Portada » Economía » Evolución y Funciones de la Banca Central en la Economía
La historia económica sobre el desenvolvimiento de cuestiones monetarias pone en evidencia que los escritos sobre este campo aparecieron en los inicios de la segunda década del siglo XX, cuando C. A. Phillips expone en su obra Crédito Bancario en 1920, el mecanismo en una forma bastante clara, aunque sin lograr producir los efectos deseados. Empero, existen evidencias de que autores como Thornton y Marshall expusieron con anterioridad a esa época los elementos básicos de este mecanismo.
Sin embargo, fue posteriormente que W. F. Crick en su artículo «The Genesis of Bank Deposits», editado en la publicación Económica en junio de 1927, y en la próxima década los autores J. W. Angell y K. F. Ficek en su artículo «The expansión of Bank Credit», publicado en 1933 en el Journal of Political Economy, quienes lograron producir un consenso profesional en este campo.
El financiamiento de la banca comercial se encuentra canalizado al sector oficial (gobierno, municipio y organismos gubernamentales), empresas y particulares, el cual resulta vital para el fortalecimiento de la economía nacional.
Los bancos comerciales, del mismo modo que crean dinero, pueden experimentar un proceso de contracción múltiple del crédito, que resulta ser un mecanismo sencillamente inverso al proceso de expansión del crédito.
El concepto de banca central se desarrolló plenamente durante las primeras dos décadas del siglo XX, etapa que culmina con la Conferencia Financiera Internacional de Bruselas en 1920. En ella se adoptó una resolución en la que se recomendó a los países que no tuvieran bancos centrales procedieran a fundarlo.
Las primeras instituciones de ese tipo que se conocen son el Banco de Inglaterra, establecido en 1694, y el Riksbank de Suecia, en 1668. Aunque nació como Banco de Estado, no funcionó como banco central sino con fecha posterior a la del Banco de Inglaterra.
Durante el siglo XIX se fundaron los bancos de Francia (1800), Países Bajos (1814), Austria (1817), Noruega (1817), Dinamarca (1818), Bélgica (1850), España (1856), Rusia (1860), Alemania (1875) y Japón (1882). A ellos se les unieron antes de finalizar el siglo pasado Portugal, Rumania, Bulgaria, Serbia, Turquía, Java, Egipto y Argelia.
El primero en América Latina fue el Banco de la República Oriental de Uruguay en 1896, pero el primero propiamente dicho fue el actual Banco Central de Reserva del Perú (1922). Le siguieron Colombia (1923), Chile, Guatemala y México (1925), Ecuador (1927), Bolivia (1929), El Salvador (1934), Argentina (1935), Costa Rica (1936), Venezuela (1939), República Dominicana (1947), Cuba (1949), Honduras (1951), Paraguay (1952), Nicaragua (1960) y Brasil (1966).
Son dos de las razones que justificaron la creación de los primeros bancos centrales:
Tres causas principales motivaron el otorgamiento del derecho de emisión a la banca central:
Existen otras ventajas, como la de uniformar las emisiones y la de que el Estado obtenga una participación en las utilidades derivadas de la emisión.
Para asegurar que la cantidad de billetes en circulación se adapte a las necesidades de la economía y, al mismo tiempo, cuente con una cobertura adecuada, se han experimentado varios sistemas, entre los que se destacan:
El banco central como agente financiero del Estado, funciones:
Servicios:
El banco central como guardián de las reservas internacionales: Esta es una de sus funciones más importantes. Tanto el uso de ellas como el concepto de lo que las constituye ha variado con el tiempo, y aún ahora existen diferencias de país a país en lo que se considera dentro del término genérico «reserva internacional».
Política monetaria: Ella indica las decisiones y acciones del banco central para regular la cantidad de dinero y la disponibilidad y costo del crédito bancario para fines específicos.
Tales decisiones y acciones requieren el uso de cierto instrumental que se ha ido ampliando y perfeccionando con el tiempo. Entre los medios tradicionales se encuentran: requisitos de reserva internacional, variaciones en las tasas de interés y redescuento, operaciones de mercado abierto y, por último, persuasión moral. En el siglo actual se destacan: requisitos de reserva legal, topes de cartera, coeficientes bancarios, topes y composición de pasivos, pasivos contingentes, depósitos de importación y regulación del número de unidades bancarias.
Operaciones de mercado abierto: Las compras o ventas de valores, no importa quién los venda o compre, por la banca central, ejercen un efecto directo sobre el volumen de las reservas de los intermediarios financieros.
Persuasión moral: Se entiende por esta arma de regulación las directivas más o menos formales que la autoridad monetaria pudiera dar a la comunidad financiera.
Requisitos de reserva legal: Se entiende por encaje la técnica de obligar a las instituciones financieras a mantener en el banco central una determinada proporción de sus pasivos.
Topes de cartera: Consiste en el establecimiento, por parte de las autoridades monetarias, de límites máximos a los activos productivos que puedan tener los intermediarios financieros, cualquiera que sea el monto de sus pasivos.
Coeficientes bancarios: La técnica consistente en inducir u obligar a los bancos a guardar determinada composición en su cartera y en sus pasivos con fines de liquidez.
Topes y composición de pasivos: Las técnicas incluidas en este grupo han tenido su origen en el interés de las autoridades, tanto para evitar la perversión de las especialidades bancarias como para tener una banca sólida.
Pasivos contingentes: El préstamo del nombre, en lugar de préstamo en dinero, constituye para la banca una obligación contingente, pues se hace efectiva solo en caso de falta de pago del deudor principal.
Depósitos previos de importación: El requisito de establecer un depósito en efectivo como condición para efectuar importaciones constituye un instrumento usado en ciertos países con fines de control.
Regulación del número de unidades bancarias: Es política frecuente en América Latina evitar la proliferación de instituciones bancarias.