La comunicación

La comunicación es el proceso mediante el que un emisor transmite información a un receptor a través de un canal, utilizando un código y en un contexto determinado.

Elementos de la comunicación

• Emisor. Es quien elabora y transmite el mensaje. Podemos distinguir varias clases de emisor:
  • Emisor individual: el emisor es reconocible y siempre es una persona. Por ejemplo, el profesor en clase o la doctora en la consulta.
  • Emisor colectivo: el emisor puede ser una institución o un medio de comunicación. Por ejemplo, un cartel del ayuntamiento de tu localidad o la presentadora de las noticias.
• Receptor. Es quien recibe e interpreta el mensaje para darle sentido.

Según la relación entre emisor y receptor, podemos hablar de:

• Comunicación bilateral: los papeles de emisor y receptor se intercambian continuamente, por ejemplo, en una conversación.
• Comunicación unilateral: el emisor y el receptor no intercambian sus papeles. Este tipo de comunicación es la que existe cuando asistimos a una conferencia, por ejemplo.
• Mensaje. Es la información que se transmite. La intención comunicativa, la relación entre el emisor y el receptor, y el contexto condicionan la elaboración del mensaje.
• Código. Es el sistema de signos que emplean el emisor y el receptor para intercambiar información.
• Canal. Es el elemento físico por el que el emisor transmite el mensaje y por el que el receptor lo recibe. Entendemos por canal tanto el medio natural (aire) como el medio técnico (imprenta, radio, teléfono, televisión, ordenador, etc.).
• Contexto. Es el conjunto de elementos y factores que rodean al acto comunicativo esenciales para construir e interpretar el mensaje.

Vocabulario académico

Se llama tecnicismo a una palabra utilizada en el lenguaje propio de una ciencia, un arte, un oficio o una profesión.

Léxico del castellano

Aunque algunas palabras del castellano proceden de lenguas anteriores a la llegada de los romanos (lenguas prerromanas), la mayoría del léxico que compone el castellano actual procede del latín.

Las palabras procedentes del latín se clasifican en palabras patrimoniales y cultas:

• Son patrimoniales las palabras latinas que se incorporaron a nuestra lengua en sus orígenes y han ido evolucionando con ella: oculus › ojo.
• Se denominan cultismos las palabras del latín que se han incorporado tardíamente y que apenas han evolucionado desde su forma original: cathedra > cátedra.

En ocasiones, una misma palabra latina ha dado origen a dos palabras en castellano, una culta y otra patrimonial. A esta pareja se denomina doblete. Por ejemplo:

• causa > cosa (patrimonial) y causa (culto)
• delicatum > delgado (patrimonial) y delicado (culto)

Aparte de las palabras procedentes del latín, a lo largo de los siglos el castellano ha ido incorporando diferentes palabras de otras lenguas. Son los germanismos (procedentes de las lenguas germánicas: guardián, falda, burgo, embajada…), los arabismos (procedentes del árabe: aceituna aljibe, jabalí..), los americanismos procedentes de las lenguas precolombinas: huracán, tiburón, cacahuete..), los galicismos (procedentes del francés: blusa, croqueta, higiene…) y los anglicismos (procedentes del inglés: gol, fútbol, yate…), entre otros.

Además, las lenguas se encuentran en permanente evolución, las nuevas realidades requieren nuevas palabras para ser nombradas. Estas palabras nuevas son los neologismos, que pueden ser préstamos que se incorporan a nuestra lengua en la actualidad (chatear, manga…) o palabras nuevas creadas por los procedimientos de que la lengua dispone (endulzar, informática, parachoques..).