Portada » Historia » España en el Siglo XIX: Desamortización, Industrialización y Conflictos
La desamortización de la tierra consistió en la venta de propiedades vinculadas a instituciones como la Iglesia y los municipios, que hasta entonces no podían venderse. El Estado se apropiaba de ellas (nacionalización) y las vendía en subasta pública. Los objetivos eran obtener recursos para el Estado y ampliar los apoyos al régimen liberal. Los compradores pertenecían a la aristocracia y burguesía agraria, que eran los que contaban con dinero.
Durante el siglo XIX, Canarias amoldó su vida política a los vaivenes y los cambios que caracterizaron al resto del Estado. Se produjeron los mismos procesos y se encontraron las mismas clases dominantes y partidos que en la Península: moderados, progresistas, unionistas, demócratas o republicanos.
Los graves sucesos peninsulares de 1808, la Guerra de Independencia Española, marcaron el comienzo de las disputas interinsulares conocidas como “el pleito insular”. Con motivo del vacío de poder creado durante la guerra, se formó en La Laguna (Tenerife) la Junta Suprema de Canarias, con el objeto de ocuparse de la coordinación de la oposición francesa y de la administración, la cual pretendía representar a todo el archipiélago. De inmediato, las clases dominantes de Gran Canaria manifestaron su disconformidad.
El primer partido en gobernar fue el conservador, con Cánovas, quien se centró en la consolidación del sistema y se dedicó a:
Pero el retraso de estas promesas (hasta 1886 no se aprueba el decreto de abolición de la esclavitud) provocaron el inicio de la Guerra Chiquita (1879) y la Guerra de Independencia de Cuba (1895-1898).
El rey nombraba a los alcaldes de las ciudades de más de 30.000 habitantes (esta medida buscaba reforzar el control del gobierno sobre las ciudades, donde el fraude electoral era más complicado). Es decir, el alcalde podría oponerse a la aprobación de un acuerdo del plano.
Se exigió a los profesores el respeto al régimen, lo que produjo la expulsión o el abandono del sistema público de enseñanza. Entre ellos, Francisco Giner de los Ríos, creador de la Institución Libre de la Enseñanza (institución privada que promoverá un tipo de enseñanza no dogmática, laica, bajo los principios de la ciencia). A partir de 1881, gobernaron los liberales de Sagasta, impulsando medidas de corte progresista como el restablecimiento de la libertad de expresión y de cátedra.
La Mano Negra fue una organización secreta y violenta que actuó en 1882-1883 y a la que se atribuyeron asesinatos de confidentes policiales, incendios de cosechas y edificios. Los sucesos se produjeron en un contexto de conflictividad en el campo andaluz, donde los campesinos soportaban bajos salarios y trabajo a destajo. Muchos historiadores dudan de la existencia de la Mano Negra, ya que la documentación que presentó la Guardia Civil para demostrar su existencia era de varios años antes. Fue el medio para actuar libremente contra los jornaleros que empezaban a organizarse en torno a una línea anarquista violenta perteneciente a la Federación de Trabajadores de la Región Española en 1881 (FTRE). El proceso judicial contra la Mano Negra se resolvió con la detención de jornaleros afiliados y simpatizantes de la FTRE. Después se reorganizó y siguió actuando hasta 1888), la conflictividad momentáneamente se contuvo.
El Pacto del Pardo fue una serie de acuerdos tomados entre Cánovas y Sagasta, por los cuales se decidió la sustitución del gabinete conservador por el liberal, ante el temor de que se produjese un levantamiento carlista o republicano, y se refrendaba el compromiso de mantener el turno pacífico de partidos. Tras el Pacto del Pardo, Sagasta gobernó (1885-1890) iniciándose una etapa reformista. Así, se promulgaron una serie de normas:
En los últimos años del siglo XIX, que coincide con el fin de la regencia (1902), se produce una crisis generalizada del régimen debido a la propia desaparición física de los dos líderes de la Restauración. Cánovas es asesinado en 1897 y Sagasta muere en 1903. A estas desapariciones cabe unir la derrota ante Estados Unidos (1898) –> (DESASTRE DEL 98: guerra hispano-estadounidense, abril-agosto, 1898), que supuso la pérdida de las últimas colonias de ultramar. De esta manera, comenzaba el reinado de Alfonso XIII (1902, mayo).
Existían tres clases sociales: