Portada » Historia » España en el Siglo XX: De la Restauración a la República
Alfonso XIII ascendió al trono en 1902 (1902-1931) tras la regencia de su madre, María Cristina (1885-1902). Durante su reinado, el sistema político de Cánovas, basado en una monarquía liberal pero no democrática, permaneció vigente. España enfrentaba diversos problemas, tanto heredados como nuevos, incluyendo la corrupción política, el terrorismo, la radicalización de los nacionalismos, el renacimiento del republicanismo, y la crisis de 1898. A pesar de sus esfuerzos por visitar todas las provincias españolas y el extranjero, Alfonso XIII no pudo llevar a cabo las reformas necesarias para cerrar la brecha entre la España oficial, oligárquica y caciquil, y la España real, mayoritariamente campesina. Su reinado simbolizó la crisis del sistema de la Restauración canovista (1874-1923).
Tras el desastre del 98, surgió el Regeneracionismo, una corriente política y cultural crítica del sistema de la Restauración. Joaquín Costa, líder de esta corriente, proponía modernizar el país mediante reformas educativas, económicas y culturales. Los políticos conservadores y liberales adoptaron el Regeneracionismo, buscando modernizar España desde arriba, sin alterar las bases fundamentales del sistema, en lo que se conoció como Revisionismo Político.
En el siglo XX, hubo intentos de reformar el sistema político de la Restauración, que se alejaba cada vez más de la realidad social española. Antonio Maura, del Partido Conservador, y José Canalejas, del Partido Liberal, lideraron el Revisionismo Político. Ambos buscaron una «revolución desde arriba» para evitar una «revolución desde abajo», intentando sanear la vida política sin alterar las bases del sistema.
Alfonso XIII, al acceder al trono en 1902, permitió que los partidos dinásticos optaran por dos líderes regeneracionistas: Antonio Maura y José Canalejas.
Antonio Maura, durante su gobierno (1907-1909), desde la “revolución desde arriba” impulsó reformas del sistema liberal-parlamentario, como la creación del Instituto Nacional de Previsión y la Ley de Reforma Electoral de 1907, aunque no logró eliminar el fraude. Su programa incluía la intervención estatal en la industria y medidas sociales, como la Ley de Descanso Dominical y la legalización del derecho a huelga. Intentó resolver el problema nacionalista en regiones como Cataluña, País Vasco y Galicia, pero enfrentó oposición en el Senado, “Ley de las Mancomunidades».
Durante la «Semana Trágica de Barcelona» en julio de 1909, el descontento por el embarque de tropas a Melilla en el contexto de la Guerra de Marruecos desencadenó una huelga general y una insurrección en Barcelona. El rechazo a la política de Maura se sumó a la resistencia de los rifeños en Marruecos, provocando movilizaciones militares y enfrentamientos. El ejército ocupó Barcelona, encarceló a los líderes opositores y fusiló a algunos anarquistas, lo que llevó a la caída del gobierno de Maura en octubre de 1909. Como resultado de la represión, diversos sindicatos y grupos anarquistas se integraron en la Confederación Nacional de Trabajadores (C.N.T.) en 1910, que jugaría un papel crucial en la crisis de 1917 y en luchas sociales posteriores.
José Canalejas, líder liberal, intentó democratizar el sistema y ampliar sus bases sociales. Buscó la secularización del Estado (Ley sobre Asociaciones Religiosas) y promovió reformas sociales (Ley del Candado), como la reducción de la jornada laboral y la prohibición del trabajo nocturno femenino. La Ley de Reclutamiento, que establecía el servicio militar obligatorio y limitaba el sistema de cuotas, fue su reforma más significativa. También intentó aprobar la Ley de Mancomunidades
para satisfacer a los nacionalismos regionales. Por otro lado, creó la Ley de Cabildos Insulares (1912), estableciendo siete cabildos para gobernar las islas y reducir el centralismo de Tenerife.
La muerte de Canalejas y la caída de Maura dejaron a los partidos tradicionales incapaces de llevar a cabo nuevas reformas. A pesar de las reformas del revisionismo, el gobierno contó con la oposición, cada vez más fuerte, de los partidos y asociaciones obreras, de los nacionalistas y del cada vez más poderoso movimiento republicano. El asesinato de Canalejas en 1912 por un anarquista, marcó el final de esta inicial etapa de reformas.
Con la muerte de Canalejas y la caída de Maura, los partidos tradicionales fueron incapaces de intentar nuevas reformas que pudieran mantener el sistema. Los siguientes gobernantes, trataron de administrar la situación siendo sobrepasados por las circunstancias.
