Portada » Geografía » Evolución del régimen demográfico en España
El régimen demográfico antiguo se mantuvo en España hasta principios del siglo XX. Se caracteriza por altas tasas de natalidad y de mortalidad, y por un crecimiento natural bajo. La natalidad presentaba valores elevados debido a dos causas principales: el predominio de una economía y sociedad rural, y la existencia de sistemas eficaces para controlar los nacimientos. La mortalidad general era alta y oscilante; sus causas eran el bajo nivel de vida y las precarias condiciones médicas y sanitarias. La dieta alimenticia era escasa por la baja productividad agraria y desequilibrada por la falta de proteínas. Las enfermedades infecciosas transmitidas a través del aire o del agua y alimentos tenían incidencia. Esta se veía favorecida por el atraso de la medicina, el desconocimiento de las vías de transmisión y la falta de higiene. A la elevada mortalidad general se sumaban momentos de mortalidad catastrófica causada por epidemias, guerras y malas cosechas. La mortalidad infantil también era alta, tanto la neonatal por defectos congénitos y problemas en el parto como la posneonatal por desnutrición e infecciones. La esperanza de vida era baja debido a la elevada mortalidad infantil y materna. Como consecuencia de las altas tasas de natalidad y mortalidad, el crecimiento natural era bajo y presentaba oscilaciones debidas a las crisis sobrenaturales.
Se caracterizó por la disminución suave de la natalidad, un brusco descenso de la mortalidad y, en consecuencia, un elevado crecimiento natural. La natalidad descendió de forma suave y discontinua, alternando periodos de mayor decrecimiento con otros de recuperación. En la década de 1920, la natalidad se recuperó del descenso gracias a la prosperidad económica. Entre 1930 y 1956 se reanudó el descenso, las causas fueron la crisis económica de 1929 y la inestabilidad política de la Segunda República, la Guerra Civil que ocasionó subnatalidad y la situación de la posguerra que causó el exilio de miles de personas y graves dificultades económicas. La política pronatalista de Franco, que instituyó premios de natalidad y prohibió los anticonceptivos, no fue suficiente para compensar esta tendencia. Entre 1956-1965 tuvo lugar una recuperación de natalidad que algunos autores interpretan como baby boom posbélico retrasado. Entre 1965 y 1975, últimos años del desarrollismo, disminuyó de nuevo el tamaño de la familia, la causa fue la consolidación de un modo de vida industrial y urbano, con graves problemas de vivienda que redujo el valor económico de los hijos.
Las migraciones estacionales y temporales tuvieron su auge entre el último tercio del siglo XIX y la década de 1960. En algunos casos eran desplazamientos estacionales a otras áreas rurales para realizar labores agrarias en una época en la que el campo estaba mecanizado, en otros casos eran desplazamientos temporales a la ciudad en las épocas del año en las que el campo no daba tanto trabajo para realizar tareas no agrarias. El éxodo rural tuvo lugar entre 1900 y 1975, es una migración entre áreas rurales y urbanas con carácter definitivo o de larga duración, su motivación fue conseguir ingresos más altos y trabajos, también influyó la posibilidad de encontrar en las ciudades mejor nivel sanitario, cultural, de ocio y mayor libertad personal. En el primer tercio del siglo XX, el éxodo rural tuvo un volumen moderado, estuvo motivado por el exceso de brazos en el campo debido a la crisis de la filoxera y al inicio de la mecanización del trabajo agrícola. El éxodo se inició hacia las ciudades industriales Madrid, Barcelona y País Vasco, se trató de una migración en cascada o por pasos: aldea, cabecera comarcal, capital de provincia, metrópoli, extraprovincial o extrarregional. Durante la Guerra Civil y posguerra, el éxodo rural se estancó, las ciudades sufrieron graves problemas de abastecimiento, la oferta de trabajo en la industria se redujo debido a las destrucciones de la guerra. Entre los años 1950 y 1975, el éxodo rural alcanzó su mayor volumen, las causas fueron el crecimiento demográfico y ya desde 1975 el éxodo rural decayó.
