Portada » Lengua y literatura » Estructura y Contenido Narrativo en ‘El Amor en los Tiempos del Cólera’
Argumentos y Temas: ‘El amor en los tiempos del cólera’ es una novela de amor de Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura en 1982, publicada en 1985. Es un compendio acerca del amor y sus múltiples variantes, un estudio sobre el paso del tiempo y la muerte. La trama se desarrolla a principios del siglo XX, época en la cual, según el narrador, los signos del enamoramiento podían ser confundidos con los síntomas del cólera. Al igual que el río Magdalena, a cuyas orillas se desarrolla la historia, fluye la narración de la vida de los personajes principales: Fermina Daza, Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino. Gabriel García Márquez hace hincapié en temas trascendentales en la vida del hombre, tales como el amor en las diferentes etapas de la vida, la muerte y el paso del tiempo, sin perder de vista otros como la familia, la amistad, la fidelidad o la convivencia conyugal. El argumento relata una historia de amor triangular entre los personajes fundamentales: Fermina Daza, Juvenal Urbino y Florentino Ariza. A los 13 años, Fermina conoce a Florentino y, tras una intensa relación epistolar de cuatro años, aquella rechaza a este; más tarde, a los 21, se casa con Juvenal, con quien convive durante 51 años. Cuando Juvenal muere, Fermina y Florentino retoman su amor, a pesar de sus edades (72 y 76). La historia transcurre a lo largo de seis secuencias de parecida extensión.
La novela está dividida en seis capítulos sin numeración ni título en los que la concepción del tiempo y la focalización de los personajes sirven para organizar la estructura interna:
La primera secuencia plantea la ordenación lineal de los hechos, puesto que nos cuenta el último día de la vida de Juvenal Urbino. Sin embargo, justo hacia el final del capítulo, con la aparición sorprendente de Florentino Ariza en el velatorio, descubrimos que se trata de un comienzo “in media res”.
Las cuatro secuencias narrativas centrales son una retrospección o analepsis, una mirada hacia el pasado que nos hará entender el contenido de las últimas páginas del primer capítulo. Tienen un tiempo claramente marcado:
La segunda secuencia comienza la historia: los primeros encuentros de Fermina y Florentino y sus amores secretos. La atención narrativa se centra en Florentino.
La tercera secuencia nos cuenta los amores de Juvenal y Fermina y cómo llegan al matrimonio.
La cuarta y quinta secuencia seguirán el hilo de la vida de los tres vértices de este triángulo amoroso, el camino de sus destinos, que une a Fermina y Juvenal y aleja a Florentino.
La sexta secuencia narrativa vuelve al presente y retoma la historia donde la dejamos al principio.
Vicente Cervera, profesor de la Universidad de Murcia, establece una estructura tripartita, al estilo tradicional, que conformaría toda la obra como un gran cuento. La primera parte sería el planteamiento, la segunda el nudo. Cervera advierte, en esta parte, de la estructura en trenza de las dos historias paralelas que se entrelazan, sin llegar a juntarse, y se relatan pasando alternativamente de una en otra, hasta unirlas al final. La tercera parte sería el desenlace, en el que se vuelve de nuevo al presente para relatar la declaración de Florentino. En cuanto a la estructura general, es en espiral, ya que el comienzo y el final no se tocan; adviértase que, tras el gran flashback de los capítulos centrales, la obra se retoma cuando muere Juvenal y no Jeremiah de Saint Amour, hecho que abre la novela. La concepción del tiempo como elemento estructurador de la novela nos lleva a diferenciar dos dimensiones que confieren, a su vez, unidad de relato:
El tiempo interno: cómo se cuentan los hechos de la novela, está determinado por la ruptura de la linealidad mencionada. El uso de la retrospección y la presencia de un narrador heterodiegético permiten que en determinados momentos se realicen anticipaciones o prolepsis como un guiño al lector: así en el capítulo primero se nos adelanta que el loro será la causa de la muerte del doctor. En general, el tiempo en la novela no sigue una cronología datada en la narración, sino que se presenta a través de datos vividos por los protagonistas. Es más psíquico que cronológico.
El tiempo externo: respondería a cuándo ocurren los hechos narrados. Hay numerosas alusiones a la época en la que se desarrollan. Se trata en toda la novela de un tiempo marcado, porque así le interesa al autor: hay alusiones a la guerra colombiana de los mil días, asistimos a la remembranza del primer buque fluvial, también asistimos a un nuevo bautizo un siglo después: el doctor Urbino Daza y su esposa acompañaron a Fermina a tomar el buque que había de llevarla en su primer viaje por el río. Era el primero, su antecesor glorioso: nueva fidelidad. Se suceden unos acontecimientos históricos que anclan la ficción en la realidad. Por otra parte, muchos aspectos de la ficción están basados en la biografía del autor, hay numerosas alusiones a la época en la que se desarrollan los hechos, situada entre finales del siglo XIX y principios del XX. En cuanto al espacio, se configurará también como un elemento estructural básico en la composición de la novela, aunque no tan relevante como el anterior. El narrador nos sitúa en La Manga. No podemos ponerle nombre concreto a la ciudad real, pero sí a aquellos lugares que se recorren en los distintos viajes que hacen los personajes:
Se adentran en Sierra Nevada, Valledupar, Riohacha, donde Fermina permanece año y medio. Se trata del viaje disuasorio que la obliga a hacer su padre para que olvide a Florentino.
Se cita Europa en los viajes de Fermina y Juvenal (Roma, Londres y París).
También localizamos puertos del río Magdalena en los que atracan en el viaje final.
Lugares peculiares, que se corresponden además con la realidad de la época, son los buques fluviales donde Florentino y Fermina pierden su virginidad con Rosalba y Juvenal, y donde ambos consuman su amor.
Todo esto se plantea desde un discurso narrativo dominante, que apenas deja expresarse a sus personajes; apenas hay diálogos. Aparentemente se trata de un narrador omnisciente, pero de vez en cuando se presenta como un testigo ocular de los hechos narrados en primera persona del plural. La primera persona del plural del narrador aporta mayor verosimilitud al relato, como si fuese el testimonio colectivo de todo un pueblo, de toda la ciudad. Según Cervera, el uso de la primera persona del plural es una especie de juego cervantino; García Márquez se incluye en la narración. En definitiva, el narrador es complejo porque está a la vez dentro de la narración. En palabras de García Márquez: “La obra empieza en un funeral y termina en un barco. Entre uno y otro ocurre todo”. “Es la historia de un hombre y una mujer que se aman desesperadamente y que no pueden casarse a los 20 años porque son demasiado jóvenes, y no pueden casarse a los 80, después de todas las vueltas de la vida, porque son demasiado viejos”.