La I Guerra Mundial (1914-1918) agravó la situación social y política en España, aunque el país se mantuvo neutral. La neutralidad permitió un crecimiento económico y una mayor industrialización, pero también generó inflación y conflictos sociales. Sin embargo, España seguía siendo mayormente agraria. Durante la guerra, España se convirtió en el principal proveedor de alimentos, lo que llevó a un aumento de la producción y de los precios, mientras que los salarios no subieron proporcionalmente, empeorando los conflictos sociales. Al finalizar la guerra, muchas industrias cerraron, aumentando el paro y la inestabilidad social.
El triunfo de la Revolución Rusa en 1917 generó temor entre las clases burguesas y esperanza entre los obreros, lo que provocó la radicalización del Socialismo-Marxismo con la fundación del Partido Comunista de España y de los anarquistas. Esto, junto al auge del nacionalismo catalán y vasco, contribuyó a una grave situación de orden público.
La Crisis de 1917 marcó el agotamiento del sistema de la Restauración y la crisis de la monarquía parlamentaria. La fragmentación de los partidos políticos llevó a gobiernos de concentración. La oposición en Cataluña exigió Cortes constituyentes y los sindicatos convocaron una huelga general para derrocar al gobierno. Las huelgas y la violencia social se incrementaron, con la creación de grupos armados contrarrevolucionarios (sindicatos libres) que usaban la violencia para intimidar a los dirigentes y sofocar las revueltas (Pistolerismo). El ejército también jugó un papel protagonista en la política, desafiando al gobierno.
El Desastre de Annual (1921) Un líder guerrillero del Rif, Abd el-Krim, atacó la población de Annual en donde había militares y civiles. Socialistas y Republicanos solicitaron al gobierno el abandono de Marruecos.
PRIMO DE RIVERA
El autor del texto es Miguel Primo de Rivera, general del Ejército y líder del golpe de Estado. Su destinatario es el pueblo español y el Ejército. La finalidad del manifiesto es justificar el golpe como una medida necesaria para salvar a España de la crisis política, social y económica en la que se encontraba, y establecer un régimen dictatorial para regenerar el país.
El texto se ubica cronológicamente el mismo día del golpe de Estado, el 13 de septiembre de 1923, marcando el fin del sistema político de la Restauración. Refleja el contexto de crisis en España. Primo de Rivera presentó su acción como una respuesta necesaria ante la incapacidad de los políticos para gestionar estos problemas.
El texto expone varios argumentos principales. Primo de Rivera critica al sistema político corrupto y a los «profesionales de la política», a quienes responsabiliza de la decadencia nacional desde 1898. Denuncia problemas específicos como la violencia social, el separatismo, la propaganda comunista y la ineficacia económica, vinculando todos estos factores con la necesidad del golpe. Finalmente, justifica su acción como una respuesta demandada por el «pueblo sano», buscando presentar su dictadura como un medio para restaurar el orden y la moralidad en España.
El 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, da un Golpe de Estado con apoyo del rey, Alfonso XIII. Impone una Dictadura autoritaria junto al rey, siguiendo el modelo de Mussolini y el rey Victor Manuel III.
El desastre de Annual en 1921 impulsó el antimilitarismo en España. Este período también vio un auge del nacionalismo en Cataluña y el País Vasco, que buscaban mayor autonomía. A la par, se incrementó la afiliación a movimientos sociales, obreros, sindicatos y partidos republicanos y socialistas, influenciados por la Revolución Rusa de 1917 y la Asociación Internacional del Trabajo. El 14 de noviembre de 1921 se fundó el Partido Comunista de España (PCE), incorporando miembros del PSOE y la CNT. A nivel internacional, el período entre las dos Guerras Mundiales se caracterizó por una carrera armamentística conocida como “Paz Armada».
Fue apoyado por algunos militares peninsulares, un grupo de juntistas (militares anti africanistas) y el General Sanjurjo, además de por Alfonso XIII, quien temía la Comisión Parlamentaria. Un militar realizó un informe llamado “Expediente Picasso”. Antes de que dicho expediente llegara a Las Cortes, Primo de Rivera da el Golpe de Estado en Cataluña.
La dictadura se desarrolló en dos etapas: el Directorio Militar (1923-1925) y el Directorio Civil (1925-1930).
Durante el Directorio Militar (1923-1925), Primo de Rivera, apoyado por militares y oligarquías, suspendió la Constitución de 1876 y persiguió al PCE y la CNT, ilegalizando la CNT hasta 1930. Creó un partido único, Unión Patriótica, y persiguió el nacionalismo catalán prohibiendo sus símbolos identitarios. La prosperidad económica del periodo de entreguerras permitió obras públicas y la creación de empresas nacionales como Telefónica y Correos. Además, se puso fin a la Guerra de Marruecos con el Desembarco de Alhucemas en 1925.