Relaciona el número de nacimientos en un año con la población total y se expresa en tantos por mil. La tasa de fecundidad relaciona el número de nacimientos en un año con el número de mujeres en edad de tener hijos y se expresa en tantos por mil. Los índices sintéticos de fecundidad indican la media de hijos por mujer para que una generación se reemplace a sí misma se necesita una media de 2,1 hijos por mujer. La tasa de mortalidad relaciona el número de defunciones en un año con la población total por mil. La tasa de mortalidad infantil relaciona el número de niños fallecidos antes de cumplir un año con el total de nacidos vivos ese año, por tanto por mil. La esperanza de vida relaciona el número de años vividos por todos los miembros de una población con el número de individuos que componen esa población.
Población activa: es el conjunto de personas de 16 años que suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios o que están disponibles y hacen gestiones para incorporarse a esta producción. Población inactiva: es la que no realiza un trabajo remunerado ni se encuentra disponible para desempeñarlo.
Es la entrada a un país o región de personas que nacieron o proceden de otro lugar. Representa una de las dos opciones o alternativas del término migración, que se aplica a los movimientos de personas de un lugar a otro y estos desplazamientos conllevan un cambio de residencia bien sea temporal o definitivo. Las dos opciones de los movimientos migratorios son: emigración, que es la salida de personas de un país, región o lugar determinados para dirigirse a otro distinto e inmigración, que es la entrada en un país, región o lugar determinados procedentes de otras partes. El saldo migratorio es el balance que existe entre la inmigración y la emigración en un determinado lugar. Cuando el saldo migratorio es positivo, la población aumenta; cuando el saldo migratorio es negativo, la población disminuye.
Las Proyecciones Demográficas (PD) son estimaciones de la población futura, a corto y medio plazo, basadas en el conocimiento de los fenómenos demográficos y utilizando los indicadores demográficos de mortalidad, fecundidad y migraciones.
Asentamiento de la población con gran densidad y superficie construida cuyos habitantes se dedican principalmente al sector secundario y terciario, se abastece del exterior y ejerce una influencia sobre el espacio que la rodea. Criterio morfológico: este viene dado por un poblamiento concentrado con alta densidad de edificación y de población y por el predominio de la vivienda colectiva y altura. Criterio funcional: se basa en las actividades económicas urbanas distintas de las agrarias, la industria y servicios. Criterio sociológico: define a la ciudad en función de sus rasgos específicos como una mayor diversidad social y unas relaciones más impersonales y anónimas entre los individuos frente a la mayor homogeneidad y control social existente en ámbito rural.
Representación a escala de una ciudad que refleja la superficie construida y los espacios libres. Pueden representar diferentes formas geométricas como consecuencia de su evolución histórica. El emplazamiento es el espacio concreto sobre el que se asienta la ciudad. La situación es la posición relativa de la ciudad respecto a un entorno demográfico amplio, esta relacionada con la función de la ciudad respecto al entorno. El plano es el conjunto formado por las superficies construidas y libres de la ciudad, suelen ser tres tipos: plano irregular, plano radiocéntrico y plano ortogonal. La construcción incluye la trama, que es la disposición de edificios, puede ser compacta o cerrada. La edificación puede ser colectiva y en altura o individual, viviendas extensas o adosadas. Los usos del suelo son las diferentes utilizaciones del espacio urbano.
Toledo, como aquellas ciudades con una larga historia, presenta un espacio complejo, en el que pueden distinguirse diversas áreas correspondientes a las diferentes etapas del desarrollo urbano: el casco antiguo, el ensanche de mediados del XIX y primer tercio del siglo XX y la periferia.
Toledo, como aquellas ciudades con una larga historia, presenta un espacio complejo, en el que pueden distinguirse diversas áreas correspondientes a las diferentes etapas del desarrollo urbano: el casco antiguo, el ensanche de mediados del XIX y primer tercio del siglo XX y la periferia.
