Funciones de la Empresa

Para poder coordinar todos los elementos y alcanzar los objetivos previamente marcados, la empresa se divide en una serie de áreas funcionales que, aunque tienen unas funciones y características determinadas, actúan conjuntamente:

• Área de compras o de aprovisionamiento: Consiste en comprar los materiales necesarios para la actividad de la empresa (producción y/o venta) y almacenarlos mientras se inicia cada proceso de producción o comercialización, además de organizar las diferentes existencias que se generan en este proceso (gestión de inventarios).
• Área de producción: Una de las funciones más importantes que realiza la empresa es la fabricación del producto o servicio objeto de su actividad. La fabricación de un producto implica disponer de todos los materiales necesarios para ello en el momento preciso, así como del diseño del proceso de producción más adecuado tanto desde el punto de vista técnico como económico. El área de producción debe conseguir que el producto final cumpla las características y especificaciones técnicas que lo definen, pero con el mínimo coste y teniendo en cuenta la protección del medio ambiente.
• Área comercial: Incluye el conjunto de actividades necesarias para hacer llegar al consumidor los bienes y servicios producidos por la empresa. Este departamento tiene dos funciones: una antes de la producción, analizando las necesidades de los consumidores mediante el estudio de mercado; y otra, una vez finalizado el producto, consistente en diseñar una política comercial adecuada para poder venderlo.
• Área de inversión y financiación: Además de captar los fondos necesarios para el funcionamiento de la empresa, debe llevar a cabo la política de inversiones. Todas las áreas de la empresa necesitan financiación, es decir, recursos económicos que deben estar aprobados por este departamento y que deben adaptarse a los presupuestos de la empresa.
• Área de recursos humanos: Sus funciones son seleccionar y contratar trabajadores, formarlos y, en general, organizar todo el personal, además de funciones básicas de administración y gestión de toda la documentación que deriva de las otras áreas (contratos, nóminas, etc.). Evidentemente, el equipo humano de todas las áreas es coordinado por esta área.
• Área de investigación y desarrollo (I+D): A medida que aumenta la competencia entre las empresas, se otorga mayor importancia a la investigación, tanto tecnológica como comercial. No obstante, todavía existen numerosas empresas que conceden poca importancia a esta función, clave para el desarrollo futuro de estas organizaciones.

Al margen de las funciones de estas áreas, hay empresas que por tamaño, sector, etc., no tienen de forma expresa todos estos departamentos y, en algunos casos, externalizan funciones a otras empresas especializadas.

Localización de la Empresa

Es el lugar elegido por el empresario para situar físicamente su empresa. Existen diversas alternativas en la localización empresarial, dependiendo de los requerimientos para el desarrollo de su actividad. Una vez conocidos estos, resulta más sencillo decidir cuál debe ser la localización. En términos generales, una empresa suele localizarse considerando los siguientes factores:

• Próxima a las materias primas: Es el caso de las empresas dedicadas a actividades que necesitan un importante volumen de materias primas para la producción, por lo que pueden incurrir en altos costes de transporte. Especialmente importante también para empresas que tienen que hacer frente a problemas de conservación en el transporte (industrias conserveras, que trabajan con productos perecederos).
• Próxima a los mercados: En otras ocasiones, la empresa tiene más posibilidades de éxito si se instala en un punto cercano a los compradores. Además, es deseable que se encuentre en una zona frecuentada por el segmento de mercado que es el objetivo de la empresa (industria hotelera, sucursales bancarias, comercio minorista, etc.).

Otros factores del entorno para la localización:

• Proximidad a la red de comunicaciones: Una buena red de carreteras, autopistas, ferrocarriles o transportes aéreos significará un importante ahorro de costes para la empresa, ya que simplificará el aprovisionamiento y la distribución de sus productos (empresas industriales, como las del sector automovilístico).
• Existencia de mano de obra cualificada: Muchas actividades precisan de personal con una formación técnica adaptada a las necesidades de la empresa (electrónica, informática, etc.).
• Eliminación de residuos: Muchas actividades empresariales generan residuos que deben recibir un tratamiento adecuado, por lo que habrá que considerar la cercanía de plantas de tratamiento o de vertederos industriales, y la cercanía a núcleos poblados (industria química, farmacéutica, etc.).
• Costes bajos: En general, resultará favorable la localización en una zona en que los costes sean inferiores, esto es, donde salarios, impuestos, precios de las materias primas o alquileres sean bajos.
• Disponibilidad de espacio: Es también un factor importante, ya que algunas actividades industriales necesitan grandes naves para llevar a cabo su producción.

De cualquier forma, hay que tener presente que en muchas ocasiones será difícil encontrar una localización que responda simultáneamente a todos los requerimientos deseados. Por eso, en la actualidad, muchas empresas grandes practican una localización selectiva de sus actividades. Las más tecnificadas se ubican donde existe mano de obra más formada y equipamientos que permitan la investigación, como una buena red de telecomunicaciones o universidades. Las que precisan menor preparación y gran cantidad de mano de obra, pero necesitan mucho espacio industrial, se sitúan donde las condiciones sean más favorables, incluso fuera del país (deslocalización). Cada empresa tendrá que evaluar cuál es la situación óptima en términos de costes y la rentabilidad esperada de una determinada localización.

El Entorno de la Empresa

El entorno de una empresa está constituido por aquellos factores sobre los que no tiene una influencia directa, pero que condicionan su actividad. Podemos distinguir entre el entorno específico y el entorno general (o social).

Entorno Específico

Los factores o elementos del entorno empresarial que afectan a cada empresa en concreto más directamente constituyen su entorno específico. Está compuesto por:

• Proveedores y suministradores: Proporcionan las materias primas y los bienes de capital necesarios para producir.
• Entidades financieras: Facilitan servicios financieros a la empresa: gestionan las cuentas corrientes, pueden facilitar préstamos, etc.
• Clientes: Personas que compran los bienes y servicios producidos por la empresa.
• Competencia: Está constituida por el resto de empresas del sector.
• Administración: Regula diversos aspectos del funcionamiento de la empresa y grava su producción con impuestos y tasas.
• Infraestructuras: La proximidad de determinadas infraestructuras (carreteras, autopistas, aeropuertos, etc.) facilita las comunicaciones y el transporte de materias primas y productos elaborados.
• Mercado de trabajo: La empresa necesita empleados que reúnan unas determinadas capacidades.

Entorno General (o Social)

El entorno general (o social) es aquel que la empresa comparte con el resto de organizaciones, aunque se dediquen a actividades diferentes. Viene determinado por diversos factores:

• Económicos: Factores ligados a la situación económica de la zona en que la empresa desarrolla su actividad productiva o en la que vende su producción (nivel de desarrollo, capacidad adquisitiva de los consumidores, disponibilidad de materias primas, disponibilidad de mano de obra adecuada, etc.).
• Político-legales: Determinan el marco jurídico donde desarrollan su actividad las empresas y el nivel de intervención del Estado (tendencias ideológicas del gobierno, estabilidad política del país, nivel impositivo, normativa laboral, etc.).
• Científico-tecnológicos: Derivados de los avances técnicos, son cada día más fundamentales para abaratar costes y aumentar la calidad de los productos. Son un factor importante de competitividad entre empresas y países.
• Socioculturales: La empresa es también una organización social. Estos factores incluyen aspectos como la demografía, las creencias religiosas, el sistema educativo, la actitud frente al trabajo o la existencia de discriminación por razones de sexo o raza.
• Entorno natural: La creciente preocupación por la protección del medio ambiente ha generado cambios importantes en el comportamiento empresarial. El objetivo es conseguir un desarrollo sostenible.