Portada » Lengua y literatura » Estudio Comparativo de «Lazarillo de Tormes» y «Don Quijote de la Mancha»
Es la primera de las obras picarescas y la que da origen al subgénero. Las primeras ediciones conocidas son de 1554. Se trata de una novela anónima.
El Lazarillo está concebido como una carta que Lázaro envía a alguien desconocido para justificar por qué admite la situación tan deshonrosa en la que vive. La obra está compuesta por un prólogo que nos explica el motivo de la carta y siete tratados, cada uno de ellos centrado en un amo (un ciego, un cura, un escudero, un fraile de la Merced, un buldero, un capellán, un maestro de pintar panderos, un alguacil y un arcipreste). En el transcurso de cada capítulo, se narran las adversidades, las burlas y los engaños que sufre, y cómo todo ello va modificando poco a poco su carácter. Al final, trabajará como pregonero y deberá consentir cínicamente el adulterio de su mujer a cambio de la supervivencia. De los 7 tratados, los 3 primeros están más desarrollados; una vez completada la personalidad de Lázaro, los demás capítulos son más esquemáticos.
La obra es una autobiografía, escrita en primera persona y pertenece al género epistolar. Un rasgo llamativo es el uso del humor, al servicio del interés crítico del autor. El Lazarillo destaca también por su naturalidad lingüística y por su trabajada sencillez.
Con el propósito de criticar las novelas de caballerías, Cervantes escribe su mejor obra: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, publicada en dos partes, la primera en 1605 y la segunda en 1615.
La enorme variedad de personajes que intervienen constituyen una rica muestra de la sociedad española de principios del siglo XVII. Sobresalen don Quijote y Sancho.
Es una obra manierista que muestra un estilo entre la sencillez y la naturalidad propias del Renacimiento y la complejidad y el artificio barrocos. Es una novela que conjuga estilos y técnicas diferentes. El principal acierto estilístico de Cervantes consiste en saber adaptarse a las necesidades de una obra abierta y variada, para lo cual se vale del estilo popular de los refranes de Sancho. Una técnica absolutamente moderna es la del perspectivismo narrativo. Aunque la obra parece un auténtico compendio de técnicas y recursos formales diferentes, los más habituales son la ironía, la parodia o la presencia constante del diálogo.