Portada » Filosofía » Ética Profesional: Principios y Aplicaciones
La ética profesional deriva de la ética general y busca aplicar sus principios a las actividades específicas de cada profesión.
La ética es el estudio sistemático de la moralidad de las acciones humanas. Tiene un carácter teórico, ya que busca conocer el bien, y práctico, porque aplica ese conocimiento para guiar las acciones hacia el bien.
Las acciones humanas poseen una dimensión moral porque se originan en la inteligencia y la voluntad, implicando la libertad del individuo.
La ley moral natural emana de la naturaleza humana como una luz de la razón que permite comprender la realidad moral y sus principios generales. Sus propiedades son:
La libertad se ejerce plenamente cuando el hombre elige el bien entre varias opciones. Al elegir el mal, la libertad se ejerce de forma imperfecta, alejándose del fin último.
La ley moral natural, al determinar lo bueno y lo malo, guía la libertad humana hacia el fin último, que es la felicidad.
Un acto voluntario procede de la voluntad deliberada, donde el hombre se mueve a sí mismo conociendo la razón y el fin de su acción.
La ejemplaridad es la influencia, intencional o prevista, que una acción ejerce sobre la voluntad de otros. Puede ser positiva o negativa.
La cooperación es la ayuda que una acción presta a otra realizada autónomamente.
La ignorancia moral es el conocimiento erróneo de la moralidad de una acción.
Los elementos que integran una acción y determinan su moralidad son:
Todos los elementos deben ser buenos para que la acción sea moralmente buena. Las circunstancias pueden aumentar o disminuir la bondad o malicia, e incluso convertir una acción en mala.
Se produce un efecto adicional no intencionado, pero tolerado, al realizar una acción con un fin específico.
La conciencia moral es el juicio de la inteligencia que, basándose en la ley moral, dictamina sobre la bondad o malicia de un acto concreto.
Se deben seguir los principios de la ley moral natural.