Portada » Geografía » Evolución y Situación Actual de la Industria en España: Sectores, Localización e Impacto Ambiental
La inversión industrial ha seguido creciendo, aunque para mejorar la competitividad se necesitan medidas estratégicas como la creación de parques tecnológicos y centros dedicados a la investigación y el desarrollo (I+D). Es necesario aumentar las inversiones en este campo para reducir la dependencia del exterior. La inversión extranjera se ha visto favorecida con la entrada de España en la UE, ya que no ha dejado de aumentar hasta 2007. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio es la institución estatal encargada de aplicar la política industrial que dicta el gobierno.
La política industrial ha cambiado según las décadas, desde el proteccionismo con la utilización de normas y barreras comerciales discriminatorias hasta la liberalización de los mercados, que es una tendencia generalizada. En los años 90 se llevó a cabo la venta de empresas públicas que no eran rentables. Así se incentivaba el desarrollo y la competitividad. En la actualidad, la política industrial está dirigida a la inversión y el desarrollo en innovación y mejora tecnológica.
Algunos sectores tuvieron que adaptarse a la reconversión industrial de los años 80. Otros sectores demostraron la capacidad de adaptación a unos nuevos tiempos de fuerte competencia internacional, como la industria agroalimentaria, la química y la fabricación de automóviles. Finalmente, todos los sectores industriales tienen en común los retos de la adaptación al mercado globalizado y la fuerte competencia exterior.
Las tres zonas de mayor concentración industrial son Cataluña, País Vasco y la Comunidad de Madrid, que son áreas de gran tradición histórica en el proceso industrial. Existen dos grandes ejes fabriles, el del Mediterráneo y el del Ebro, que surgieron en 1970 y siguen en expansión. Sus autopistas como vías de comunicación y las comunicaciones de las ciudades, con amplios servicios, contribuyen a su desarrollo. También hay ejes secundarios en el interior a partir de las principales vías de comunicación, como el eje Valladolid-Palencia, la N-330 en Aragón y la A-5 en Extremadura.
La industria y el territorio donde se ubica establecen una relación que en ocasiones puede ser negativa. La industria necesita proveerse de materias primas y de energía. Cuando se produce un abuso de la explotación de la naturaleza y de la utilización de la energía, el coste ambiental puede resultar muy alto. Al finalizar el proceso productivo, se acumulan residuos que son altamente tóxicos. Almacenarlos o deshacerse de ellos puede comportar un impacto ambiental considerable.
Los problemas más graves son:
Las zonas donde la contaminación es más acusada son las zonas del norte, Asturias y País Vasco, además de Madrid y Barcelona. En cuanto a los vertidos industriales, hay una alta contaminación por metales pesados en varios puntos del litoral de la Península Ibérica. Son graves los casos del Nervión, el delta del Llobregat y la bahía de Algeciras.
La UE impone a las empresas controles medioambientales desde un enfoque integral que considera varios aspectos: emisiones al aire y al agua, residuos generados, consumo de materias primas, eficiencia energética, ruido, etc.
La construcción se considera como un subsector independiente dentro del sector secundario y aparece con sus propios indicadores económicos. Contribuyó al desarrollo industrial de los años 60 gracias a tres factores: el valor de estas actividades, las repercusiones públicas y sociales, y la capacidad para crear puestos de trabajo.
El Estado programó la construcción de vías de comunicación, así como de obras hidráulicas. En los centros urbanos, la construcción de viviendas, de locales y de naves industriales se activó como consecuencia del desarrollo industrial y de las inmigraciones del campo a la ciudad. En las zonas costeras, la expansión turística provocó una urbanización desmesurada y especulativa.
La crisis de los 60, arrastrada hasta principios de los 80, desaceleró la construcción y las industrias complementarias. A mediados de los 80 volvió la construcción, se edificaron nuevas viviendas, locales y naves industriales. Se rehabilitaron muchos edificios. En los 90, las restricciones presupuestarias por parte del gobierno afectaron a la construcción de obras públicas, aunque se siguieron construyendo infraestructuras necesarias como autovías y depuradoras de agua.