Portada » Ciencias sociales » Evolución de la Pedagogía Musical: Enfoques y Métodos Clave
El origen de la pedagogía musical tiene un claro carácter conductista, con gran influencia de esta antigua enseñanza en los sistemas modernos. Los enfoques pedagógicos del siglo XIX fueron profundamente cuestionados a partir de las primeras décadas del siglo XX. En Europa se difundieron los métodos Montessori, Froebel, etc., mientras que en Estados Unidos se consolidaba la pedagogía activa de Dewey. Además, surgió un nuevo movimiento pedagógico denominado Escuela Nueva, que rompió con el tradicionalismo e instauró la creatividad y la actividad. Con él se buscaba la elección de lo más adecuado para los objetivos educativos. A mediados del siglo XX, este tipo de pedagogía cayó en el olvido al sufrir una fragmentación que desembocó en dos tendencias:
Las causas de este olvido fueron la aparición de nuevos paradigmas y modelos pedagógicos que eliminaron aspectos metodológicos como el folclore. Asimismo, los recursos y materiales abundan; sin embargo, las oportunidades de formación de los profesores y la actualización pedagógica escasean cada vez más.
Durante el Congreso de la Unesco en 1958, varios autores llegaron a conclusiones sobre la pedagogía musical: utilizar el canto para el desarrollo de la comunicación lingüística y la actividad rítmica, favorecer la memoria musical y el desarrollo fisiológico y motriz, crear lazos afectivos y de cooperación mediante la práctica musical, conducir al alumno a través de la música a la autoexpresión, deleite y espontaneidad, propiciar la adaptación social y dar sentido de responsabilidad dentro de un grupo.
Los elementos comunes de la moderna pedagogía musical son: creatividad; aumento de la capacidad de autovaloración del alumno (el alumno crea su propia música mientras el profesor hace de guía), actividad; basada en la percepción y expresión, participación; complementa la actitud activa del alumno y le da sentido al grupo, imaginación y flexibilidad para que aprecien la belleza de la música, acercamiento a la realidad; presencia en la vida cotidiana, interdisciplinariedad; desarrollo de la capacidad comunicativa, motora y de la capacidad de abstracción y, por último, lúdica y libre; importancia del juego creativo y participativo en el aprendizaje.
Émile Jaques-Dalcroze fue un pedagogo, compositor, músico y educador musical suizo. Fue el autor que más énfasis dio a la relación entre la música y el movimiento. También hubo otros autores que dieron importancia a estos conceptos, como Orff y Kodaly. Dalcroze, además de dar importancia al movimiento, también le da una importancia generalizada a la psicomotricidad, sobre todo en edades tempranas, fomentando así el movimiento del cuerpo como medio de expresión, comunicación y educación.
Su método se centra en la experiencia y propone realizar antes de comprender, experimentar la música con el movimiento del cuerpo antes del aprendizaje de la teoría. Juan Llongueras introdujo y continuó su método en España. Este método se basa en la euritmia, que consiste en expresar un fenómeno musical a través de la experiencia física del movimiento.
Los puntos a destacar de su método son:
Algunos de los objetivos de su método son el desarrollo del autocontrol, la improvisación y la coordinación.
Algunas características de su desarrollo práctico son:
Algunos aspectos importantes de su metodología son la memorización médica, la disociación de movimientos, la interrupción y el comienzo del movimiento asociado al silencio y al sonido. Este método se puede plasmar con varias actividades: canciones motrices o cuentos motores, realización de movimientos naturales como correr y caminar a diferentes ritmos y velocidades, etc.
A partir de los comienzos del siglo XX, se produjeron grandes cambios en el ámbito de la educación musical y, durante varias décadas, se desarrollaron diferentes métodos para avanzar en la formación del alumnado en relación con la organización del conocimiento y el enriquecimiento perceptivo, expresivo y comunicativo de la música. Destacan Curwen, Chevais y Montessori.
Este periodo estuvo muy influido por la Escuela Nueva. Estos métodos activos propugnan la importancia de los intereses y características psicológicas del educando, basándose fundamentalmente en la consideración de los siguientes valores:
Dichos conceptos renovadores se difundieron por Europa y Norteamérica rápidamente, aunque fue algún tiempo más tarde cuando se incorporaron a la educación musical. Durante este periodo, en Estados Unidos, las ideas de John Dewey proclaman la necesidad de una educación para todos. Destacan Dalcroze, Willems y Martenot.
Incluimos en la categoría de «métodos instrumentales» los métodos del alemán Carl Orff, centrado en los conjuntos instrumentales; del húngaro Kodaly, que privilegia la voz y el trabajo coral; y del japonés Suzuki, que inicialmente se focaliza en la enseñanza del violín. A partir de los años 50 se conocen en Buenos Aires, desde donde se irradian hacia el resto del país los nuevos métodos de educación musical. Durante este período se registra una intensa actividad en el campo educativo musical: los profesores muestran entusiasmo y adhesión frente a las propuestas metodológicas de los grandes pedagogos.
