Portada » Historia » Evolución política y territorial de los reinos cristianos
En segunda mitad del siglo XII los almohades unificaron los territorios andalusíes. Esto, unido a las disputas entre los propios reinos cristianos, frenó en gran medida el avance reconquistador, que se limitó finalmente a los cursos altos de los ríos Turia, Júcar y Guadiana.
En ésta época hubo novedades importantes:
a) La creación y protagonismo de las Órdenes Militares. Las primeras fundaciones hispanas fueron la Orden de Calatrava, la de Santiago y la de Alcántara, todas ellas en Castilla y León.
b) La firma de tratados entre los dos grandes poderes cristianos, Castilla y León y la Corona de Aragón para delimitar los territorios que correspondían a cada uno en las conquistas futuras. En el nuevo tratado de Cazola Murcia pasaba a ser zona de conquista castellana.
Ante el creciente poder de los almohades la reacción de los reinos cristianos consistíó en finalizar sus disputas y aunar sus esfuerzos frente al peligroso enemigo común. También contribuyó el espíritu de guerra santa que animaba a los almohades, al que respondieron los cristianos con la cruzada. El resultado fue la formación de un numeroso ejército dirigido por los reyes de Castilla, Aragón y Navarra. Dieron lugar a la batalla de Las Navas de Tolosa (1212). La rotunda victoria de las tropas cristianas, supuso declive almohade y despejó el camino hacia el valle del Guadalquivir.
A finales del Siglo XIII la Península y las islas Baleares eran cristianas, a excepción del reino nazarí de Granada, conquistado por Reyes Católicos en el año 1492.
La época de la Baja Edad Media es una época de crisis. Que llevan a un retroceso económico y demográfico. También es la época en la que, superada la fase de expansión de la Reconquista, las Coronas de Castilla y Portugal inician su apertura hacia el exterior por las rutas atlánticas, mientras la corona de Aragón continúa su particular expansión comercial y política por el Mediterráneo. –
La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo obedecíó a la defensa de intereses comerciales catalanes en el Mediterráneo. Los reyes aragoneses conquistaron: Baleares, Sicilia, Cerdeña, Atenas, Neopatria y Nápoles. –
El interés de Castilla por el control del Atlántico se debía a razones de índole económica. Se produjeron las siguientes conquistas: Tarifa, Algeciras, Gibraltar. Las islas Canarias constituían una excelente base marítima de operaciones y aprovisionamiento. En cuanto a la política de expansión interior, en 1482 los Reyes católicos iniciaron la conquista de Granada que acabó con rendición de Granada, en 1492, acabando así con la presencia musulmana.
4 IV.- MODELOS DE REPOBLACIÓN.
Tras la ocupación militar de los territorios conquistados a los musulmanes era necesario repoblarlos para afianzar las conquistas y aprovechar los recursos. La consecuencia más importante fue la aparición de diferentes estructuras en el sistema de propiedad de la tierra. La repoblación de territorios se llevó a cabo mediante:
Los “repobladores” ocupaban unas tierras deshabitadas y se convertían en sus propietarios. Este modelo de repoblación se aplicó en la vertiente Norte de las cuencas del Duero y del Ebro.
Mediante este procedimiento la población se concentraba en ciudades a las que se les entregaba un territorio extenso. El rey concedía a los habitantes del alfoz tierras de cultivo, tierras comunales y unos privilegios y libertades recogidas en un Fuero. Un representante del rey y un grupo de caballeros se encargaban del gobierno/defensa del territorio fue utilizado en las tierras entre el Duero y el Tajo y al Sur del Ebro.
Las Órdenes Militares controlaban las tierras situadas al sur de las vegas del Tajo hasta Sierra Morena, se instalaban en fortalezas y en torno a ellos se fue aglutinando la población que recibía protección a cambio de trabajar sus tierras (encomienda). El sistema de repartimientos: Las propiedades se distribuyeron en donadíos (para aristocracia) o heredamientos (nobles de segundo orden) La repoblación de las Baleares y de las tierras del interior de Valencia.
Desde la invasión musulmana hasta la etapa del Califato de Córdoba (siglos VIII al X), los núcleos de resistencia cristianos vivieron una coyuntura de estancamiento económico pudieron emprender una limitada expansión territorial, gracias a la ocupación de zonas casi despobladas o sin interés para los musulmanes.
A partir del Siglo XI la división de Al-Ándalus en reinos de taifas confirió a los reinos cristianos una clara supremacía política y militar, que posibilitó un proceso de “reconquista” y repoblación de los territorios musulmanes hasta mediados del Siglo XIII. Hubo una fase expansiva del comercio y de la vida urbana. La evolución política, en Castilla triunfó la monarquía autoritaria con un poder centralizado. En Aragón la monarquía pactista y un modelo descentralizado. Las aportaciones culturales y artísticas nacieron del contacto entre judíos, musulmanes y cristianos, como la labor de traducción de obras realizada en Toledo y otros.