El casco antiguo, de origen prerromano, ha acogido a diversos pueblos y culturas a lo largo de los siglos, como un acueducto y un circo. Tras la dominación romana, en la Edad Media, Toledo fue capital del reino visigodo, conquistada por los musulmanes, y reconquistada por los cristianos. Toledo es conocida como La ciudad de las tres culturas, por haber estado poblada durante siglos por cristianos, judíos y árabes, así como La ciudad imperial, por haber sido la sede principal de la corte de Carlos V en los reinos hispánicos, siendo este momento cuando alcanza su mayor esplendor. El casco antiguo poseía murallas de las que se conservan hoy amplios restos. Las murallas tenían finalidad defensiva, fiscal (asegurar el pago de impuestos) y sanitaria (aislar a la ciudad en caso de epidemia).
El plano del casco antiguo es irregular, de calles estrechas y tortuosas, que conservan en buena parte el trazado musulmán (adarves, corrales, plazas, patios y plazuelas). También se observan en él plazas y avenidas más amplias, que corresponden a reformas urbanísticas. La trama es cerrada y compacta, debido a que el crecimiento de la ciudad se localizó durante siglos en el espacio intramuros. La edificación tradicional es de baja altura, aunque experimenta una progresiva tendencia a pertenecer a diversas épocas y culturas: musulmanes, judíos y cristianos. Los usos del suelo tradicionales eran residenciales, comerciales y artesanales, a raíz del deterioro de muchas viviendas, y presenta importantes usos terciarios, en muchos casos relacionados con el importante turismo que atrae esta zona de la ciudad, tanto por su propia configuración urbana como por los destacados monumentos históricos y artísticos que posee. Socialmente en el pasado convergieron en la ciudad diversas razas y culturas, aunque en barrios separados, lo que ha dejado su impronta en el casco antiguo. Actualmente, se manifiesta un progresivo envejecimiento de los grupos sociales que viven en esta zona, debido a la antigüedad y deterioro de muchos inmuebles.
Los principales problemas que afectan hoy al casco antiguo son el progresivo deterioro de algunos edificios históricos y la saturación y congestión de oficinas, equifuncional.
A mediados del siglo XIX, el crecimiento de Toledo, que se había paralizado desde el siglo XVII, se reanimó con motivo de su elección como capital provincial en la nueva división administrativa de Javier de Burgos (1833) y con la llegada del ferrocarril. La consolidación se produjo tras la Guerra Civil: núcleo de Santa Bárbara frente a la antigua estación, los barrios de San Antón, el Cristo de la Vega, la Solanilla y San Martín. De todas formas, el ensanche de este momento no tuvo gran relevancia espacial debido al escaso dinamismo demográfico y económico de la ciudad.
El gran impulso urbano de Toledo vino tras la Guerra Civil, en forma de remodelaciones internas y de expansiones extramuros. Se debió al crecimiento de la población y a la creación del polígono de descongestión de Madrid en los años 60. Dentro de la periferia pueden distinguirse diversas áreas en función de los usos del suelo predominantes.
a) Áreas residenciales de diverso tipo. En el Noroeste, corresponden a una expansión urbana bien planificada, que incluye zonas de diversa calidad residencial. Junto a la carretera de Madrid, ha ido surgiendo un área residencial formada por barrios construidos de forma espontánea. Viviendas en torno al polígono industrial.
b) Áreas industriales. El área industrial más destacada es el polígono de descongestión industrial de Madrid, que se localizó al este de la ciudad, a unos 8 km del centro. Tuvo un carácter mixto de descongestión industrial y residencial, y ha sido ocupado por industrias pertenecientes a diversos sectores, entre los cuales se encuentran algunos modernos (electrónica). La otra área industrial está en torno a la fábrica de armas.
c) Áreas de equipamiento. En la periferia se localizan también equipamientos e infraestructuras consumidores de grandes espacios que no encuentran sitio suficiente en el centro de la ciudad, como la plaza de toros, las instalaciones deportivas, la universidad laboral, colegios, centros sanitarios, y las infraestructuras de comunicaciones (carreteras y vías de circunvalación). Actualmente las funciones de Toledo respecto a su entorno son eminentemente turísticas y administrativas. Estas últimas han cobrado auge desde su elección como construcción de la autovía y la relocalización industrial.