Edgar Willems fue un pedagogo volcado en el estudio de la psicología como base de su educación musical. En cuanto a la música, fue autodidacta. Además, formó educadores musicales y dio cursos de iniciación musical a niños entre 5 y 7 años.
Su método lo difundió su discípulo Jacques Chapuis, el cual tenía como objetivos desarrollar la sensibilidad auditiva, el canto, la creatividad y la armonía, mediante un método para todas las edades que fomentaba la educación musical en familia. Este método relacionaba el ritmo, la melodía y la armonía, al tiempo que desarrollaba la audición interior y trabajaba la voz, dándole importancia como recurso de la canción. Asimismo, era consciente de las diferentes aptitudes de los niños y de su consecuente adaptación curricular. También le daba importancia a la elección de un buen material variado y bien presentado, que incluye muchas canciones, trabajos con la escala y juegos y ejercicios para la discriminación auditiva.
Al igual que Dalcroze, le da importancia a la improvisación, pero en este caso se enfoca en la vocal-melódica. Sus premisas son:
El método de este autor se sostiene en las siguientes bases pedagógicas:
Algunas actividades relacionadas con este método son dictados de reconocimientos tímbricos, rítmicos o de altura, cazador de silencios (ver cuántos silencios hay en una secuencia), etc.
Carl Orff fue pedagogo y un compositor muy reconocido por su música contemporánea. Se le recuerda por el instrumental Orff y por la instrumentación de determinadas piezas musicales, teniendo mucho éxito en todas las etapas educativas, desde las más tempranas. Su idea principal será que la música, el lenguaje, la danza y el movimiento se pueden ver fusionadas gracias al ritmo. Jos Wuytack será discípulo de Orff y continuador de su metodología: Método Wuytack (audición musical activa).
Diseñó un método de trabajo para la escuela, basado en que el alumno recorra todas las etapas que atravesó el hombre hasta llegar al nivel de desarrollo actual. Da mucha menos importancia a la teoría que a la práctica. La percusión indeterminada (sin altura) y la percusión determinada (con altura) tienen gran importancia por su uso en el aula. Alguno de sus objetivos son el desarrollo de la inteligencia y de las posibilidades motrices del cuerpo. Además, destaca por tener una metodología más integral, y el Método Orff es el más implantado en las escuelas y a todos los niveles, trabajando de todo.
Orff establece los siguientes principios:
Zoltán Kodaly fue pedagogo, compositor y folclorista. Demostró un talento precoz para la música. No inventó ningún método, sino que tenía una determinada filosofía educativa y unas ideas fundamentales sobre la educación musical. Utilizó el folclore como base de la expresión musical en todos los niveles educativos. Otros de sus objetivos fueron conocer los elementos de la música a través de la práctica vocal a una o varias voces, al igual que Willems, e instrumental, al igual que Orff.
Las características que más destacan de este autor son, entre otras, las canciones tanto infantiles como folclóricas y tradicionales o la música de grandes compositores contemporáneos. Pensaba, al igual que Orff, que las canciones tradicionales pentatónicas son las más adecuadas para los niños de infantil. Además, intentó eliminar las canciones inadecuadas, creando un repertorio específico en base a unos criterios estéticos y pedagógicos. También destaca la importancia del canto en su educación musical e instrumental, ayudando a desarrollar el oído y la imaginación musical. Practica una educación inicial vocal a una sola voz, más tarde a dos voces con ayuda de la fononimia, que focaliza la atención del niño y desarrolla la memoria, mediante la afinación, educación del oído, improvisación… al igual que Dalcroze, Orff y Willems. También fomenta el desarrollo de la atención y la concentración.
Por otra parte, encontramos el empleo del solfeo “do móvil”, que no se trabaja en ninguna escuela, y el ritmo a través de diferentes sílabas, completándose con la escala pentatónica. Para el desarrollo de la entonación desde edades tempranas es necesario:
Por último, destacar su recopilación de canciones de folclore. Para trabajar estas características encontramos actividades como: fononimia para reconocer la altura de los sonidos, aplicación de las sílabas rítmicas, interiorizar ritmos de una canción popular.
Maurice Martenot, músico francés, fue pianista, violinista y violonchelista. En 1928, inventó las «Ondas Martenot», un instrumento electrónico, y también creó el «Clavi-harpe» para la enseñanza musical infantil.
Ritmo: Uso de fórmulas encadenadas y ecos rítmicos, con etapas de asociación, reconocimiento y expresión.
Entonación: Basada en la imitación para formar la memoria musical, avanzando hacia el dictado.
Audición: Enfocada en la atención, audición interior y formación tonal y modal.
Lectura: Comienza con fórmulas rítmicas, llevando a la polirritmia y luego añadiendo entonación.
Ejercicios de relajación: Alternancia de actividades intensas con periodos de relajación, similar a los métodos de Dalcroze.
El aprendizaje se centra en la imitación y breves periodos de concentración intensa, con actividades como preguntas y respuestas sin altura y acompañamiento con percusión corporal.