Portada » Química » Estructura Atómica: Modelos Atómicos y Partículas Subatómicas
En 1930, W. Bothe bombardeó átomos de berilio con rayos alfa y obtuvo partículas desconocidas con propiedades nuevas. En 1936, Chadwick demostró que estas partículas eran fragmentos nucleares con una masa ligeramente mayor que la del protón, pero sin carga eléctrica. Les dio el nombre de «neutrones».
Los neutrones tienen un gran poder de penetración y son los proyectiles empleados en las transmutaciones artificiales. Provocan las fisiones nucleares y mantienen activos los reactores nucleares. Su representación es la siguiente: 01n.
Si el gas empleado en los tubos de descarga es hidrógeno normal, se obtienen rayos catódicos y partículas con carga positiva y una masa 1836 veces mayor que la del electrón. Chadwick demostró que las cargas positivas del núcleo coinciden con el número de orden del elemento en la tabla periódica.
Experimentalmente, se identificaron las cargas positivas del átomo como núcleos de hidrógeno y se les dio el nombre de «protones». El número de protones en el núcleo se designa con la letra Z y es igual al número de electrones en la corona. Los átomos de un elemento determinado siempre contienen el mismo número de protones (Z).
La luz se compone de pequeñas partículas o corpúsculos. Gilbert Lewis las llamó «fotones» en 1926. Esta teoría explicaba que la luz viajaba en línea recta y proyectaba sombras.
Robert Hooke la propuso en el siglo XVII, indicando que la luz tenía forma de ondas. Hacia 1865, Maxwell sostuvo que las ondas de luz eran electromagnéticas, estaban asociadas a energía y no a partículas, y que además de amplitud, tenían las siguientes magnitudes:
La teoría ondulatoria explicaba la difracción y la interferencia, pero no la emisión fotoeléctrica.
En 1900, Max Planck propuso su teoría cuántica, unificando las dos teorías anteriores con los siguientes enunciados:
Los griegos (siglos IV y V a. C.) pensaban que la materia llegaba a un punto en que no se podía subdividir más, y a esa parte mínima la llamaron «átomo» (sin partes). John Dalton, en el siglo XVIII, retomó esas ideas y, teniendo en cuenta las leyes de conservación de la masa y las proporciones definidas, propuso una teoría sobre la materia y un modelo atómico.
Los fenómenos de electrólisis y las descargas eléctricas en gases enrarecidos demostraron que los átomos libres y los grupos de átomos poseían carga eléctrica. De ahí surge el modelo atómico de Thomson con sus características:
Hans Geiger y Ernest Marsden, alumnos de Rutherford, bombardearon láminas metálicas muy delgadas con partículas α (núcleos de helio) y, curiosamente, gran parte de ellas atravesaban las láminas sin perder energía cinética. Algunas eran desviadas y otras eran repelidas.
Partiendo de los dos modelos anteriores, Bohr admite:
El modelo atómico de Bohr, incluso perfeccionado por Sommerfeld, solo podía aplicarse al átomo de hidrógeno. Los avances de la física en el estudio de la naturaleza de la luz y las radiaciones, con las teorías ondulatoria y cuántica, más los estudios de Louis de Broglie en 1924, señalaron que las radiaciones poseen propiedades tanto ondulatorias como corpusculares, y que, por lo tanto, era probable que la onda pudiera estar asociada a electrones, protones, átomos y otras partículas.
Átomos de un mismo elemento que tienen el mismo número atómico pero diferentes masas atómicas.
Átomos de elementos diferentes con la misma masa atómica pero diferentes números atómicos.
Átomos que tienen la misma cantidad de neutrones.
Especies químicas que tienen la misma cantidad de electrones.