Portada » Arte » Esta obra recibe el titulo «el sueño de la razón produce monstruos
En la 2ª mitad del Siglo XVIII una serie de transformaciones en la economía, la población y el pensamiento introducen cambios en el Antiguo Régimen que van a culminar en la Revolución Industrial y en las Revoluciones de EE.UU y Francia.
Las nuevas condiciones sociales, económicas y políticas introducen cambios en todos los ámbitos de la vida, a la que no son ajenos las ciencias, la literatura, la música o el arte.
Una de las primeras cosas que cambiará será el papel del artista, el que gana en independencia, elige él mismo los temas y ya no busca la representación de la opulencia de una clase social, sino sus propias preocupaciones morales, sociales o espirituales. Del mismo modo, ya no van a ser los reyes, los nobles o la iglesia, los principales mecenas artísticos sino la nueva burguésía y el nuevo estado liberal.
La exageración formal y decorativa que supone el último Barroco y el rococó va a seguir la contención formal del Neoclásico. Esta reacción contra el Antiguo Régimen, la monarquía absoluta, la aristocracia y, por tanto, el Barroco, convertirá al neoclásico en el arte de la Revolución francesa.
El arte se vuelve sobrio y éticamente comprometido. Empieza a propagarse el Imperio de la razón y el positivismo científico de la mano de la ilustración. El arte, en lo formal, mira hacia la Antigüedad clásica, como ideal socio-político y artístico, ya que es ahora cuando se «redescubren» las ruinas romanas y se excavaron las ruinas de Pompeya y Herculano.
Primera etapa Goya
Época de formación: viajó a Italia donde estudió la obra de los grandes artistas renacentistas y barrocos. Llegó a la corte de la mano del pintor de corte de Carlos III: Francisco Bayeu y trabajó realizando cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Durante esta época Goya pintó escenas costumbristas para los tapices y retratos de personajes de la corte. Pudo acceder a parte de la nobleza, logrando éxito, reconocimiento y fortuna al convertirse en el retratista de moda.
El estilo de Goya en su primera etapa se caracterizó por: visión optimista de la vida que se reflejó en su pintura, predominio de colores claros, factura acabada de trazo continuo y elección de una temática amable. Sus obras muestran una vida alegre y relajada, con una composición clásica y clara. Destaca de esta época ‘El quitasol’ (1777)
Los retratos reportaron éxito y fama a Goya. Una de las carácterísticas más notables de sus retratos es su penetración psicológica (retrato psicológico) que dejaba clara la opinión del artista sobre los personajes, como vemos en la melancolía resignada de la Condesa de Chinchón (1800) o el rostro preocupado y pensativo del Retrato de Jovellanos (1798). Dos retratos especialmente llamativos son La maja desnuda (1790-1800) y La maja vestida (1802-1805), de los que desconocemos la identidad de la modelo. De la primera destaca por ser uno de los pocos desnudos del arte que no buscan la justificación de una deidad mitológica; del segundo, la factura rápida de las pinceladas, que anticipa el camino posterior de arte de Goya.
Segunda etapa Goya
El pintor sufríó una enfermedad que dejó como secuela una sordera que le aisló del mundo. El dolor individual le volvíó más introspectivo y cambió su visión optimista de la sociedad por otra más negativa y crítica. El reflejo de esta visión fue la colección de grabados que conocemos como Los Caprichos, cargados de una fuerte crítica social y fruto de una imaginación fértil y febril, que divaga libremente. Goya critica la sociedad de su época, la superstición, la incultura, la intolerancia. El sueño de la razón produce monstruos (Capricho n.º 43) es el más conocido de la serie, un personaje (¿el propio Goya?) duerme asediado por criaturas nocturnas que pueblan sus pesadillas. El dolor colectivo que provocó la Guerra de la Independencia (1808-14). Contemplar el sufrimiento que los hombres eran capaces de infringir a sus semejantes incrementó el pesimismo de Goya. Una nueva colección de grabados: Los Desastres de la Guerra, permitíó al artista expresar todo el dolor y el desgarro que siente su alma. El ser humano es representado como una bestia cruel. No distingue bandos a la hora de denunciar las atrocidades. Podría considerarse esta colección como el primer reportaje gráfico de guerra de la historia. Dos de sus grandes obras maestras tienen como temática la guerra. Son los llamados cuadros patrióticos: La carga de los mamelucos o El dos de Mayo (1814) y Los fusilamientos de la Moncloa o El tres de Mayo (1814). En ellos podemos apreciar un cambio de técnica con respecto a su primera etapa: enriquecimiento de la paleta cromática, búsqueda de nuevas posibilidades de la pintura usándola como manchas, movimiento en la composición con escorzos dinámicos, figuras dobladas y retorcidas (como Rubens), movimientos y gestos trágicos de los personajes: puños crispados, cuerpos agarrotados… generando una gran sensación de opresión. Son obras que podemos situar en el origen del expresionismo.
La pintura neoclásica es un movimiento pictórico surgido en Roma en la década de 1760. Los pintores neoclásicos deseaban retomar lo que ellos llamaban «la pureza» de las artes de la antigua Roma, Grecia y en menor medida, del clasicismo renacentista.
-Predominio del dibujo académico sobre el color
-Durante el neoclasicismo se intenta someter la creación artística a las reglas racionales.
-La base de la belleza es la armónía de las proporciones y de la luz.
-Rechazo de los efectos ilusionistas y los excesos imaginativos del Barroco y del Rococó, el cual tachan de irracional y moralmente reprobable.
-Temas: retratos, mitológicos y cuadros de historia.
-Importancia del desnudo.
-Contenidos ideológicos, moralizantes y heroicos
-La luz es clara y difusa, delimita las figuras y el espacio e imprime solemnidad en el ambiente. No interesan los contrastes lumínicos.
-Estricta perspectiva lineal: Los personajes son situados en un plano único.