Portada » Geografía » Estructura del Estado Español y su Impacto en el Bienestar
Las instituciones del estado español son el Parlamento, el Gobierno y los Jueces y Tribunales de Justicia.
Tiene dos funciones fundamentales:
Formado por el presidente y los ministros, el Gobierno fija los objetivos que deben alcanzarse en agricultura, industria, sanidad, etc.
La aplicación de las leyes la llevan a cabo los jueces y los tribunales de justicia, que son independientes.
Se denomina Cortes Generales y está formado por el Congreso de los Diputados.
Los municipios son las unidades territoriales y administrativas más elementales del estado. Un municipio puede estar formado por uno o más núcleos de población y se rige a través de la administración local.
Las provincias son territorios constituidos por la agrupación de varios municipios. La administración provincial es una división territorial y, al mismo tiempo, una entidad local.
La subsidiariedad significa que todo lo que puede hacer el municipio no lo ha de hacer la comunidad autónoma, y que todo lo que puede hacer la comunidad autónoma no lo ha de hacer el estado. Es decir, es un estado descentralizado.
Los estatutos de autonomía recogen las instituciones, normas y competencias por las que se rige cada comunidad autónoma.
La organización de sus instituciones de autogobierno, el urbanismo, etc., lo forman las competencias plenas.
La gestión de carreteras o la legislación laboral lo forman las competencias compartidas.
Galicia/Santiago de Compostela, Asturias/Oviedo, Cantabria/Santander, País Vasco/Vitoria, Navarra/Pamplona, Rioja/Logroño, Aragón/Zaragoza, Cataluña/Barcelona, Valencia/Valencia, Murcia/Murcia, Andalucía/Sevilla, Extremadura/Mérida, Castilla y León/Valladolid, Madrid/Madrid, Castilla-La Mancha/Toledo, Canarias/Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Islas Baleares/Mallorca.
España es una monarquía parlamentaria. Según la Constitución, el Rey es el jefe del Estado y asume la más alta representación internacional. Ejerce funciones que le atribuyen la Constitución y las leyes, pero no puede hacer leyes ni dirigir políticamente el Estado, ni puede juzgar. Su función es aconsejar, impulsar y advertir.
La globalización es un fenómeno caracterizado por la independencia económica, política y cultural de todos los países del mundo.
La economía global se organiza a través de tres grandes centros de poder: Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
La existencia de países subdesarrollados se atribuye a tres motivos principales: los desequilibrios demográficos, la descolonización y la globalización.
La natalidad tiende a disminuir en todo el mundo, pero en los países pobres sigue siendo elevada. La mortalidad infantil es resultado de una población joven y muy numerosa.
Gran parte de los países pobres fueron antiguas colonias dominadas por potencias europeas, que explotaron sus riquezas en beneficio propio. Cuando estas colonias consiguieron la independencia, contaban con escasos medios materiales y la población poco preparada.
La globalización económica se basa en la libre competencia y en la empresa privada. El comercio desigual endeuda a los países pobres, que para crecer necesitan construir infraestructuras, crear servicios y comprar maquinaria y patentes. Con frecuencia los países pobres no pueden hacerse frente, ni siquiera al pago de los intereses, y la deuda externa se va acumulando. Para pagar la deuda externa necesitan dinero, que recaudan mediante los impuestos.