se añadirán las principales zonas mineras (Asturias, Vizcaya y parte de Sierra Morena). La Guerra Civil y la posguerra pararon este proceso que volvíó a tomar impulso en los años 60, siendo las principales regiones emisoras Andalucía y Extremadura hacia los destinos tradicionales y nuevos núcleos turísticos del Mediterráneo y Baleares. Desde finales del Siglo XX el éxodo rural se reduce y los motivos de los desplazamientos se diversifican (laborales, de estudio, etc).
La estructura biológica de la población se representa mediante las pirámides de población, quedando dividida por sexos y edades. Estructura por sexo. Existe mayor número de mujeres que de hombres debido a la mayor resistencia biológica de la mujer, siendo su esperanza de vida mayor. Los movimientos migratorios también pueden descompensar la proporción entre ambos. Estructura por edad La principal carácterística es el progresivo envejecimiento y la falta de relevo generacional por el descenso de la natalidad y fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. La población adulta, (15-64 años) ocupa aproximadamente el 66%. La estructura económica de la población. La población activa es aquella que se encuentra en condiciones de trabajar (16 a 65 años) y trabajan o han trabajado y están buscando empleo (población ocupada y desempleada). La población inactiva es la que, estando en edad laboral, no trabajan (estudiantes, prejubilados, rentistas, etc) La tasa de paro expresa el porcentaje de población desempleada con relación a la población activa de un lugar. Actualmente, esta supone un gran problema, especialmente preocupante el paro juvenil. También es problema el aumento de la tasa de dependencia, proporción de personas dependientes sobre la población activa. En cuanto los sectores económicos, desde el Siglo XX España ha seguido el mismo proceso que los países desarrollados: caída del sector primario, aumento de la población ocupada en el sector secundario y progresivo crecimiento del sector servicios (terciarización de la economía). El futuro de la población española En la proyección demográfica realizada por la INE para el período 2015-2064, se prevé una pérdida de población y un mayor envejecimiento, a la vez que la natalidad seguirá disminuyendo. Esto traerá un aumento del gasto público y un cambio en la oferta y la demanda. Ante estas previsiones, habrá que tomarse políticas demográficas: medidas pronatalistas, más conciliación laboral y apoyo a las familias