Portada » Medicina y Salud » Enfermedad de Gumboro en Aves: Causas, Síntomas y Prevención
La enfermedad de Gumboro, también conocida como bursitis infecciosa, es una enfermedad viral altamente contagiosa causada por un birnavirus. Afecta principalmente a pollos jóvenes (3-6 semanas de edad), provocando una severa depresión, diarrea, temblores y problemas de coordinación. A nivel anatomopatológico, se caracteriza por la inflamación y necrosis de la bolsa de Fabricio, un órgano linfoide clave en el desarrollo de la inmunidad en aves, seguida de su involución prematura. También se observan hemorragias musculares y nefritis. La enfermedad puede ser subclínica o causar una alta mortalidad.
El pollo doméstico es la principal fuente del virus de Gumboro. Aunque el gusano de la harina (Tenebrio molitor) puede albergar el virus durante periodos prolongados (hasta dos meses), y tanto larvas de coleópteros como ácaros pueden transmitir la infección, estos no son los reservorios principales. Los órganos linfoides de las aves infectadas contienen altas concentraciones del virus, que se excreta principalmente a través de las heces. Los animales recuperados pueden eliminar el virus hasta 17 días después de la recuperación clínica.
La especie más susceptible es el pollo. La mayor sensibilidad se observa en aves jóvenes de 2 a 15 semanas, con un pico entre las 3 y 6 semanas de edad. Esta susceptibilidad se debe a la actividad funcional de la bolsa de Fabricio, que alcanza su máximo desarrollo alrededor de la cuarta semana de vida y luego involuciona. Pollitos de 1-2 semanas son menos sensibles debido a la posible protección inmunológica maternal a través del vitelo. Los adultos generalmente no muestran signos clínicos tras la infección.
La enfermedad de Gumboro es altamente contagiosa y se transmite tanto directa como indirectamente:
La introducción de animales infectados, el uso de utensilios contaminados o la entrada de personas infectadas son factores de riesgo. El inicio de la enfermedad suele ser abrupto, sin pródromos, con una mortalidad que puede variar del 4 al 10% (hasta un 80% en broilers) y una morbilidad del 45 al 90%. La enfermedad se propaga rápidamente dentro de un galpón y puede volverse enzoótica, reapareciendo incluso después de una desinfección exhaustiva.
El virus ingresa principalmente por vía oral. Después de una fase aguda de 3 a 4 días, sigue una fase descendente de similar duración. El virus afecta principalmente al tejido linfoide, causando la destrucción de los linfocitos B en la bolsa de Fabricio, pero no afecta a los linfocitos T. La destrucción de los linfocitos B conduce a la inmunosupresión, lo que resulta en una menor resistencia a otras enfermedades y una respuesta deficiente a las vacunas.
La enfermedad suele presentarse de forma repentina, con muertes súbitas. Después de la fase aguda (4-5 días), sigue una fase descendente (3-4 días). Los animales afectados muestran:
La morbilidad puede alcanzar el 70%, y la mortalidad varía del 5 al 30%, siendo mayor en condiciones de explotación desfavorables y en animales más jóvenes.
Los animales muertos suelen presentar un buen estado de carnes, a menos que la enfermedad haya tenido un curso prolongado, en cuyo caso puede haber caquexia. Se observan:
Se basa en el cuadro clínico y el curso de la enfermedad.
Se realiza a partir de muestras de la bolsa de Fabricio y riñones de animales sospechosos. Se pueden realizar:
Posteriormente, se realizan pruebas de neutralización, inmunofluorescencia o agar gel precipitación para confirmar la presencia del virus.
Es importante diferenciar la enfermedad de Gumboro de otras patologías como:
No existe un tratamiento específico para la enfermedad de Gumboro. Las medidas terapéuticas son principalmente de soporte y paliativas, e incluyen:
La recuperación depende en parte de la capacidad del animal para superar la deshidratación inicial.
Las medidas de control se basan en:
La vacunación es una herramienta fundamental para prevenir la enfermedad de Gumboro y reducir su impacto económico en la producción avícola.