Portada » Arte » Evolución y esplendor de la Mezquita de Córdoba y la Alhambra: Arte islámico en España
En el siglo X, Córdoba era una metrópoli floreciente con medio millón de habitantes, cerca de 300 baños públicos y 700 mezquitas. Sus calles, pavimentadas e iluminadas, reflejaban el esplendor de una de las ciudades más pobladas y avanzadas de Europa en aquel tiempo. Además de su tamaño y modernidad, Córdoba era un destacado centro cultural y artístico. Un claro ejemplo de este apogeo fue la Mezquita Mayor, el edificio más emblemático del periodo califal.
La construcción de la Mezquita de Córdoba se inició en el año 786, dos años antes del fallecimiento de Abderramán I. Se erigió sobre el solar de la antigua iglesia visigoda de San Vicente. La edificación se extendió a lo largo de dos siglos, con un total de cuatro fases constructivas principales:
Almanzor, primer ministro del califa Hixem II, llevó a cabo una nueva ampliación. Debido a la proximidad del río Guadalquivir, no era posible expandirse hacia el sur, por lo que la aljama (mezquita mayor) creció casi un tercio hacia el este. Esta fue la mayor ampliación en superficie, pero se realizó con menor calidad y rapidez. También se amplió el patio y se construyó una nueva fuente. La ampliación lateral provocó que el mihrab quedara descentrado.
Siglos más tarde, el edificio sufrió una importante modificación: la construcción de una catedral cristiana en su interior.
La mezquita se concibió como la mezquita mayor o aljama de la ciudad. Según el islam, los varones mayores de dieciséis años tienen la obligación de rezar juntos los viernes, lo que requería un gran espacio.
El exterior se asemeja a una muralla con diversas puertas, pero sin una fachada principal. Destacan los contrafuertes, rematados en almenas. Las puertas, de inspiración romana, constan de tres cuerpos: uno central con la apertura de acceso y dos laterales que simulan puertas ciegas. La parte superior está decorada con arcos de herradura o lobulados y celosías.
El sahn, de gran tamaño y conocido como «Patio de los Naranjos», alberga cuatro fuentes para las abluciones. Al fondo del patio, se abren 19 arcos de herradura que corresponden a las 19 naves del haram. Las naves, separadas por arcadas sobre columnas, están dispuestas perpendicularmente para conducir la mirada hacia la quibla, orientada hacia La Meca. En la quibla se encuentra el mihrab, donde se guarda el Corán y desde donde se dirige la oración. Delante del mihrab se sitúa la maqsura, un espacio reservado para las autoridades.
La sala de oración está formada por 514 columnas de jaspe, granito y mármol. En el edificio original de Abderramán I, se utilizaron fustes romanos y visigodos. Para solucionar la insuficiente altura de los fustes, se ideó una ingeniosa superposición de arquerías, elevando la cubierta a 11,5 metros y dotando al edificio de gran ligereza.
El sistema constructivo se detalla a continuación:
Tras la ampliación de Al-Hakem II, se añadieron cuatro cuerpos de ventanas para iluminar la sala de oración. Para sustentar estas cúpulas, se perfeccionó el sistema de arquerías con dos columnas superpuestas flanqueadas por tres hileras de arcos lobulados entrelazados. Las cúpulas se levantaron sobre arcos que se entrecruzan formando polígonos estrellados, con ventanas situadas entre los nervios.
La parte construida por Al-Hakem II es la más ricamente decorada:
Los primeros datos sobre la Alhambra se remontan al siglo XI, antes de la época nazarí. Se cree que Ibn Negrela, visir judío de los reyes taifas ziríes de Granada, levantó una fortaleza en la Alhambra frente a la de sus soberanos en el Albaicín. De esta época apenas se conserva nada, quizás solo los leones de la famosa fuente del patio.
La construcción de la Alhambra está ligada a la dinastía nazarí, fundada por Muhammad ibn Yusuf ibn Nasr ibn al-Ahmar. Este Muhammad I estableció un reino en 1237, tras el declive almohade y bajo la protección cristiana, que perduró hasta 1492. Eligió la colina roja (Alhambra) llamada Sabika y, tras asegurar el abastecimiento de agua mediante una acequia desde el río Darro, construyó la alcazaba o barrio militar. Esta alcazaba, de planta rectangular irregular y orientada de este a oeste, tiene un carácter austero y defensivo. En la Torre del Homenaje fijó su residencia, rodeada por dos recintos amurallados y siete torres importantes.
Tras los avances de los reinos cristianos en el siglo XIII, solo el sureste de España permaneció bajo dominio islámico. El reino nazarí de Granada cayó en 1492, conquistado por los Reyes Católicos. A pesar de su debilidad política, los reyes nazaríes crearon una cultura refinada, cuya máxima expresión es la Alhambra, considerada, junto con la Mezquita de Córdoba, la mejor muestra del arte musulmán en Al-Ándalus.
Yusuf I (1333-1354) fue un sultán clave en la construcción de la Alhambra, combinando el carácter militar de Muhammad I con el decorativo y suntuoso de Muhammad V.
La Alhambra es una ciudad completa a las afueras de Granada, con una relación compleja: la protegía y la dominaba. Junto a ella se construyó el Generalife, una casa de campo real con jardines y huertas regados por un avanzado sistema hidráulico, recuperando la idea de la villa romana.
Los reyes nazaríes configuraron la dualidad de la Granada islámica:
La Alhambra, más que un palacio, era una ciudad fortificada con una muralla de más de dos kilómetros y unas treinta torres. Sus puertas combinaban funciones defensivas y monumentales.
La Alhambra se divide en tres partes principales:
Un eficiente sistema de abastecimiento de agua completaba el conjunto.
Los palacios, agrupados irregularmente, organizan sus estancias en torno a un patio. Son edificios a escala humana, con poca importancia estructural y materiales pobres disimulados con yeso (argamasa para los muros, ladrillos para bóvedas, pilares y arcos). Las transiciones suaves entre interior y exterior, edificio y naturaleza, con pórticos abiertos, torres, miradores y patios, ennoblecen la Alhambra. La vegetación y el agua interrelacionan los recintos y les dan unidad.
Construido bajo el reinado de Yusuf I (1333-1354) y reformado por Muhammad V. Su núcleo es el Patio de los Arrayanes, un rectángulo con un estanque al que se abre el Salón del Trono, dentro de la Torre de Comares. En los lados menores del patio hay pórticos con soportes característicos:
El Salón del Trono es una de las maravillas de la Alhambra:
Construido por Muhammad V entre 1354 y 1359. El patio, con la famosa fuente en el centro, está rodeado por una compleja estructura de arcos y columnas distribuidas en grupos de dos o tres, creando ritmos arquitectónicos vivos. La fuente, con sus estilizados leones (recientemente restaurados), parece una réplica del mítico mar de bronce del palacio de Salomón; los cuatro canales que salen de ella podrían aludir a los cuatro ríos del Paraíso.
Alrededor del patio se abren:
La decoración cubre todas las superficies:
Un ejemplo de esta belleza es el Mirador de Daraxa, al fondo de la Sala de Dos Hermanas.