Portada » Magisterio » Enseñanza de la Historia en Primaria: Importancia, Retos y Propuestas
La enseñanza de la Historia se justifica en el currículo de primaria porque es una materia educativa que se imparte en los centros escolares cuyos contenidos responden a las necesidades educativas de los alumnos y desarrollan sus capacidades para una buena formación de cara a la vida adulta, además de fortalecer otras áreas del conocimiento.
Aunque la Historia aparece en los currículos educativos, es una materia que corre el peligro de desaparecer debido a su disolución en otra área curricular, llamada “Conocimiento del medio social y cultural”, lo que ha supuesto un retroceso que podría acabar con la enseñanza de esta disciplina, la cual debería ser fundamental para la educación y los estudios primarios y secundarios, e incluso universitarios. Como señalaba Jerzy Topolsky, “la Historia y su conocimiento son uno de los principales elementos de la conciencia nacional y una de las condiciones básicas para la existencia de cualquier nación”, ya que es una disciplina que sirvió para obtener la visión sobre la identidad social y política de las naciones además de transmitir ideas políticas y sentimientos patrióticos. Josep Fontana afronta el reto que supone escribir una introducción a la historia. El objetivo de su libro es enseñar a “pensar históricamente” adaptando los enfoques de la historia analizando el pasado en cada uno de los encuadres de la vida humana. Para Fontana, pensar históricamente es utilizar el estudio del pasado como proyecto social.
La Historia es una materia que está en redefinición permanente y que se debate constantemente entre el enfoque cronológico y el aprendizaje por temas. Algunos historiadores defienden el enfoque cronológico ya que les parece el método más útil. Javier Tusell afirma que: “Se trata de que los alumnos vean la realidad presente como producto de una evolución y para eso es fundamental la cronología”. Otros historiadores, sin embargo, apuestan por el aprendizaje mediante temas, el cual consiste en abordar todos los hechos históricos y darles sentido y evolución. Algunos profesores como Simon Schama planteaban la historia como una función ideologizadora con el fin de defender una nacionalización en los programas escolares de historia. Como consecuencia, se le atribuyó a la historia un carácter político, con una visión poco objetiva de lo que explican y manipulando todo esto a través de celebraciones y otros eventos. Sin embargo, en la parte opuesta, Richard Evans, entre otros, defendía la historia enseñada como una disciplina crítica. Otro ejemplo fue recuperar la llamada “memoria histórica”, la cual es un proceso individual y cultural, que será una perspectiva para un correcto proceso de enseñanza y aprendizaje. Además, deben considerarse una serie de propuestas que cumplen una función básica en la formación de los alumnos, como por ejemplo:
Muchos eran los que decían que la Historia se encontraba en un momento de crisis en cuanto a la enseñanza en los centros escolares, a lo que Evans respondió: “La respuesta es que se trata de una crisis imaginaria fabricada por aquellos que quieren convertir la historia en nuestras escuelas en un vehículo de adoctrinamiento nacionalista crudo”. Así es que la historia debe estar impartida desde un saber formativo y sin adoctrinamientos. El alumno será el historiador, el encargado de investigar acerca de la historia y sacar sus propias conclusiones sin que nadie le dé por hecho los sucesos ocurridos. Fernando Savater afirma que: “El ser humano quiere aprender, incluso yo diría que quiere aprender a toda costa: sabe que su destino depende en gran medida de llegar a conocer”. La dificultad del aprendizaje es entender lo que nos conviene aprender, por lo tanto, una obra pedagógica debe satisfacer y despertar el interés del alumnado, no adoctrinar.
En definitiva, estamos en un proceso de cambios en la didáctica de la historia, aunque es necesario quitarnos de la cabeza la idea de una historia entendida como disciplina secundaria y dependiente de otras aunque tampoco la idea de independencia total. Podríamos concluir con varias propuestas, como por ejemplo, el importante papel de la historiografía en el currículo escolar, además de una necesaria formación crítica de los alumnos promoviendo una investigación didáctica y planteando sus propios problemas. Estas son algunas de las miles de propuestas que debemos de hacer, pero sí las más importantes en cuanto a la relación de la historia, historiografía y enseñanza.