Portada » Historia » Estatuto de autonomía del País Vasco 1979 comentario
10.2 El Gobierno Radical-Cedista (1933-1935). La Revolución de Asturias. El Frente Popular, las elecciones de 1936 y el nuevo gobierno.
En las elecciones de nov. 1933 fue la primera vez que votaron las mujeres. La derecha se presenta con la CEDA, liderada por Gil-Robles.
El Gobierno Radical-Cedista (1933-1935)
El desgaste de la izquierda y la abstención anarquista favorece a ganar a la CEDA aunque no alcanza la mayoría. El Partido Radical de Lerroux coge fuerza, los republicanos y socialistas pierden representación. Zamora manda formar gobierno a Lerroux ya que la CEDA no juró lealtad a la República. Lerroux gobierna con el apoyo de la CEDA y deshace os cambios del Bienio Progresista: suspenden la reforma educativa, agraria, y militar, se amnistió a los golpistas de 1932, se detiene la discusión parlamentaria de nuevos Estatutos de autonomía, vuelve el estado a financiar la Iglesia y se puso en puestos clave a militares sospechosos de ser contrarios a la República ( Mola, Franco, Goded). Gil Robles veía estas medidas insuficientes. En la oposición los socialistas se radicalizaron. Encabezados por Largo Caballero en la Alianza Obrera, prepararon una huelga general revolucionaria para implantar en España un Estado socialista. Amenazan con seguir su plan si la CEDA entra en el gobierno. En Junio de 1934 hubo una huelga campesina duramente reprimida, la CEDA exige su entrada en el gobierno. En Octubre Lerroux accede y nombra a 3 ministros de la CEDA, estallando la revolución al día siguiente.
UGT convocó una huelga general para el 6/10/1934 que solo triunfó en Asturias y Barcelona. El presidente de Barcelona proclama el Estado Catalán dentro de la República Española, el ejército sofocó las revueltas en poco tiempo. Los miembros del gobierno catalán fueron encarcelados. Los mineros y obreros asturianos asaltaron los cuarteles de la Guardia Civil, el ejército y fábrica de armas. Después de hacerse con la cuenca minera, tomaron Oviedo. El gobierno declara el Estado de Guerra y encarga a Franco la dirección de las operaciones contra los sublevados. Los enfrentamientos duran 2 semanas , los combates alcanzaron la dimensión de una Guerra Civil. El gobierno sofocó la Revolución de Octubre dejando cerca de 1500 fallecidos y encarcelando unas 30.000 personas, entre ellas dirigentes del PSOE y UGT. La Revolución provocó una fuerte polarización política: – La extrema derecha: Calvo Sotelo fundó el Bloque Nacional, trata de implantar una monarquía. La Comunión Tradicionalista de Fal Conde contaba con el requeté. La Falange Española, fundada en 1933 por José Antonio Primo de Rivera (hijo del dictador), amplió sus bases al fusionarse con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista.
,- La izquierda quedó muy dividida. Azaña fundó Izquierda Republicana, que agrupó a los republicanos de izquierdas. El PSOE quedó dividido en reformistas y revolucionarios. El PCE siguió las instrucciones de Stalin para intentar frenar el fascismo creando frentes populares. Los anarquistas se negaron a participar en la política. A finales de 1935 estallaron varios escándalos financieros en el entorno de Lerroux, como el escándalo del estraperlo y el caso Nombela, que rompieron la alianza entre los radicales y la CEDA. Zamora convocó nuevas elecciones para feb.1936 .
Las elecciones resultaron muy competidas. La izquierda se uníó en el Frente Popular, que reuníó a socialistas, republicanos y comunistas. Los anarquistas no se integraron, pero pidieron a sus militantes que votaran al Frente. La derecha se presentó muy dividida, con la CEDA como su principal partido. El Frente Popular vencíó con un escaso número de votos, pero el sistema electoral le concedíó una amplia mayoría de diputados. Azaña encabezó el gobierno, esta vez formado únicamente por republicanos. El nuevo gobierno rápidamente aprobó una amnistía para los presos políticos y reestableció la Generalitat de Cataluña. Se estudió el estatuto de autonomía vasco y se aceleró la reforma agraria. Por los rumores de un Golpe de Estado, Azaña traslado forzosamente a los generales con condiciones para encabezar un levantamiento. El general Franco fue mandado a Canarias, el general Goded a Baleares y el General Mola a Pamplona. Sin embargo, el General Mola; en contacto con el general Sanjurjo, que continuaba exiliado en Lisboa; puso en marcha la conspiración militar en el momento en que el triunfo del Frente Popular se hizo público. Las nuevas Cortes destituyeron a Alcalá-Zamora por considerar improcedente la última disolución del parlamento (segunda de su mandato), y nombran presidente de la República a Manuel Azaña. Azaña ofrecíó gobierno a Prieto, pero al no tener el apoyo de su propio grupo, nombró al republicano Casares Quiroga, que no pudo hacer frente a las maniobras golpistas de la derecha que organizaba el General Mola y a la radicalización social, pues UGT y CNT presionaban al gobierno con ocupaciones de tierras, huelgas y protestas mientras que las luchas callejeras entre militantes de extrema derecha e izquierda dejaban más de 200 muertos en los tres meses siguientes a las elecciones. El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de Julio de 1936 como represalia del asesinato del teniente Castillo unos días antes, precipitó la sublevación militar (17 y 18 de Julio). El fracaso del Golpe de Estado y la negativa de los golpistas a disponer las armas desencadenó la Guerra Civil.