Portada » Formación y Orientación Laboral » Estilos de Dirección y Liderazgo en la Empresa
Plantea una directiva firme y exigente. Las órdenes del directivo autocrático no se pueden discutir ni replantear, en el proceso de toma de decisiones solo participa él. Tiene a crear un ambiente de trabajo tenso y poco gratificante para los trabajadores cuyos deseos y necesidades quedan condicionados a la consecución de los objetivos empresariales. Los resultados suelen ser buenos a nivel cuantitativo. El hecho de estar sometidos a tan alta autoridad hace que las personas disminuyan su rendimiento de trabajo ante la ausencia del jefe.
El jefe propone las tareas a los miembros del grupo para que se establezca un plan de trabajo decidido por todos. El jefe emite juicios objetivos acerca de los trabajos realizados, elogia cuando es oportuno pero también critica de forma constructiva. Además se preocupa por estimular la participación en el grupo favoreciendo una mayor cohesión. Todo ello genera un clima laboral agradable y cercano en el que las personas se sienten motivadas y con sentido de pertenencia a su grupo. El rendimiento final es óptimo tanto cuantitativa como cualitativamente. No obstante, este tipo de gestión del equipo no es siempre eficaz, de manera que solo es conveniente desarrollarlo en determinados momentos del proceso de trabajo.
Este estilo se caracteriza porque el directivo implica a sus subordinados en la toma de decisiones sobre el trabajo compartiendo con ellos la responsabilidad y las consecuencias que acarrean. Algunas de las ventajas de este estilo son:
Este estilo se asemeja al democrático aunque difieren en algunas de sus características. En el democrático la responsabilidad de las decisiones recae en el líder, mientras que en el participativo se implica a cada trabajador. En el democrático se favorece el desarrollo grupal de los equipos de trabajo y en el participativo además se favorece el desarrollo individual. Este es el modelo directivo idóneo por sus buenos resultados a medio plazo en lo personal y lo profesional.
Significa guiar objetivos propuestos que pueden ser a corto o largo plazo. Significa llevar adelante un proceso productivo combinado de forma que los objetivos se alcancen de la forma más eficiente con el menor coste posible.
Delegar es asignar deberes y dotar de autoridad a los colaboradores haciéndoles partícipes de la responsabilidad.
El principal aspecto que se tiene que tener en cuenta es que delegar no es abdicar. Dirigir es delegar y delegar es: Asignar tareas, acompañar en el trabajo de otros, corregir y formar a los trabajadores, educar.
Los mandos intermedios son los que se encargan de motivar y transmitir las indicaciones a los trabajadores que ejecutan la labor directa a la que se dedica la entidad. De ellos dependen en gran medida el que se ilusione para participar e implicarse en el desarrollo del trabajo final.
Líder es aquella persona reconocida como jefe capaz de influir en el comportamiento de los demás.