Portada » Historia » Estructura Social del Antiguo Régimen: Estamentos, Crisis y Transición al Capitalismo
Sociedad estamental: es aquella organizada en estamentos. Los estamentos constituían grupos cerrados a los que se accedía fundamentalmente por nacimiento. Cada estamento se correspondía con un grupo definido por un común estilo de vida y análoga función social. Era impermeable, es decir, sus miembros no podían mudar de condición.
Lo que caracterizaba a esta sociedad era la estabilidad y la inercia, a diferencia de la sociedad capitalista, dividida en grupos en función de su riqueza y, por tanto, más variable y dinámica. La sociedad estamental era casi inmutable. Jurídicamente era desigual. Cada una de las personas que la componían era portadora o no de privilegios, en función de su pertenencia a uno u otro estamento.
La sociedad estamental entró en crisis a raíz de los cambios que se fueron produciendo a lo largo del siglo XVIII, que llevaron consigo el fortalecimiento de una burguesía dueña de gran parte de la economía artesanal, comercial y financiera.
No conforme con su opulencia económica, los burgueses fueron reivindicando también derechos políticos y prestigio social, algo que no estaban dispuestos a conceder los privilegiados. Esa discriminación empujaría a la burguesía en ascenso hacia la acción revolucionaria, cuyo objetivo sería la destrucción de los privilegios feudales y del Antiguo Régimen.
Sobre las ruinas de la sociedad del Antiguo Régimen se erigió la sociedad capitalista, liberal y burguesa.
La monarquía absoluta fue el sistema político más frecuente en la Europa del Antiguo Régimen.
El absolutismo es el sistema por el cual todos los poderes del Estado (ejecutivo, judicial y legislativo) deben estar concentrados en el monarca. De él deriva la soberanía, y el poder del monarca absoluto está por encima de la ley, aunque obligado a hacer justicia y respetar los pactos con su pueblo. El monarca tiene el poder porque lo recibe directamente de Dios, no es, pues, responsable de sus actos ante sus súbditos, sino ante la divinidad. Los instrumentos que utilizaron los reyes para el ejercicio ilimitado de su mano fueron: los consejos de ministros, el ejército, la burocracia y la diplomacia.
Frente a este absolutismo, algunas repúblicas y la monarquía parlamentaria inglesa adoptaron un sistema parlamentario que terminaría extendiéndose al resto de Europa durante el siglo XIX.
Frente al absolutismo, el parlamento tiene una concepción de la naturaleza humana no basada en el mal, sino en la bondad de los seres humanos, que puede mejorarse con la asociación libre entre individuos.
Inglaterra caminaba hacia el absolutismo como otros Estados europeos, pero durante el reinado de Carlos I se produjeron dos revoluciones contra el intento de estos monarcas de consolidar en el país el absolutismo. La primera revolución se produjo entre 1642 y 1649. El parlamento, convocado para obtener dinero, se volvió contra el rey y formó un ejército que, dirigido finalmente por Cromwell, venció a Carlos I, que fue arrestado y ejecutado. Tras la dictadura de Cromwell, se restauró la monarquía de los Estuardo, que intentó restablecer el absolutismo, por ello se produjo la revolución de 1688.
La victoria del parlamento obligó a estos monarcas a aceptar la Declaración de Derechos Humanos de 1689, que limitaba el poder real y convertía al país en una monarquía parlamentaria de base burguesa, modelo que se extendió en la Europa contemporánea por otras muchas naciones del continente.
Despotismo ilustrado: forma de gobierno que trataba de conciliar el absolutismo con las nuevas ideas de la Ilustración.
Buscaban modernizar las estructuras económica, administrativa, educativa, judicial y militar de sus respectivos estados.
No querían cambiar el sistema de gobierno, no querían ir al parlamentarismo y no querían poner fin al absolutismo.
Fracasó porque querían hacer reformas, pero pequeñas. Abrió camino a posiciones más radicales.