Portada » Historia » Esquema del reinado de Isabel II
Los partidos políticos del Siglo XIX eran muy distintos a los actuales: o se trataba de agrupaciones de personas influyentes y poderosas o con un fuerte componente individualista, lo que les llevaba a la división interna y al enfrentamiento entre sus líderes o además estaban muy unidos a la prensa, que era un instrumento al servicio del partido o tenían cierta lejanía con la realidad social. Carácterísticas del sistema político: Corrupción electoral y creación de red clientelar. Gran influencia de los líderes. Escasa participación en las elecciones caracterizado por un sufragio restringido a los mayores contribuyentes.
1) Partido Moderado: Estaba formado por los antiguos liberales moderados.
Su ideología era la del liberalismo doctrinario. Estaba liderado por el general Narváez, y formado por un grupo heterogéneo al que pertenecían terratenientes, alta burguésía, aristócratas y altos cargos militares. Defendían la propiedad individual, el sufragio censitario muy restringido, la soberanía compartida (Cortes y Rey) y la amplia participación política de la Corona. También limitaban algunos derechos individuales (reuníón, asociación). Eran centralistas y partidarios de la influencia de la Iglesia en un Estado confesional.
2) Partido Progresista: Formado por los progresistas. Había varias facciones destacables: progresistas puros (Espartero), demócratas y republicanos. Eran partidarios de un ideologismo radical, y tiene su origen en los exaltados del Trienio Liberal. Liderados por el general Espartero, estaba formado por la mediana y pequeña burguésía industrial y financiera, clases medias (empleados y artesanos), profesiones liberales y oficiales del ejército. Buscaban un menor protagonismo de la monarquía en la vida política, y defendían la soberanía nacional, el predominio del poder de las Cortes y el fortalecimiento de los poderes locales, defensa de los poderes individuales y colectivos y la confesionalidad del Estado pero con libertad religiosa. Son partidarios de un sufragio censitario, aunque más amplio que los moderados, y también pretendían realizar una reforma agraria. Defienden la Constitución progresista de 1837.
3) Uníón Liberal: Fundado por O’Donnell en 1854, aglutinó a los sectores más progresistas del Partido Moderado y a los más moderados del Partido Progresistas. Eran liberales, pero desde un punto de vista más pragmático o centralista. Aparece como una escisión del liberalismo moderado.
Defiende la Constitución moderada de 1845 y son partidario de la desamortización de las tierras de la Iglesia pero de acuerdo con Roma.
4)Partido demócrata: Fue creado en 1849 a partir de los sectores más radicales del partido progresista, eran ideológicamente partidarios de un liberalismo democrático. Al igual que la Uníón Liberal, aglutinó varias tendencias políticas: progresistas radicales, republicanos y simpatizantes de un incipiente socialismo. Estaba formado por clases medias, clases populares e intelectuales radicales. Su programa político incluía la soberanía nacional, el sufragio universal masculino, la búsqueda de un Estado aconfesional, enseñanza primaria obligatoria y gratuita, garantizar el derecho a la igualdad entre los ciudadanos, un sistema descentralización, defensa del derecho de reuníón y asociación. Tuvieron un papel destacado en la “Revolución Gloriosa” de 1868 que puso fin al reinado de Isabel II.
La desamortización emprendida por Mendizábal Se lleva a cabo entre 1836 y 1837, continuando la llevada a cabo por las cortes de Cádiz y del trienio liberal, aunque en este caso será estrictamente eclesiástica. Supone la nacionalización y venta en pública subasta de fincas rústicas y urbanas propiedad del clero tanto regular (Cádiz) como secular (novedad). Además se suprimían instituciones religiosas como la Inquisición, la Compañía de Jesús y algunos conventos, cuyas propiedades también fueron nacionalizadas y vendidas, dando muestras del carácter anticlerical del liberalismo progresista. El objetivo de la desamortización era sanear el erario público, lo que se consiguió, y aumentar el número de pequeños propietarios, en lo que se fracasó porque las tierras fueron adquiridas por la burguésía a no proporcionar al campesinado créditos baratos. De esta forma se mantuvo el descontento campesino y el hambre de tierras.
La desamortización emprendida por Madoz Por obra de Madoz se continúa con la obra desamortizadora de Mendizábal, comprendiendo no solo las tierras eclesiásticas sino también las comunales (de municipios y ayuntamientos). Sin embargo aunque nuevamente se pretendía incrementar el número de los pequeños propietarios y luchar contra los latifundios, al obligarse a pagar en efectivo y no contemplar un sistema de créditos las tierras fueron nuevamente adquiridas por los más pudientes. El contexto histórico de la Desamortización de Madoz es precisamente el Bienio Progresista, el cambio del gobierno va aparejado con la intención de hacer cambios de calado: o La situación financiera de España no atraviesa por su mejor momento, a una acusada deuda pública hay que sumar una reducción de los ingresos al abolir o el impuesto de Consumos y a una necesidad imperiosa de financiar la construcción del ferrocarril. O Además, como ya se hiciera en la Desamortización de 1836 se pretende crear una masa de burgueses, compradores de tierra afines al régimen liberal. Las consecuencias de la Desamortización de Madoz son variadas: o Debemos decir que si bien no eliminó la deuda pública si disminuyó mucho. O En lo económico puso en circulación nuevas tierras y en lo social la desamortización benefició principalmente a los antiguos terratenientes en las zonas rurales y grandes burgueses en las ciudades o Sin embargo las consecuencias sobre los campesinos fueron muy negativas, ya que de todo lo desamortizado (un 30% pertenecía a la Iglesia, un 20% a la beneficencia y un 50% a los municipios), sobre todo la pérdida de acceso a bienes de aprovechamiento común provocó un empeoramiento de sus condiciones de vida y una emigración hacia las ciudades o Además no hubo realmente un cambio en la estructura de la propiedad, consolidándose el latifundio sobre todo en el centro y sur de la Península. O Otras consecuencias, se encuentran en la pérdida de patrimonio cultural, ya que se perdieron muchos libros y obras de arte, además de significar una ruptura de relaciones con el Vaticano al violar el Concordato con la Santa Sede de 1851. La desamortización pone de manifiesto las prioridades del Gobierno Progresista que no eran otras sino recaudar dinero y transferir las propiedades a la burguésía, perdiendo la oportunidad de realizar una reforma agraria que hubiera podido mejorar la calidad de vida del campesinado y haber aumentado la productividad del campo.