Durante el Directorio Civil (1925-1930), incluyó ministros civiles en el gobierno para que la dictadura se identificara más con la sociedad, y mediante el Partido Único intentó incluir a toda la sociedad en su sistema de gobierno. Se creó una Asamblea Nacional Consultiva y una Organización Corporativa del Trabajo, un Sindicato Único, persiguiendo y eliminando organizaciones sindicales. Con Calvo Sotelo, invirtió en obras públicas y proyectos de empresas monopolísticas, financiadas por los bancos. La agricultura sufrió malas cosechas, agravando la crisis y causando hambrunas. En 1929, con el Crack de la Bolsa de Nueva York, cesaron los préstamos y se detuvieron las inversiones debido a la crisis económica internacional.
El final de la dictadura de Primo de Rivera se caracterizó por una amplia oposición de liberales, conservadores, republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales, estudiantes y parte del ejército. La crisis económica, agravada por el Crack del 29, afectó gravemente a España, causando la devaluación de la peseta y numerosas huelgas reprimidas con dureza. El 27 de enero de 1930, Primo de Rivera dimitió debido a la fuerte oposición y la falta de apoyo entre los altos mandos del ejécito.
La «Dictablanda» de Berenguer (1923-1930) fue un intento de retornar al orden previo a la dictadura de Primo de Rivera. . Luego, la Dictadura le concedió la amnistía. Cuando dimite Primo de Rivera, Alfonso XIII le coloca en el gobierno. La dictablanda de Berenguer y el gobierno del Almirante Aznar supusieron el último periodo de la Restauración borbónica y del reinado de Alfonso XIII.
En 1930, el Pacto de San Sebastián reunió a líderes republicanos que pedían un régimen democrático y elecciones. Berenguer dimitió y fue reemplazado por el Almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales. Como resultado, el rey se exilió sin abandonar formalmente.
CLARA CAMPOAMOR
El texto es un discurso de Clara Campoamor, diputada en las Cortes Constituyentes de 1931. Se trata de un texto histórico de carácter político, perteneciente a la tipología de discursos políticos. El tema central es la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres, y la necesidad de incluir el sufragio femenino como parte esencial de la nueva Constitución. Este discurso va dirigido a los diputados con el fin de defender el derecho al sufragio femenino durante la redacción de la Constitución de 1931.
Clara Campoamor pronuncia este discurso en las sesiones del 30 de septiembre y 1 de octubre de 1931, en el marco de las Cortes Constituyentes de la II República. Este contexto está marcado por una mayoría progresista que impulsa reformas sociales y políticas, entre ellas la secularización del Estado, los derechos laborales, la autonomía regional y la igualdad de género.
El discurso expone varios argumentos principales. En el primer párrafo, destaca la necesidad de que la política sea una labor compartida entre hombres y mujeres. En el segundo párrafo, subraya el papel activo de las mujeres en momentos históricos clave, como la guerra de Cuba y el desastre de Annual
Finalmente, en el tercer párrafo, advierte sobre las posibles consecuencias negativas para la República, si se margina a las mujeres de la vida política.
La dimisión de Berenguer el 14 de febrero de 1931 marcó el fin de la dictablanda impuesta por Alfonso XIII y llevó al nombramiento del Almirante Aznar como jefe del gobierno. Aznar convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931, tras acceder a las peticiones de los demócratas y republicanos del Pacto de San Sebastián. Alfonso XIII se exilió y el 14 de abril se proclamó la República, con un gobierno provisional liderado por Niceto Alcalá Zamora y representantes de partidos democráticos. Este cambio significativo sustituyó las élites dominantes por las clases burguesas y la clase obrera organizada, enfrentando una crisis estructural y coyuntural, pero simbolizó un avance hacia la democratización del país.
La Constitución de 1931, influenciada por constituciones democráticas como la de Weimar y reformas sociales de Francia y México, fue un texto legal progresista que rompió con los modelos conservadores anteriores, como la de 1876, y recoge elementos de avances previos observados en las constituciones de 1812 y 1869.
La mayoría progresista en las Cortes incluía liberales, socialistas, republicanos, obreros y mujeres. Tres mujeres, Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken, fueron elegidas diputadas. Campoamor defendió el sufragio femenino, mientras que Kent se opuso por la influencia católica en las mujeres. El debate culminó con el discurso de Campoamor, que influyó en la aprobación del sufragio femenino.
