Portada » Economía » El Trueque, el Dinero y el Comercio Internacional: Una Guía Completa
El trueque es la forma primitiva de intercambiar bienes y servicios sin la utilización de dinero. Consiste en el intercambio directo de una mercancía por otra que interese a la otra parte. No siempre las mercancías y servicios intercambiados tenían un valor equivalente.
Las mercancías son portadoras de valor. El sistema de trueque no colapsó, sino que se buscaron formas más eficientes de intercambio, lo que llevó a la aparición del dinero. El nuevo medio de intercambio es el dinero, y se intercambia dinero por bienes o bienes por dinero.
El dinero es todo aquello que se acepta en el intercambio de bienes y servicios. Su origen está ligado al desarrollo del trueque. Sus primeras manifestaciones fueron las mercancías monetarias y las monedas primitivas. Otras formas más sofisticadas fueron los metales preciosos, el dinero-papel y el dinero electrónico.
El dinero es un instrumento de pago sancionado por el Estado. No es solo un valor nominal, sino un poder adquisitivo; es decir, cuánto se puede comprar con él.
El dinero es aceptado en las transacciones de bienes y servicios. Se acepta como medio de pago.
Los precios de los bienes y servicios se miden en función del dinero aceptado.
El dinero debe mantener su valor con el paso del tiempo. Si el dinero pierde esta propiedad, la población busca desprenderse de él.
El dinero que fue prestado debe ser devuelto en un determinado tiempo. El patrón de pagos diferidos mide la cantidad de dinero que se devuelve en el futuro.
En la mayoría de las transacciones internacionales se utiliza el dólar, aunque monedas como el euro o el yen (Japón) han adquirido importancia. Al utilizarse una moneda como patrón de pago internacional, como el dólar o el euro, los países necesitan calcular diariamente el valor de sus monedas en función de estas.
El tipo de cambio es el precio de una moneda en términos de otra. Expresar los valores en una misma moneda permite comparar los precios de los bienes y servicios producidos en diferentes países. Un país tiene tantos tipos de cambio como monedas hay en el mundo. Los tipos de cambio pueden subir o bajar.
La oferta y la demanda en el mercado de cada divisa determinan el tipo de cambio. Los movimientos en el tipo de cambio dependerán del sistema cambiario adoptado por el país.
El tipo de cambio se determina a partir de la oferta y demanda entre monedas extranjeras y la moneda local. Cuando la demanda de monedas extranjeras (divisas) es mayor a su oferta, el tipo de cambio sube. Y cuando la oferta de divisas es mayor a su demanda, el tipo de cambio baja.
Los importadores, quienes necesitan viajar al extranjero, aquellos que prefieren ahorrar en divisas o quienes quieren invertir en el exterior. También los gobiernos y las empresas demandan divisas para pagar sus deudas.
Los exportadores, cuando reciben dólares por sus ventas externas y los cambian a moneda local; los extranjeros que desean invertir o venir de vacaciones al país; o los gobiernos, cuando reciben préstamos del exterior en divisas y las convierten a moneda local.
El Banco Central indica el valor de la moneda nacional en relación con la moneda de otro país. Se establece una regla que indica cuántas unidades de moneda nacional se necesitan para comprar una unidad de moneda extranjera. Una vez establecido, el Banco Central compra o vende en el mercado todos los dólares necesarios para mantener el cambio fijado.
Si hay más demanda que oferta de dólares en el mercado, el tipo de cambio tiende a subir. Para evitar que suba y mantener el valor fijado, el Banco Central vende dólares para que haya tanta oferta como demanda de divisas. Así, el tipo de cambio se mantiene sin variación. Puede ocurrir la situación contraria: que haya más oferta que demanda de dólares en el mercado. En este caso, el valor de esa moneda tenderá a bajar. Para evitarlo y mantener el tipo de cambio fijo, el Banco Central interviene comprando dólares y mantiene, de esa forma, el tipo de cambio sin variación.