Portada » Historia » Etapas Clave de la Primera Guerra Mundial: Desde el Plan Schlieffen hasta la Rendición de los Imperios Centrales
El plan alemán preveía una derrota francesa en cuatro o seis semanas. El ataque se realizaría por sorpresa a través del territorio neutral de Bélgica para, una vez controlada Francia, dirigirse hacia el este para derrotar a los rusos, antes de que pudieran desplegar sus ejércitos.
Los alemanes penetraron profundamente en Francia y se produjo la batalla del Marne, donde el general francés Joffre hizo retroceder a los alemanes. El plan alemán de guerra breve – Plan Schlieffen – fracasó. Franceses y alemanes cavaron trincheras desde el mar del Norte hasta la frontera de Suiza y así se mantuvieron casi sin variaciones hasta la primavera de 1918.
La extensión de la guerra: El fracaso alemán en el este se debió en parte a la entrada del ejército ruso en la Prusia oriental, lo que hizo que el ejército alemán tuviese que dividir sus fuerzas. Además, el 23 de agosto Japón se unió a la Entente para apoderarse de los archipiélagos alemanes en el Pacífico. El 1 de noviembre, Turquía se uniría a los Imperios Centrales.
Durante estos años la guerra consistió en lanzar ofensivas contra los enemigos para romper el frente. Los soldados eran detenidos por las alambradas y eliminados por las ametralladoras. Las batallas ocasionaban miles de muertos por el empleo de las nuevas armas: tanques, gases, ametralladoras y la aviación, pero las posiciones permanecieron inalterables.
Ofensivas y guerra de desgaste: En 1915 los alemanes atacaron en diversas ocasiones a los franceses, pero no consiguieron romper el frente francés. En el frente oriental consiguieron arrebatar a los rusos todo el territorio de Polonia. En 1916 tuvo lugar la batalla de Verdún, en la que los alemanes perdieron 240.000 hombres y los franceses 275.000. Otra gran ofensiva se produjo en la batalla del Somme con resultados parecidos. Esto dio lugar a la llamada guerra de desgaste. Finalmente, una nueva ofensiva rusa en 1916 consiguió recuperar parte de Polonia.
Nuevos aliados: Las grandes pérdidas humanas y materiales llevaron a los contendientes a buscar nuevos aliados para romper el equilibrio de fuerzas. En mayo de 1915, Italia se incorpora a la Entente a cambio de recuperar algunos territorios de habla italiana aún en manos austríacas. En septiembre, Bulgaria se une a los Imperios Centrales y, a finales de agosto, Rumanía se une a la Entente, si bien será rápidamente ocupada por los alemanes.
El año de 1917 resultó decisivo por dos acontecimientos: la revolución rusa y la entrada de Estados Unidos en la guerra.
La retirada de Rusia: La situación militar y económica de Rusia era desastrosa. En febrero de 1917, una revolución democrática acabó con el zarismo. En octubre, los bolcheviques se hicieron con el poder en Rusia e iniciaron las conversaciones de paz con Alemania. El 3 de marzo de 1918 se firmó la Paz de Brest-Litovsk entre Rusia y Alemania, con enormes pérdidas territoriales para los rusos. Esto hizo que los alemanes pudieran concentrar sus fuerzas en el frente occidental.
Entrada de Estados Unidos en la guerra: Aunque Estados Unidos se había declarado neutral, autorizó continuos préstamos a Francia y al Reino Unido para comprar armamento, alimentos y materias primas. La entrada de Estados Unidos en la guerra se debió a la guerra submarina llevada a cabo por Alemania. Al bloqueo naval británico respondieron los alemanes con la guerra submarina. Los submarinos alemanes se propusieron hundir cualquier barco que se dirigiese a los puertos británicos para así paralizar su economía y sus suministros y obligarlos a firmar la paz. La entrada de Estados Unidos se producirá por el hundimiento del transatlántico americano Lusitania en mayo de 1915, y tras el hundimiento de otro barco mercante más tarde. El 6 de abril de 1917, Estados Unidos entraba en guerra contra Alemania. Su tardanza en entrar en guerra se debió a la falta de un ejército preparado, no había servicio militar, por lo que emplearon 15 meses en reclutar, entrenar y transportar su ejército a Europa. Los alemanes eran conscientes de que tarde o temprano los americanos entrarían en guerra, pero tenían la esperanza de que antes de que se produjese hubieran derrotado a los ingleses, pero no fue así.
Protestas en el interior de la guerra: En 1917, los pactos con los movimientos socialistas, contrarios a la guerra, se rompieron. El empeoramiento de las condiciones de vida provocó una gran conflictividad social. En abril y mayo, los obreros británicos y alemanes de las fábricas de armamento fueron a la huelga, y hubo manifestaciones obreras en Milán y Turín. La Revolución Rusa se transformó en una Guerra Civil comandada por Lenin al frente del movimiento comunista, lo que alentó a los movimientos revolucionarios en el resto de Europa. A todo esto hay que sumar las atroces condiciones de vida que había en los frentes. En el frente francés estallaron motines que fueron sofocados con represiones brutales y ejecuciones.
La derrota militar: El 9 de enero de 1918, el presidente Theodore W. Wilson hizo público un programa de paz en el que no hubiera ni vencedores ni vencidos y se potenciaban las nacionalidades europeas. Además, incluía la creación de una Sociedad de Naciones para evitar nuevas guerras. Sin embargo, los alemanes iniciaron una última ofensiva en el frente occidental sin ningún éxito. En agosto, las tropas aliadas, con los americanos incluidos, atacaron a los alemanes que se vieron obligados a rendirse debido al agotamiento de sus ejércitos.
La rendición: Entre septiembre y noviembre de 1918 se rindieron los aliados de Alemania: en septiembre, Bulgaria; en octubre, los turcos; y en noviembre, los austrohúngaros. El 8 de noviembre estalla en Berlín un movimiento revolucionario que provoca la caída de la monarquía y la formación de un gobierno socialdemócrata que firmó el armisticio el 11 de noviembre de 1918. Los militares y financieros alemanes que habían provocado la guerra dejaron que los socialdemócratas firmaran una paz vergonzante para Alemania.