El sistema de gobierno se define como una república democrática basada en la soberanía popular, estableciendo la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres. La Constitución de 1931 introduce el sufragio universal, incluyendo por primera vez el derecho al voto de las mujeres. La constitución de 1876 y 1812, se basaban en una monarquía constitucional, y la de 1869 en una monarquía democrática. Todas estas tres tenían sufragio masculino.
Uno de los aspectos más destacados de esta Constitución es la separación de poderes y la creación de un sistema unicameral, donde las Cortes son elegidas por sufragio directo. Además, se establece un Tribunal de Garantías Constitucionales encargado de velar por los derechos fundamentales de los ciudadanos. La de 1812 también tenía un sistema unicameral, mientras que las otras dos eran bicameral.
La Constitución amplía los derechos y libertades de los españoles, incluyendo derechos laborales, el acceso a la educación gratuita y el derecho al divorcio. Se reconoce la igualdad ante la ley y se suprimen los privilegios de clase, consolidando un modelo más justo y equitativo. Los derechos son parecidos en las demás constituciones, pero las de 1876 y 1812 eran limitadas.
En cuanto a la organización territorial, España se define como un Estado integral que reconoce la diversidad regional y cultural, permitiendo la autonomía de regiones y nacionalidades. Este marco facilita la aprobación de los Estatutos de Autonomía de Cataluña, Euskadi y Galicia. Las otras tres constituciones, eran de estado centralista con limitada autonomía regional.
La secularización del Estado establecía la separación entre Iglesia y Estado. Se garantiza la libertad religiosa y se impulsa una educación laica, limitando la influencia de la Iglesia Católica en asuntos políticos y sociales. Las constituciones de 1876 y 1812, tenían confesionalidad católica, mientras que la del 69 era aconfesional.
Aunque la Constitución de 1931 fue derogada tras la Guerra Civil, su legado perduró como referente para la oposición republicana en el exilio y sirvió de inspiración para la Constitución de 1978, especialmente en materia de derechos, igualdad y autonomía territorial.
En las posteriores elecciones del 19 de noviembre de 1933, otras 6 diputadas se incorporaron. Por lo tanto, durante el periodo de la República, hasta febrero de 1939, hubo un total de 9 mujeres en el Congreso. Varias del PSOE, una de la CEDA (partido que representaba a los conservadores) y otra del PC (Partido Comunista).
PRIMER BIENIO
Tras siete años de Dictadura, el 12 de abril de 1931, la presión social consigue que el Almirante Aznar acabe convocando unas elecciones municipales, obteniendo así, mayoría de votos en las grandes ciudades por parte de los partidos republicanos. De este modo, dio comienzo la Segunda República en España. El Comité Revolucionario conforma un Gobierno Provisional, que será presidido por Niceto Alcalá Zamora. Mientras, pasarán a ocupar el gobierno varios representantes de los distintos partidos democráticos: republicanos de izquierdas, republicanos de derechas, nacionalistas y socialistas.
El gobierno de la Segunda República empieza con un Bienio reformista (1931 – 1933), el cual contaba con una mayoría parlamentaria de republicanos, liberales y socialistas, con Manuel Azaña de Presidente y Niceto Alcalá Zamora como Jefe del Estado (Presidente de la República).
Desde sus inicios, pretenden una democratización de las estructuras del Estado y de las instituciones. Los primeros pasos fueron la creación de la Constitución de 1931 y la aprobación de reformas para modernizar el país. Sin embargo, había grupos socioeconómicos e ideológicos (los oligarcas) que veían las reformas como una amenaza a sus intereses y privilegios. Por otro lado, las clases más desfavorecidas (campesinado, obreros…) consideraban insuficientes las medidas recién adoptadas. La Reforma agraria se paralizó porque era compleja y lenta.
El paso de una Monarquía dictatorial a una República elegida democráticamente adquirió un gran significado, pues implicaba la sustitución de las élites dominantes, en los puestos de poder, por las clases burguesas y la clase obrera organizada. El nuevo gobierno se enfrentaba a una crisis con factores estructurales y con algunos otros factores coyunturales.
