Portada » Biología » Estructura y Funciones de la Membrana Plasmática
El modelo del mosaico fluido es una descripción de la estructura de la membrana plasmática propuesta por Singer y Nicholson en 1972. Según este modelo, la membrana plasmática se asemeja a un mosaico fluido en el que los lípidos forman una bicapa de fosfolípidos.
La membrana está compuesta principalmente por lípidos (moléculas anfipáticas que les permite la formación de bicapas en medios acuosos, en ellos hay 3 categorías: fosfolípidos, glucolípidos y esteroles) y proteínas (pueden tener un papel estructural o bien estar implicadas en funciones de reconocimiento y recepción de señales. Pueden pertenecer a dos grupos: integrales y periféricas).
La fluidez de la membrana depende de varios factores; temperatura, grado de saturación de los ácidos grasos, etc.
La membrana desempeña funciones como la recepción de señales, exocitosis y endocitosis, adhesión celular, entre otras.
La endocitosis es el mecanismo celular mediante el cual las células captan sustancias del medio extracelular y las incorporan en su interior. Por otro lado, la exocitosis es el mecanismo celular mediante el cual las células liberan o exportan contenido al medio extracelular.
La pared celular aparece como una estructura gruesa compuesta por varias capas que se van depositando a medida que se produce el crecimiento celular.
La pared celular vegetal está implicada en diversas funciones como conferir rigidez, contribuir al mantenimiento de la forma celular, servir de conexión entre células de los tejidos vegetales, posibilitar el intercambio de fluidos y la comunicación intercelular, permitir a las células vegetales vivir en un medio hipotónico, impidiendo que las células se hinchen y estallen, y servir de barrera protectora frente a la infección de agentes patógenos.
La teoría celular es un principio fundamental en biología que establece que todos los organismos vivos están compuestos por células, y que la célula es la unidad básica de la vida.
Pared celular: Las células vegetales tienen una pared celular compuesta principalmente de celulosa, que les brinda rigidez y soporte estructural. En cambio, las células animales no tienen una pared celular definida.
Cloroplastos: Los cloroplastos son orgánulos que contienen clorofila y son responsables de la fotosíntesis en las células vegetales. Estos orgánulos permiten a las células vegetales producir su propio alimento a partir de la luz solar. Por otro lado, las células animales no tienen cloroplastos y no pueden realizar la fotosíntesis.
Vacuolas: Las células vegetales tienen una vacuola central grande que ocupa una gran parte del volumen celular. Esta vacuola desempeña funciones de almacenamiento de agua, nutrientes y desechos. En cambio, las células animales tienen vacuolas más pequeñas y en menor cantidad.
Centriolos: Los centriolos son estructuras que ayudan en la división celular y la formación del huso mitótico. Los centriolos están presentes en las células animales, pero generalmente están ausentes en las células vegetales.
Nutrición: Las células animales son heterótrofas, lo que significa que obtienen nutrientes al consumir otros organismos o materia orgánica. Por otro lado, las células vegetales son autótrofas y pueden producir su propio alimento a través de la fotosíntesis.
Son orgánulos intracitoplasmáticos no membranosos, compuestos por ARN y proteínas, esenciales en la síntesis de proteínas.
Los ribosomas están constituidos por dos subunidades: una subunidad grande con dos tipos distintos de ARN y diversas proteínas, y una subunidad pequeña con un solo tipo de ARN asociado a proteínas.
Los ribosomas de las células eucariotas y procariotas se diferencian por su coeficiente de sedimentación (S).
Son los encargados de producir las proteínas y participan en el control genético de la célula.
Los ribosomas pueden encontrarse en células, libres en el citoplasma en forma de polirribosomas, o bien asociados al retículo endoplásmico rugoso o en la membrana nuclear.