Portada » Economía » Escasez, Bienes y Servicios, y la Ley de la Oferta en Economía
La escasez en economía se refiere al contraste entre los recursos limitados y las necesidades y deseos ilimitados de las personas. Es decir que, en cualquier sociedad, ya sea una economía de mercado o planificada, los recursos disponibles son insuficientes para satisfacer todas las necesidades y deseos de todos los individuos.
Los bienes son productos tangibles que pueden ser adquiridos, almacenados y transferidos físicamente, mientras que los servicios son actividades intangibles que satisfacen necesidades y se consumen en el momento de su provisión. Ambos son elementos fundamentales en la economía, ya que satisfacen las necesidades y deseos de los individuos y las empresas, y son objeto de intercambio en los mercados económicos.
Bien: Recurso capaz de satisfacer una necesidad. Pueden ser cosas (bienes) o actos humanos (servicios).
Bienes: Objetos físicos tangibles que tienen un valor económico y pueden ser almacenados y transferidos de una persona a otra. Ejemplos comunes incluyen alimentos, ropa, automóviles, muebles, entre otros.
Servicios: Actividades intangibles que se realizan para satisfacer necesidades humanas y que no resultan en la producción de un objeto físico. Los servicios son acciones realizadas por personas o empresas para beneficio de otros. Ejemplos de servicios incluyen atención médica, educación, transporte, reparaciones, consultoría, entretenimiento, etc.
Los bienes pueden dividirse en Bienes Económicos y No Económicos:
Recursos disponibles sin necesidad de ceder nada a cambio, sin renunciar a otras cosas ni tomar decisiones. Ejemplos incluyen el agua de mar, la luz solar y el aire.
Bienes obtenidos mediante actividades económicas que requieren elección y decisión.
Se refiere a la capacidad que tienen los bienes y servicios para satisfacer las necesidades y deseos humanos. Para que un bien sea considerado útil, deben cumplirse los siguientes elementos:
Cabe destacar que la utilidad es subjetiva y depende de la percepción y valoración individual de los consumidores.
También conocido como valor subjetivo o individual, es el valor que una persona le asigna a un bien en función de lo que significa o representa para ella, sin considerar su potencial de intercambio. Este valor no se compara con otros bienes poseídos, sino que se basa en la importancia personal que el individuo le atribuye. En este sentido, el valor de uso se identifica con la utilidad del bien para satisfacer necesidades individuales.
También denominado valor social u objetivo, es la relación o comparación entre bienes poseídos por diferentes personas y que son susceptibles de ser intercambiados. Mientras que la utilidad se refiere a la relación entre el individuo y el bien (satisfacción de necesidades personales), el valor de cambio se refiere a la relación entre bienes en el contexto de un intercambio. Aquí, la relación es entre objeto y objeto, o más precisamente, entre las personas que poseen estos objetos y realizan el intercambio. El valor de cambio refleja la apreciación social de un bien en términos de otros bienes.
El intercambio de bienes y servicios es crucial en una economía de mercado, donde las personas y empresas obtienen lo que necesitan mediante transacciones como compra, venta o intercambio directo. Este proceso permite la especialización en la producción, optimizando la asignación de recursos. Basado en la ley de oferta y demanda, los precios coordinan la producción y el consumo. Los mercados facilitan estos intercambios, fomentando competencia, innovación y crecimiento económico al satisfacer necesidades y promover la eficiencia.
Las Unidades de Producción y Consumo son conceptos fundamentales que describen cómo interactúan los agentes económicos, como las empresas y los hogares, en el mercado.
En microeconomía, una unidad de producción representa una entidad económica, como una empresa, que combina recursos (trabajo, capital, tierra, etc.) para producir bienes y servicios destinados a la venta en el mercado. Las unidades de producción tienen como objetivo principal maximizar sus beneficios mediante la producción eficiente y la venta de bienes y servicios. Ejemplo: Una fábrica que produce automóviles es una unidad de producción. Su función es transformar insumos en productos finales que satisfagan la demanda de los consumidores.
Una unidad de consumo, por otro lado, representa a los hogares o individuos que adquieren bienes y servicios producidos por las unidades de producción en el mercado. Las unidades de consumo buscan maximizar su utilidad o satisfacción al consumir bienes y servicios. Ejemplo: Una familia que compra un automóvil fabricado por la unidad de producción anterior es una unidad de consumo. Su función es adquirir y utilizar bienes y servicios para satisfacer sus necesidades y deseos.
Oferta: Representa la cantidad de bienes y servicios que las unidades de producción están dispuestas a ofrecer en el mercado a diferentes precios.
Demanda: Representa la cantidad de bienes y servicios que las unidades de consumo desean adquirir a diferentes precios.
El equilibrio en el mercado se alcanza donde la oferta y la demanda se igualan, determinando el precio y la cantidad intercambiada.
Esta gráfica ilustra cómo las unidades de producción y consumo interactúan en el mercado, estableciendo precios y cantidades a través de la oferta y la demanda, esenciales para entender la dinámica microeconómica.
El precio de un bien o servicio representa el costo monetario que se requiere pagar para adquirirlo en el mercado. Este precio se determina por la interacción entre la oferta y la demanda: cuando la demanda de un bien es alta y la oferta es limitada, el precio tiende a subir; cuando la oferta es abundante y la demanda es baja, el precio tiende a bajar. El precio es una medida concreta y específica que refleja el valor monetario asignado a un producto en un momento dado.
Se refiere a la capacidad de un bien o servicio para ser intercambiado por otros bienes, servicios o dinero en el mercado. Es una medida relativa y abstracta que indica cuánto de un bien o servicio puede obtenerse a cambio de otro. El valor de cambio es esencialmente una relación de intercambio entre diferentes productos y se utiliza para comparar la utilidad relativa de distintos bienes y servicios en el mercado.
El precio y el valor de cambio están estrechamente relacionados pero representan perspectivas diferentes:
En economía, la oferta se refiere a la cantidad de bienes o servicios que los productores están dispuestos a vender en el mercado a diferentes precios durante un período específico. La cantidad ofrecida depende de varios factores, incluyendo el precio del bien o servicio, los costos de producción, la tecnología disponible, y las expectativas futuras de los productores.
La ley de la oferta establece que, ceteris paribus (manteniendo todo lo demás constante), cuanto mayor sea el precio de un bien o servicio, mayor será la cantidad que los productores estarán dispuestos a ofrecer en el mercado, y viceversa. Esto se debe a que un precio más alto ofrece a los productores un mayor incentivo para producir y vender más, aumentando así la cantidad ofrecida.
En una gráfica de la oferta, el eje vertical representa el precio del bien o servicio (P), y el eje horizontal representa la cantidad ofrecida (Q). La curva de oferta muestra la relación positiva entre el precio y la cantidad ofrecida:
La gráfica de la oferta es fundamental para entender cómo los productores responden a cambios en el precio en el mercado, y cómo se determina el equilibrio de mercado donde la oferta y la demanda se igualan.