Problemas estructurales:
a) Retraso en la Modernización e Industrialización frente a otros países.
b) Estructura agraria desigual (grandes propietarios frente a pequeños propietarios, arrendadores, o jornaleros temporales).
c) Mercado interior de baja demanda. Depende de la intervención del estado por medio de medidas arancelarias (gravando los productos extranjeros y potenciando el consumo interno).
d) Desequilibrios entre zonas de interior y costeras (desarrollo e infraestructuras, redes de transporte).
e) Dominio de industrias básicas y compañías eléctricas por seis grandes grupos financieros.
f) Oligarquías cerradas (alta burguesía industrial y agraria).
g) Deuda pública elevada (23% del presupuesto estatal destinado a intereses).
h) Influencia de la Iglesia y del Ejército en asuntos de Estado.
i) Parte de los oficiales militares tenían una mentalidad colonial y autoritaria (acentuada tras la Guerra con Marruecos).
Problemas coyunturales:
En los años 30, España vivía en un aislamiento de la economía exterior debido a su carácter proteccionista, con imposición de fuertes aranceles. La Caída de la Bolsa de Nueva York, afectó a muchas economías internacionales.
Disminuyeron las exportaciones y se potenció el consumo de los productos del mercado interior.
Hubo un colapso de las inversiones extranjeras en España.
La emigración hacia América y a Francia se detuvo por la situación de crisis en esos países. Por lo tanto, un número elevado de migrantes retornaron. Esto supone un aumento en las tasas de desempleo.
Empezó a haber confrontaciones: con la Iglesia por las medidas del gobierno, con los Conservadores promonárquicos. Obviamente, con los terratenientes y propietarios de grandes empresas. De este modo, van a suceder con frecuencia convocatorias de huelgas.
· Reformas socio-laborales:
El Ministro encargado fue Largo Caballero, líder del PSOE.
Promulgó: la Ley de accidentes de trabajo, sobre la siniestralidad laboral, la Ley de Reforma Agraria, leyes en contra del trabajo infantil y precario.
Impulsa la negociación colectiva entre administración, patronos y sindicatos.
• Reforma agraria:
Expropiar las tierras de las clases dominantes e indemnizar a cada propietario según las particularidades de cada parcela. Esta propuesta no terminó de implementarse por su complejidad y por su lento trámite.
Como consecuencia hubo una radicalización y revolución del campesinado, descontento con las medidas que consideraban insuficientes. De vez en cuando, “el hambre de tierras” provocaba estallidos de violencia. Los campesinos más radicalizados ocupaban los grandes latifundios, arrastrados por la pobreza.
• Reforma religiosa:
Los objetivos de la República eran conseguir un Estado aconfesional y laico. Por este motivo, las relaciones con la Iglesia se fueron deteriorando por estas medidas:
Aprobación del matrimonio civil y el divorcio.
Prohibición de la Enseñanza a través de las órdenes religiosas. Las clases de religión dejaron de ser obligatorias, aunque seguían ofreciéndose a las familias que las solicitasen.
Cesa el presupuesto del dinero público dedicado al mantenimiento de la Iglesia.
Ley de Congregaciones: registro de estas y sus bienes para valorar su eliminación.
• Reforma militar:
Ley del Retiro de la Oficialidad: facilitó la jubilación a oficiales que provenían de una larga tradición de intervenciones en la política interior del país. Se quedaron cobrando el salario completo como pensión.
Supresión del Consejo de Justicia: el ejército era dirigido directamente desde el gobierno.
Enseñanza militar externa a la Academia Militar. Esta vez, ligada a la Universidad para una mejor formación dentro del marco constitucional y democrático.
El servicio militar se adaptó a las necesidades del país, alejado del sistema de cupos.
• Reforma territorial: objetivos, medidas (autonomías), reacciones (Sanjurjada).
El partido político Ezquerra Republicana solicita a las Cortes un modelo autonómico. Finalmente, se resuelve con las siguientes concesiones:
Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Creación de su propio Parlamento.
Uso de la lengua catalana y respeto a sus tradiciones singulares.
El PNV (Partido Nacionalista Vasco) se transformó en un partido cristiano conservador poco democrático. No consiguió su propio Estatuto.
Sanjurjada: grupos conservadores monárquicos empiezan a conspirar contra la República. El 10 de agosto de 1932, el General Sanjurjo lidera, desde Sevilla, un Golpe de Estado. Su intención era ponerse al mando del país y evitar la aprobación de las reformas. Este pronunciamiento fracasó.
· Reforma de la Enseñanza:
El primer objetivo para la República Española en el ámbito educativo era que la Enseñanza pasara a ser pública, laica y mixta. De este modo, centran los esfuerzos en:
Construir escuelas de Enseñanza pública.
Contratar maestros y maestras.
Llevan a cabo Proyectos de alfabetización en las zonas rurales, por ejemplo, el de las Misiones Pedagógicas. Destacar el Instituto Libre de Enseñanza.
Proyecto ambulante de teatro y Arte La Barraca, en el que García Lorca participó.