Portada » Filosofía » Estética trascendental de Kant
Pero Kant, sin embargo, tiene otra historia que contar. Tomemos la proposición “La recta es la distancia más corta entre dos puntos”:
No, piensa Kant, ya que el predicado no está contenido en la noción de sujeto: en el concepto de línea recta no entre para nada idea alguna de distancias. Es por tanto, sintético.
Tampoco, piensa Kant, ya que nos consta su verdad sin necesidad de recurrir a ninguna experiencia comprobatoria, y además, es estrictamente universal y necesario (carece de posibles excepciones). Es por tanto, a priori.
Según Kant, el cuadro de los juicios es el siguiente:
ANALÍTICO = (Un todo es mayor que sus partes) = A PRIORi. SINTÉTICO = (Los nativos del pueblo X, miden más de 1,90) = A POSTERIORI…. Hay pues, juicios sintéticos a priori. Por ser sintéticos, son extensivos, y nos dan información, amplían nuestro conocimiento de la realidad; por ser a priori, son universales y necesarios, y su verdad no procede de la experiencia.
Más aún, los principios fundamentales de las ciencias (matemáticas y física) son de este tipo.
Dentro de la estructura de la “Crítica de la razón pura” , de cuyas doctrinas nos venimos ocupando, cabe diferenciar tres apartados, que Kant llama, respectivamente, con su propia terminología, 1. Estética trascendental, 2. Analítica trascendental, y 3) dialéctica trascendental.
Estos tres apartados corresponden a las tres facultades que Kant distingue en el ser humano:
Sensibilidad, entendimiento y razón, respectivamente. (Propiamente hablando para Kant solamente existen dos facultades cognoscitivas: la sensibilidad y el entendimiento, pero dentro de la facultad intelectual Kant distingue, a su vez, dos tipos de actividad intelectual: la formulación de juicios, realizada por el “entendimiento” propiamente dicho, y la facultad de razonar, de enlazar juicios formando razonamientos, a la que denomina “razón”)
.Estos tres apartados se corresponden también con los tres tipos de conocimiento cuyo estudio interesa fundamentalmente a Kant:
el matemático, el físico, y el metafísico, respectivamente.
En la estética trascendental,
Kant estudia la sensibilidad y muestra las condiciones que hacen posible que en las matemáticas existan juicios sintético a priori.
En la analítica trascendental, se estudia el entendimiento y las condiciones que hacen posible que existan juicios sintéticos a priori en la física.
En dialéctica trascendental,
Kant estudia la razón, y se ocupa del problema de la posibilidad o imposibilidad de la metafísica, es decir, de si la metafísica satisface o no las condiciones que hacen posible la formulación de juicios sintéticos a priori (por parte de la metafísica).
27) ¿Cuál es el significado que quiere dar Kant, cuando habla de espacio y tiempo como “formas a priori de la sensibilidad” e “intuiciones puras”?
Para comprender la teoría kantiana de la sensibilidad, basta con generalizar este ejemplo refiriendo espacio y tiempo no solo a la visión, sino a la sensibilidad en general. Kant denomina al espacio y al tiempo “formas a priori de la sensibilidad”, e “intuiciones puras”.
Que son formas significa que no son impresiones sensibles (colores, sonidos, etc.), sino las formas o los modos como percibimos todas las impresiones particulares (los colores, los sonidos, etc., son percibidos en el espacio y en el tiempo); que son a priori, significa que no proceden de la experiencia, sino que la preceden, como condiciones para que esta (la experiencia) sea posible; que son formas a priori de la sensibilidad significa en fin, que lo son del conocimiento sensible.
Kant distingue entre sensibilidad externa (la sensación de Locke) y sensibilidad interna (la reflexión de Locke). La sensibilidad externa está sometida a ambas formas de espacio y tiempo (colores, sonidos, etc., se perciben en el espacio y en el tiempo). La sensibilidad interna solo está sometida a la forma del tiempo (nuestras vivencias, imaginaciones, recuerdos, etc., se suceden unos a otros en el tiempo).
Significa que no son conceptos del entendimiento. En efecto, los conceptos se aplican a una multiplicidad de individuos (el concepto hombre es aplicable a todos los seres humanos); sin embargo, el espacio y el tiempo son únicos, no hay una pluralidad de espacios y de tiempos (como sí hay una pluralidad de seres humanos), sino partes de un espacio único e intervalos de un tiempo único que fluye sin cesar.
Significa que carecen de contenido empírico. El espacio y el tiempo son como dos coordenadas “vacías” en las cuales se ordenan las impresiones sensibles (colores, sonidos, etc.).